BarMar, el plan que aspira al 21% del fondo de energía UE con solo 30 días de estudio técnico
España, Francia y Portugal piden a Bruselas financiar 1.250 millones del proyecto a través de un mecanismo que tiene un presupuesto de 5.840 millones hasta 2027
El proyecto del gasoducto (ahora llamado ‘hidroducto’ porque solo podrá transportar hidrógeno y no gas) BarMar o H2Med nació el 20 de octubre de 2020. En un solo un mes, como así han reconocido desde el Gobierno, se prepararon los tres países para hacer un análisis técnico de uno de los mayores proyectos de ingeniería -tanto por tierra como por mar- de la Unión Europea en estas últimas décadas. Los tres países implicados -España, Francia y Portugal- piden a la UE financiar el 50% del coste (1.200 millones) a través del mecanismo ‘Conectar Europa‘, una herramienta que cuenta hasta 2027 con 5.840 millones.
Así, el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, el presidente francés, Emmanuel Macron, y el primer ministro de Portugal, Antonio Costa, aprovecharon su cita en Alicante con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, para presionar sobre la importancia de la ayuda europea. Aunque en Bruselas hay interés por el plan que pretende generar y transportar el 10% del hidrógeno verde de toda la UE en 2030, hay dudas con respecto a su financiación.
Los tres países implicados se presentarán a una convocatoria de proyecto de interés común estratégico de la UE (IPCEI, por sus siglas en inglés) que finaliza el próximo 15 de diciembre. Los tres socios van a presionar las próximas semanas -o meses- a Europa. «No es un proyecto solo nuestro, sino de toda Europa», argumentan. El proyecto estratégico hace referencia a los ‘Centros regionales y sus enlaces’. Una ventana que se abrió en abril de 2022 y donde se presentaron hasta 43 proyectos europeos. Seis meses después de dicha apertura, llega esta propuesta ibérica cargada de ambición.
«Aspiramos a que la UE financie el máximo posible. En este tipo de proyectos Europa puede financiar entre un 30 y un 50%», comentan fuentes gubernamentales. Un plan que no dan por hecho. «Aquí hay un proceso, con unas ventanillas y unos criterios. Hay unos requisitos que cumplir y tenemos que convencerles. Hay que trabajar mucho para alcanzar los requisitos en tiempo y forma». Las mismas fuentes apuntan a que la mera presencia de Von der Leyen es un gesto simbólico que hay que apreciar.
El proyecto tendrá dos vertientes. Por un lado, una conexión desde Portugal (Celorico) a España (Zamora) y una segunda desde nuestro país (en Barcelona) hasta Marsella (Francia). Pese al mensaje claro de los gobiernos del sur por lograr ese 50% de financiación, la respuesta de Von der Layen no ha confirmado dicho objetivo. «Cofinanciaremos el proyecto, igual que hicimos con el conector del Golfo de Vizcaya y la interconexion energética entre España y Portugal».
Desde Moncloa conocen las reglas de financiación de los proyectos de interés europeo.»Los requisitos son claros y públicos». Así, la infraestructura de los nuevos tubos deben ser para transportar hidrogeno y no gas. Por otro lado, subrayan el coste: «La tubería no es para nada barata, de hecho es muy grande y cara». Una realidad que ha empujado al Gobierno a meditar si usar tuberías existentes para el tramo de Portugal a España.
Desde el Ejecutivo remarcan que «esto no va a estar para mañana, los plazos serán largos y habrá varios. La perspectiva temporal es larga. El proyecto no está pensado para resolver la crisis energética actual, sino para impulsar la transición energética futura». Detrás del plan se encuentran los operadores del sistema (Enagas en el caso de España) y los ministerios de Transición Ecológica de los respectivos países.
Pero para que el proyecto no se enquiste en una espiral de bloqueo, todas las miradas apuntan ahora a Von der Layen, que tiene la llave para impulsar el plan con una financiación generosa. Ayer todos los líderes hicieron mención a esa cuestión; desde Macron hasta Costa: «Hay que someter a financiación europea el proyecto H2Med para que pueda ser considerado como un proyecto de interés común y se pueda financiar con fondos comunitarios», sentenciaron.