La inflación da la puntilla al pequeño comercio: los concursos de acreedores suben un 80%
La subida de precios está influyendo en el incremento de concursos de acreedores en un sector que ya arrastraba dificultades por la pandemia
La inflación ha terminado de dar la puntilla a cientos de autónomos y pequeñas empresas dedicadas al comercio que ya arrastraban una situación complicada por la pandemia. Es el sector económico en el que más han crecido los concursos de acreedores durante el último año, según los últimos datos del Colegio de Registradores de España. En el tercer trimestre de 2022 se han declarado 341 concursos de acreedores en empresas dedicadas al comercio, frente a los 190 declarados en el mismo trimestre del año anterior. Un repunte del 80% que coincide también con el porcentaje de personas naturales con actividad empresarial, comúnmente conocidos como autónomos, que se han declarado en situación concursal.
El fin de la moratoria concursal vigente desde el inicio de la pandemia, el pasado 30 de junio, ha confirmado que la covid-19 se ha cebado con el pequeño comercio más que con ningún otro sector en nuestro país. Acumula un 23,8% del total de 3.108 concursos de acreedores declarados entre julio y septiembre de 2022 en España, frente al 15,3% de la construcción y el 13,8% de la industria manufacturera. Aunque la pandemia y el fin de la moratoria concursal son los principales motivos de este repunte, los expertos advierten de que el encarecimiento de la energía y los combustibles está influyendo también en el incremento de concursos de acreedores en el comercio.
«Que se disparen los costes energéticos también ha influido, pero más en unos comercios que en otros. Una panadería, por ejemplo, tiene un alto coste energético acumulativo por los hornos eléctricos y toda la maquinaria que necesitan para elaborar el pan, además del encarecimiento de los cereales necesarios para hacer la harina. Sin embargo, en casos como el de las ferreterías el impacto de la inflación es más limitado», indica Luis Martín, socio del despacho Abencys, en declaraciones a THE OBJECTIVE.
Golpe al pequeño comercio
El golpe al sector del comercio también confirma otra tendencia generalizada: los concursos declarados en este tercer trimestre afectan más a los autónomos que a las empresas. Y a los comercios pequeños mucho más que a las compañías grandes. Mientras el incremento anual acumulado entre los autónomos es del 40,6% durante 2022, según los datos del Colegio de Registradores, los concursos declarados en sociedades limitadas y sociedades anónimas muestran una tendencia a la baja, del -0,7% y del -5,3% respectivamente.
El tamaño, en este caso, sí influye. Ninguna empresa con una facturación superior a los 20 millones de euros se ha declarado en concurso de acreedores en España durante el último trimestre. Y en el sector del comercio en particular, de los 341 concursos de acreedores declarados, un total de 219 corresponden a empresas con menos de cinco empleados. Es decir, el 64% del total de los concursos declarados en el sector corresponden a pequeños comercios que tienen entre cero y cinco trabajadores a sueldo. Por el contrario, solo una de las 341 sociedades dedicadas al comercio que se han declarado en concurso de acreedores tiene una plantilla de más de 100 empleados.
Los expertos no prevén un cambio a corto plazo de esta situación. Estiman que los concursos de acreedores en autónomos continuará al alza los próximos meses. Esto supone, principalmente, una respuesta al contexto actual de subida de precios los cuales, junto a las dificultades previas que atravesaron este tipo de empresas durante la pandemia, hacen de su actividad una situación difícil.
Lejos de la crisis de 2008
«A esto hay que sumar otros factores como el repunte del consumo en el comercio on-line. La gente, desde la pandemia, se ha acostumbrado mucho más a comprar por Amazon y otras plataformas que están dejando al pequeño comercio en una situación cada vez más delicada», indica Luis Martín. El socio del despacho Abencys también llama la atención sobre una tendencia que considera «relevante» y que puede dar tranquilidad y confianza al sector.
En la crisis económica desatada desde 2008 los concursos de acreedores se dispararon después de varios trimestres consecutivos de caída del PIB. Sin embargo, y a pesar de que los pronósticos para la economía española vaticinan una posible recesión, los últimos trimestres han sido de crecimiento moderado. Una situación que hace descartar, por el momento, la posibilidad de que se desate una «avalancha» de concursos de acreedores durante los próximos trimestres.
Las cifras del último trimestre lo confirman, ya que aún están muy lejos de los 10.949 concursos de acreedores que se llegaron a declarar durante todo el año 2013, según datos del Consejo General del Poder Judicial. «Para que se produzca una avalancha de concursos tendría que haber caídas de entre el 2% y el 4% del PIB durante al menos dos trimestres consecutivos, y esa no parece ser la situación que tenemos por delante», indica Martín.
«Lo importante es que las empresas que estén en dificultades, para evitar la liquidación, se anticipen y no esperen a tener el agua al cuello para declararse en concurso. La ley concursal está demostrando ser eficaz, pero para evitar la liquidación hay que actuar a tiempo», concluye el experto.