El curioso error del PP ‘a lo Alberto Casero’ con la 'ley de startups'
La metedura de pata de la bancada popular obliga a corregir el sentido del voto en la revalida del Senado
Bancada del PP este jueves en una votación en la que sus diputados se abstuvieron. | Carlos Luján (EP)
Un «error humano» en la bancada del Partido Popular «a lo Alberto Casero» polarizó la aprobación en el Congreso de la llamada ley de startups. La normativa iba a ser aprobada por unanimidad con mayoría de «síes» y algunas abstenciones, una rareza en esta legislatura, pero la metedura de pata con el «no» de los diputados del PP obliga a corregir el sentido del voto en la revalida del Senado de aquí a finales de año.
El pleno del Congreso aprobó el proyecto de ley de Fomento del Ecosistema de las Empresas Emergentes, que contempla la simplificación administrativa y una serie de incentivos fiscales para los emprendedores en startups, con 177 «síes», 88 votos en contra y 75 abstenciones. PSOE, Unidas Podemos, Ciudadanos y PNV votaron a favor, y pese a que el PP había anunciado durante la sesión su apoyo al proyecto de ley por boca de su portavoz, Víctor Píriz, finalmente votó en contra. El socialista Alfonso Gómez de Celis, vicepresidente de la Mesa, también se equivocó ‘a lo Casero’ y votó lo contrario que el PSOE, así que en todos los grupos cuecen habas.
En realidad, hubo tres diputados del PP que votaron a favor correctamente. El propio Píriz y los dos representantes que habían votado previamente de forma telemática -Ricardo Tardo y Alicia García-, lo que demuestra que el principal partido de la oposición iba a apoyar esta ley. Sin embargo, el guion previsto en la votación presencial se torció cuando Macarena Montesinos, la encargada de dirigir el sentido del voto del PP desde su escaño, se equivocó al pedir el «no» a la ley de startups.
La diputada levantó tres dedos
En vez de levantar un solo dedo y decir «sí» a la ley de startups, Montesinos levantó tres -que equivalen a un «no»-. Si hubiera sido una abstención, habrían sido únicamente dos. Píriz se dio cuenta de inmediato del error y desde su escaño avisó a sus compañeros de que tenían que apretar el botón del «sí», pero ya era tarde. Todos los diputados populares sin excepción, menos él, siguieron la directriz de la portavoz adjunta en el hemiciclo.
Fuentes parlamentarias del PP lamentan a THE OBJECTIVE «esta confusión colectiva» que hubo en el momento de votar esta ley y dejan claro que el error se corregirá en el Senado con el «sí» de los populares. La sesión plenaria del jueves en la Cámara baja contó con decenas de votaciones de lo más variopintas. El Gobierno, por ejemplo, perdió una en política exterior por una abstención de Podemos, también una rareza en esta legislatura.
Píriz fue el encargado del PP de negociar con el Gobierno la modificaciones del texto legal de startups y se encontró con un inesperada actitud de consenso desde el Ejecutivo y que llevó al PSOE a aceptar hasta 80 enmiendas del resto de los grupos, «un récord en esta legislatura», según las citadas fuentes.
La ley salió adelante gracias al apoyo de la formación morada. Al ver que los populares votaban en contra, los socialistas corrieron raudos a las redes sociales para criticar a los populares por ello, y el negociador del PP salió al paso con la siguiente respuesta: «Sois bastante rastreros».
La norma aprobada en el Congreso contempla la simplificación administrativa y una serie de incentivos fiscales para los emprendedores. Por ejemplo, se incluye una rebaja del impuesto de sociedades hasta el 15% durante los cuatro primeros años, la creación de la figura del nómada digital y la puesta en marcha de un visado específico para atraer el talento extranjero a España.
Esta nueva categoría de Visado para Nómadas Digitales, llamado «visado para teletrabajadores de carácter internacional», está dirigido a quienes ejercen una actividad laboral o profesional a distancia para empresas radicadas fuera del territorio nacional. El visado está abierto a cualquier país y un salario mínimo que no es muy diferente al SMI español. Según el Gobierno, el objetivo es atraer personas cualificadas con titulación o prestigio equivalente.
Para ello, la Secretaría de Estado de Digitalización ha indicado que en los próximos tres meses elaborará un fast track que pueda convertir en realidad los visados a la mayor brevedad posible. Se hará en colaboración con las comunidades autónomas. Esta norma sobre startups es similar a la que hace unos meses ya aprobó Portugal. La duración del visado será de un año, según especifica la misma ley que ahora viajará al Senado.
«Por primera vez se reconoce la existencia de startups como una categoría especial y les damos herramientas para combatir en la batalla mundial del talento. Con esta ley además generamos competitividad para situarnos a la cabeza de los mejores países del mundo para emprender, captar talento y captar inversiones», indicó la secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, Carme Artigas, durante la presentación del proyecto. También destacó que se ha reconocido la figura del «emprendedor en serie» para fomentar que éstos se atrevan a seguir creando empresas, pese a fracasos iniciales.
El proyecto del que se comenzó a hablar en el año 2018 -y que estuvo paralizado por la pandemia hasta retomarse en julio de 2021- ha despertado diversidad de opiniones en el sector. Por un lado, hay algunos emprendedores que consideran que es una «ley de mínimos» que no ha atacado el verdadero problema de la financiación del sector y que no contempla el salto de una pequeña empresa hacia una profesionalización definitiva, mientras que por otro lado se cree que es un buen comienzo, pero que se tiene que seguir profundizando la normativa aprobada.
Las enmiendas en ‘la ley de startups’
Las 80 enmiendas presentadas por los distintos partidos políticos en el proceso de tramitación parlamentaria han permitido aumentar los incentivos y el dinero a disposición de los emprendedores. Las startups tendrán una vida de cinco a siete años y un tamaño de cinco millones de euros. Se ha incluido la posibilidad de que los socios fundadores de startups puedan beneficiarse hasta en cuatro ocasiones consecutivas de los beneficios de la ley, profundizándose de esta manera en los incentivos al emprendimiento en serie.
Asimismo, establece deducciones fiscales del 50% para las inversiones anuales de hasta 100.000 euros, una exención fiscal para las opciones de compra de acciones -las llamadas stock options– de hasta 50.000 euros y se favorece la creación de sandboxes, entre otras medidas.
A las empresas emergentes de startups se las define como compañías de nueva creación, de no más de cinco años de antigüedad, siete en caso de algunos sectores estratégicos; con sede social en España, que no hayan facturado más de 10 millones de euros y que desarrollen un proyecto de emprendimiento innovador que cuente con un modelo de negocio escalable, entre otros requisitos. Además, se incluye una disposición adicional para crear la Agencia Española de Supervisión de Inteligencia Artificial y ampliar la modificación de la ley de Auditoría de Cuentas.
