Los españoles se habrán gastado a final de 2022 lo que ahorraron de más por la pandemia

Los españoles se habrán gastado al final de 2022 los 81.000 millones de euros de ahorro extra generado durante la pandemia, según prevé el informe Atlas Concursal 2022 del Consejo General de Economistas de España (CGE) y el Registro de Economistas Forenses (Refor), al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE.

Ese ahorro propiciado por el confinamiento y las restricciones al contacto social alcanzó el pico de 81.105 millones de euros en el primer trimestre de 2021. Sin fecha exacta de inicio, a los economistas les consta que en aproximadamente 18 meses «ya se han consumido 66.821 millones» y proyectan que, cuando cierre el ejercicio, se habrá anulado la hucha que los ciudadanos españoles habían generado durante los tiempos más duros de contagios por el coronavirus SARS-CoV-2.

Ello sucede por la inmediata consecución de la crisis de suministros, cuellos de botella y subida de precios amplificada por la inflación rusa de Ucrania, a finales de febrero de este año. El alza de la cesta de la compra, los productos de manutención básica, y la energía ha ido comiéndose las reservas de las familias.

Como explica el profesor de Finanzas del Centro de Estudios Financieros (CEF) Juan Fernando Robles, «es lógico que el exceso de ahorro generado en la pandemia se haya esfumado, puesto que el consumo embalsado ha tenido tiempo de realizarse y la inflación está causando estragos en los consumidores que precisan tirar de ahorros para mantener su senda de consumo».

La tasa de ahorro, una de las debilidades de la economía española, remontó en 2020, para bajar gradualmente hasta el 8,5% del segundo trimestre de este año, en términos ajustados de estacionalidad y calendario, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Aunque según datos del Banco de España la cifra de depósitos aumentó en el entorno de 140.000 millones durante la pandemia, el sobreahorro se ubica, al decir de economistas consultados por este periódico, como Javier Santacruz, en un máximo de 81.105 millones en el primer trimestre de 2021.

Santacruz, participante en el estudio, invita a no asimilar depósitos con ahorro, ya que los primeros son liquidez, en ocasiones obtenida a través del endeudamiento, y recalca que lo que se amplificó durante los tiempos más adversos de la pandemia fue la diferencia entre renta disponible y consumo.

Menos gasto de las familias

Prosiguen los economistas del CGE, organismo que preside Valentí Pich, indicando que esta desaparición del ahorro extra generado en la pandemia, «unida a una perspectiva de menor crecimiento y subida de los tipos de interés, apunta a una moderación o incluso estancamiento del consumo privado en los próximos trimestres», consecuente con un estancamiento de la demanda que llevará a empeorar las perspectivas de negocio y rentabilidad del sector empresarial en España.

Por ello, los economistas participantes en el estudio consideran que la economía española se encuentra en un momento trascendental, no solo por los retos y desequilibrios que tiene que afrontar a medio plazo, sino muy especialmente por el desafío a corto plazo de gestionar un parón en el crecimiento con la recuperación de los concursos de una manera generalizada o el comienzo de la devolución de los créditos avalados por el Instituto de Crédito Oficial (ICO).

Impacto en las empresas

Ese impacto de la anulación del ahorro en las empresas ya se está materializando en la subida de los concursos de acreedores. El mismo estudio prevé un aumento del 20% de las insolvencias empresariales este año, y otro adicional del 11% en 2023. Ello sucede después de que en 2021 las compañías que se vieron obligadas a echar la persiana por no poder sostener sus finanzas subieron un 52%.

La contención del gasto, recurso al ahorro y al endeudamiento a los que se ven obligadas las familias por sentir la necesidad de priorizar sus gastos más básicos y prescindir de los superfluos ha hecho especial mella en los autónomos. Según el CGE, un tercio de los concursos ya están siendo de trabajadores por cuenta propia, a falta de datos de cierre de ejercicio.

La inflación comenzó a subir en el último tramo de 2021 y se vio agravada desde finales de febrero, a raíz de la invasión rusa de Ucrania, que ha deparado en España tasas récord de tres décadas, como la del 10,8% del mes de julio. Como explica el estudio, el ritmo de gasto derivado de los mayores precios ha sido muy superior al ritmo que podían soportar las rentas de las familias y han tenido que financiar sus desembolsos con cargo a ahorro acumulado durante la pandemia.

Ahorro a largo plazo

Justo ello sucede cuando las reformas del Gobierno, especialmente la inconclusa de pensiones, que ha de presentarse antes del 31 de diciembre, tratan de concienciar para un ahorro privado a largo plazo que complemente la pensión pública futura de los trabajadores.

Como explicaba este miércoles la presidenta de Unespa (Unión Española de Entidades Aseguradoras y Reaseguradoras), Pilar González de Frutos, «es muy importante desarrollar en España un sistema de previsión en el que, además de la pensión pública, exista un pilar de ahorro colectivo en el ámbito empresarial y otro constituido por el ahorro de carácter individual».

Este miércoles, en Madrid, los intervinientes en el Seminario sobre el Papel de las Entidades Aseguradoras en la Previsión Social Complementaria, organizado por el Observatorio de los Sistemas Europeos de Previsión Social Complementaria y Unespa, con participación de la Organización de Consultores de Pensiones (Ocopen) recalcaron en los sucesivos paneles la necesidad de concienciación financiera para que los particulares disciplinen su ahorro, en la medida que su respectiva renta lo permita.