Bronca en el Congreso por la votación de una enmienda del PNV que beneficia a las eléctricas
El PSOE instó a repetir una votación sobre una enmienda que había sido aprobada. El PP ha pedido a los servicios jurídicos de la Cámara que emitan un dictamen
La batalla legal en el Congreso está servida. El Partido Popular ha pedido a los servicios jurídicos de la Cámara que estudien la repetición «irregular» de una votación durante el debate de enmiendas por el impuesto contra las energéticas, que han calificado de «anomalía reglamentaria«. Así, la propuesta del PNV -que permitía a las energéticas deducirse el tributo del Gobierno si llevaban a cabo inversiones verdes- pese a recibir una primera luz verde en la comisión fue, al final, rechazada por medio de una segunda -y hasta tercera- votación tras alegar el PSOE que sus socios se habían confundido durante la primera deliberación.
El pasado jueves, durante la Comisión de Asuntos Económicos, el PNV registro una enmienda (la número 57) donde pedía que la aminoración que el Ejecutivo va a permitir a aquellas energéticas que anticipen el pago del tributo se extienda también, a través de exenciones, a aquellas eléctricas que lleven a cabo inversiones verdes. «El importe de la prestación se minorará en el 20% del importe de las inversiones que se comprometan a proyectos industriales que contribuyan a la transición energética y a la descarbonización (…) aunque esa minoración no podrá exceder el 30% del importe de la prestación».
Es decir, si una fábrica destina 2.000 euros a instalar placas solares, en un principio podría desgravarse del futuro tributo el 20% de dicha inversión: 400 euros. Por lo que si acaba pagando, por ejemplo, 6.000 euros por dicho impuesto, el pago final sería de 5.600 euros. Una cantidad que quedaría desgravada porque no superaría en este hipotético caso el 30% de lo que hay que pagar (1.800 euros). Una fórmula aplaudida por las energéticas españolas y que ahora miran de reojo la polémica surgida durante la votación parlamentaria, conscientes de la repercusión que esta tendría sobre sus balances.
En la primera votación, la iniciativa salió adelante con los 18 votos a favor de PP, Vox, Ciudadanos, PNV, el diputado del Grupo Mixto, Sergio Sayas, y EH Bildu frente a los 17 en contra del PSOE y Unidas Podemos y las dos abstenciones de ERC y la diputada Miriam Nogueras del Grupo Mixto. Pero entonces todo cambió. El portavoz socialista pidió a la letrada de la Comisión que recomendase al presidente repetir la votación. Y este lo concedió. Durante la segunda votación, el diputado de ERC -que se había abstenido- y el diputado de EH Bildu -que había votado a favor- votaron contra la enmienda. Apenas un minuto después, se volvió a repetir, por tercera vez, la votación y, allí, los dos socios de la coalición reafirmaron su último voto.
Este escenario ha incendiado a los populares porque, aseguran, marca un hecho sin precedentes y abre, además, la posibilidad de que en un futuro «se invoque válidamente por cualquier diputado» la repetición de una votación argumentando que se ha equivocado. De esta forma, el PP -que votará contra este tributo el próximo jueves- reclama a los servicios jurídicos del Congreso que informe sobre «las consecuencias jurídicas de repetir una votación, cuyo resultado fue inequívoco, para hacer posible que dos diputados cambien el sentido del voto y, como consecuencia de ello, el resultado de la misma». Fuentes del PP afirman que la resolución estará lista antes de que el texto llegue al Senado.
Si el dictamen fuese favorable para los intereses del PP, el PSOE tendría que cambiar el texto de la proposición de ley en la Cámara Alta añadiendo la enmienda del PNV. Un escenario que dejaría a los socialistas en una difícil tesitura. Hasta ahora, solo había rechazado, con sigilo, la iniciativa de la formación jeltzale. Sin embargo, en este nuevo escenario tendría que proponer una enmienda contra un artículo que al final tiene como objetivo aquello que pide la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, para toda la industria: eficiencia energética.
Durante estos días, las Iberdrola, Repsol y Naturgy -que siguen afinando sus equipos jurídicos para comenzar una batalla legal contra el Gobierno- estarán muy atentas a la resolución que lleven a cabo los letrados del Congreso. De momento, ya han logrado suavizar el futuro impuesto gracias a las enmiendas que presentó el PNV y el PDeCAT donde quedaban exentas del impuesto las actividades dentro del mercado regulado y la facturación de sus negocios en otros países.
No obstante, la principal formación perjudicada por la repetición de la votación, el PNV, prefiere no entrar en la polémica y se mantiene al margen. Así, fuentes del partido jeltzale relatan a THE OBJECTIVE su impresión sobre lo sucedido. «No hemos formulado ninguna queja porque entendemos que fue una confusión. Esta votación fue a mano alzada y es una situación distinta a la del hemiciclo. Vimos que no era la voluntad de la Comisión aprobar esa enmienda y no quisimos generar un conflicto».
Las miradas giran ahora hacia los letrados de la Cámara. Son muchos los que recuerdan cómo el diputado del PP, Alberto Casero, votó a favor de la reforma laboral de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, dando el ‘sí’ necesario para que esta saliese adelante. Un voto que no se permitió repetir. Los populares aprietan. «Repetir la votación solo debe hacerse bajo efectos de recuento». No obstante, expertos en derecho parlamentario aseguran que «en el caso de las votaciones en comisión no es inusual que -como no hay votación telemática porque solo hay una sala electrónica- la votación se haga a mano alzada y, por lo tanto, se repita alguna votación si los diputados no saben muy bien lo que se estaba votando». Las mismas fuentes concluyen que esto suele ocurrir cuando las votaciones son «muy largas«.