Argelia se adelanta a Marruecos y ya explota junto a China una mina clave en el Sáhara
Argel ha puesto en marcha tras 70 años el proyecto Gara Djebilet, una mina radicada en Tinduf que hará del país una potencia metalúrgica
Argelia, en apenas siete meses desde la ruptura de las relaciones comerciales con España, a raíz del reconocimiento por parte de Pedro Sánchez de la soberanía marroquí sobre el Sáhara, ha logrado encauzar su economía y su comercio para no tener que depender de la Unión Europa, y menos de Madrid. Por el camino, numerosas empresas españolas pequeñas, medianas y grandes se han quedado sin sus negocios y han visto como se rechazaban sus inversiones en el país.
Mientras, España se ha esforzado en contentar a Marruecos en la mayor parte de los asuntos comunes, a costa de romper lazos con Argel e incomodar a los socios parlamentarios del Gobierno, y como respuesta la monarquía alauí se ha mostrado muy tibia en su relación con nuestro país y ha elevado casi al máximo el listón de la paciencia española.
Por su parte, Argelia ha logrado una importante independencia e incluso ha dado el paso para unirse a los BRICS, una organización de carácter económico-comercial integrada por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. Junto a esto y además de gestionar las desaladoras, unas infraestructuras imprescindibles en el país, ya ha empezado a construirlas, dejando fuera de la ejecución a empresas españolas que eran protagonistas.
El objetivo es nacionalizar estas obras básicas y mantener su control. El plan hídrico diseñado por el Ejecutivo de Abdelmadjid Tebboune generará en los próximos años inversiones de 6.500 millones de euros y solo las desaladoras supondrán 2.500 millones de euros.
Nuevo conflicto entre Argelia y Marruecos
Pero uno de los mayores avances ha sido el inicio de la explotación en Tinduf (Sáhara argelino) de la mina de Gara Djebilet, de los que precisamente el Ejecutivo marroquí ha dado cuenta durante la semana. Los trabajos comenzaron el pasado agosto y Argel ha ido de la mano de empresas chinas y del Gobierno de ese país. El proyecto, que llevaba años en la agenda argelina, ha vuelto a hace saltar las chispas entre Argel y Rabat por un territorio cuya soberanía no es fácil de definir.
La explotación de una mina casi infinita, suficiente para cubrir las necesidades del país magrebí y que permitirá incluso exportar buena parte del material más adelante, «constituirá una palanca para la industria siderúrgica en Argelia y promoverá la realización de megaproyectos, como el refuerzo de la red ferroviaria en Argelia», según se remarca en la prensa afín a partir del discurso de diferentes dirigentes. Extender la red ferroviaria, la fabricación de contenedores, gasoductos y oleoductos con acero propio ya están entre los planes futuros.
Solo en la fase explotación -2022-2025-, la capacidad de producción de mineral variará entre 2 y 3 millones de toneladas de mineral de hierro, para llegar a 40-50 millones de toneladas/año a partir de 2026. Garat Djebilet, en la provincia de Tinduf, que acoge a cerca de 200.000 refugiados procedentes del Sáhara Occidental, es considerada una de las minas de hierro más grandes del mundo. Gara Djebilet tiene más de 3.000 millones de toneladas de reservas, incluidas 1.700 millones de toneladas que se pueden explotar, según las estimaciones del Ejecutivo argelino.
Argelia dice adiós a España
La gran mina de Garat Djebilet, en pleno Sáhara, fue descubierta hace siete décadas, pero no ha sido hasta ahora cuando Argel ha visto la posibilidad de explotarla y sacar partido a una reserva de hierro que los expertos calculan en 3,5 billones de toneladas para convertirse en una potencia metalúrgica de África.
Pese a que la mina fue descubierta hace más de 60 años -1959- y no ha sido hasta precisamente ahora cuando se ha decidido abrirla, para explotar una reserva estimada en cerca de tres billones de toneladas de mineral de hierro, lo que la convierte en uno de los principales yacimientos del mundo. La decisión ha dejado a España sin un nuevo nicho económico en el vecino del sur, que vendía hierro a Argelia por 250 millones anuales, un 8% del total de las necesidades del país.
Argel se salta un acuerdo
La distancia es uno de los principales inconvenientes del plan, ya que hará perder rentabilidad y obligará a construir una vía férrea de hasta 800 kilómetros con destino a los puertos de Orán y Mustaganem. Es uno de los asuntos que destaca IDOM, la única empresa española que participará en el macroproyecto, que señala que otro de los principales desafíos técnicos de este proyecto es reducir el contenido de fósforo (de 0,8% a 0,1%) en el mineral de hierro y superar los problemas de ubicación.
La empresa encargada del proyecto es la estatal china, Sinosteel, que ha contratado a IDOM para el desarrollo de una gran parte del preestudio y del estudio de viabilidad. Hasta ahora, tres empresas chinas -China International Water & Electric, Heyday Solar y Metallurgical Of China- trabajan en el plan de extracción de mineral de hierro de Gara Djebilet, que requerirá una inversión inicial de 1.900 millones de euros, según los datos a los que tiene acceso THE OBJECTIVE.
Argelia y Marruecos habían acordado el desarrollo de la mina de Gara Djebilet, dentro del tratado sobre las fronteras, firmado en 1972. Se comprometieron a crear una sociedad argelino-marroquí para el desarrollo de la mina de hierro para la extracción, comercialización y procesamiento. Rabat se encargaría de realizar las infraestructuras para trasladar desde el desierto la producción.
El argumento de Argel, para realizar el proyecto por su cuenta, es que Marruecos tardó 20 años en refrendar el citado acuerdo y ni siquiera ha presentado su ratificación a Naciones Unidas. Rabat rompió relaciones con Argel en 1974 y en el tratado se deja patente que «Argelia es propietaria de esta mina ubicada en su territorio, que se encuentra bajo su plena soberanía».