Sánchez calma a inversores extranjeros ante el temor de una fuga por los nuevos impuestos
El presidente multiplica las reuniones con grandes empresas foráneas tras forzar un divorcio total con las compañías españolas
El presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, y la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, intensificarán en las próximas semanas sus reuniones con grandes inversores extranjeros para minimizar el impacto que podría tener en la inversión la promulgación de los impuestos a la banca y a las energéticas y el nuevo gravamen a las grandes fortunas. Según ha sabido THE OBJECTIVE el objetivo es doble: por un lado enviar un mensaje de tranquilidad a las empresas foráneas con el aval de los fondos europeos Next Generation, y por otro, orquestar ante la opinión pública la sensación de que existe un gran apetito inversor hacia España.
En el Gobierno saben que la relación de Sánchez con el mundo empresarial está herida de muerte, ya que no existe ahora mismo ningún puente ni con las patronales ni con los grandes del Ibex 35. Incluso se da por perdido el pacto de rentas -que el propio presidente de Gobierno anunció en febrero tras anunciar sus primeras medidas contra la guerra de Ucrania- y se fía todo a la buena relación con los sindicatos para sacar adelante las propuestas presentadas ante la Mesa del Diálogo Social.
En por ello por lo que dan por amortizada la relación con el Ibex tras los últimos ataques directos a estas empresas y la promulgación de los nuevos impuestos a la banca, eléctricas y grandes fortunas. A cambio decidieron desde hace unos meses centrarse exclusivamente en los inversores extranjeros y en agasajar a grandes compañías internacionales para calmarles ante la creciente preocupación por una eventual fuga de capitales. Una agenda que irá a más en lo que queda de año y que se prolongará el próximo curso tras un mes de noviembre pletórico con casi una decena de encuentros.
Inversores tecnológicos
En la misma semana en la que el Congreso aprobó el nuevo y polémico gravamen a los beneficios extraordinarios de energéticas y bancos, Sánchez se reunió el martes con el director ejecutivo de Ericsson, Börje Ekholm, para analizar las intenciones inversoras de esta operadora de redes en nuestro país y la posibilidad de seguir creciendo en un contexto en que España invertirá al menos 1.000 millones de euros en infraestructuras digitales y otros 11.000 millones en el Perte de semiconductores.
En esta misma línea, Sánchez inauguró el pasado jueves el encuentro empresarial ‘La innovación en la nube como oportunidad para España‘, organizado por Amazon Web Services . «Las inversiones ya anunciadas y las futuras en centros de datos, regiones cloud y cables submarinos pueden convertir a nuestro país en un hub de conectividad en el que el 70% del tráfico de datos entre Estados Unidos y la Unión Europea atraviese nuestro país», dijo el presidente, que no dejó pasar la oportunidad para reivindicar sus gestiones para atraer inversores extranjeros.
Una semana antes, Sánchez visitó Corea del Sur, donde se reunió con el director ejecutivo de la división de soluciones para dispositivos de Samsung Electronics, Kye-hyun Kyung, y el presidente y el director general de la división del negocio de microchips, Si-young Choi. Visitando las instalaciones de la compañía multinacional volvió a referirse a las bondades del Perte Chip, un proyecto que según indicó el viernes la ministra Calviño tendrá sus primeras convocatorias en 2023.
Cisco y Maersk
El 10 de noviembre Sánchez mantuvo un encuentro en el Palacio de La Moncloa con el consejero delegado y presidente global de Cisco Systems, Chuck Robbins, y una representación de directivos de la tecnológica, tras el anuncio de Cisco de ubicar en Barcelona su nuevo centro de diseño de microchips. «España se está convirtiendo en un actor clave para lograr el objetivo de la UE de alcanzar el 20% del mercado mundial de chips en 2030», dijo el presidente de Gobierno.
Sin embargo, el gran anuncio se produjo a comienzos de este mes tras la reunión de Sánchez con el CEO de Maersk, Søren Skou, donde se avanzaron detalles de los planes de producción en España de combustibles verdes para el transporte marítimo. En el caso de España, la producción anual podría alcanzar los dos millones de toneladas, con un proyecto que plantea una inversión, junto a socios privados nacionales e internacionales, del entorno de 10.000 millones de euros y 84.000 empleos.
Por el contrario, el gran encuentro empresarial español de las últimas semanas se produjo en Qatar y sin la presencia del presidente ni de sus principales ministros. Liderados por el rey Felipe VI, una treintena de empresarios españoles representantes de Acciona, Applus, FCC, Técnicas Reunidas, Sener, LaLiga, Sacyr, Iberdrola, Grupo Dani García, Pádel Club o Integra Agricultura se reunieron con las autoridades del país árabe.
Inversión Extranjera Directa
Una muestra más de este divorcio entre empresas españolas y el Gobierno de Pedro Sánchez. Una ruptura que tiene muchas aristas y en las que los nuevos impuestos sólo han sido la confirmación de la campaña del presidente contra el tejido productivo local. Una mala relación que se ha deteriorado al calor del retraso en la entrega de fondos europeos, las críticas públicas del Gobierno y los recientes encontronazos con la Confederación de Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE).
Es así como el Gobierno seguirá fiando toda la estrategia empresarial a grandes anuncios y a fotos del presidente con inversores extranjeros. Una situación que tiene como trasfondo el miedo del Ejecutivo a una fuga de inversiones tras las decisiones tomadas en los últimos meses. Este diario ya informó que en el primer trimestre de este año se registró una Inversión Extranjera Directa (IED) en términos netos de 4.091,7 millones, un 45% por debajo de las cifras anteriores a la covid y un 65% inferior a los 6.759,9 millones del primer trimestre de 2018.
Unos datos que preocupan en el Gobierno porque a finales del año 2021 y comienzos de 2022 se produjo un gran boom inversor en todo el mundo debido al fin de las restricciones de la pandemia. Sin embargo, en el segundo trimestre se produjo un mayor crecimiento que llevó a que la IED cerrara en 10.666 millones entre enero y junio de este año, una dato que sí está por encima de las cifras de 2019 cuando se registraron 8.871 millones.
Crecimiento semestral
De esta manera, en el segundo trimestre del año se logró dar la vuelta a la estadística con un crecimiento del 20% en comparación al primer semestre de 2018. Con todo, dentro del Gobierno se teme que en el tercer trimestre y la última parte del año se vuelva a ralentizar la inversión extranjera directa neta debido a la creciente crisis económica, la subida de los tipos de interés y el retroceso del apetito inversor mundial.
En cualquier caso, todos los acuerdos y las reuniones que estos meses está sosteniendo Sánchez y su equipo económico no repercutirán de manera inmediata, sino que lo harán en el largo plazo. Pese a ello, en el Gobierno solo se conforman con el efecto inmediato de trasladar a la opinión pública la sensación de que el Ejecutivo se moviliza para atraer inversores y que estos encuentros convenzan a las empresas de que no saquen su dinero de España.