La firma de hipotecas sube a 463.614 en 2022, su mejor dato desde 2010
El crecimiento de 2022, de casi el 11 %, es menos de la mitad que el correspondiente al año anterior, que fue de casi un 24 % frente a 2020
El crecimiento de 2022, de casi el 11 %, es menos de la mitad que el correspondiente al año anterior, que fue de casi un 24 % frente a 2020
El número de hipotecas para la adquisición de viviendas se situó en 463.614 en 2022, la cifra más alta desde 2010 y un 10,9 % superior a la registrada en 2021, aunque el dato mensual de diciembre marcó el inicio de lo que podría ser un cambio de tendencia al caer un 8,8 % por primera vez en 21 meses.
Según los datos provisionales publicados este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el capital prestado para constituir estos préstamos sobre vivienda se situó en 67.460,6 millones de euros después de aumentar un 17,3 % interanual, en tanto que el importe medio subió un 5,8 %, hasta 145.510 euros.
El crecimiento de 2022, de casi el 11 %, es menos de la mitad que el correspondiente al año anterior, que fue de casi un 24 % frente a 2020, aunque conviene tener en cuenta que ese año el mercado se frenó debido a la pandemia.
Diciembre marca el inicio de un cambio de tendencia
Las 30.075 hipotecas sobre viviendas firmadas solo en diciembre representaron, como ya hemos dicho, el primer recorte en 21 meses a pesar de las cuatro subidas de tipos registradas en el segundo semestre del ejercicio, y fueron un 8,8 % inferiores que las de un año antes y un 23 % inferiores que el mes anterior.
El importe medio de esos préstamos fue 143.854 euros, un 0,4 % menos que en diciembre de 2021, y el capital prestado se redujo un 9,2 % y quedó en 4.326,4 millones de euros.
Los datos de firmas ya no son tan abultados como los de los meses anteriores, lo que refleja una ralentización de la premura de la ciudadanía para sortear el endurecimiento de los préstamos, explica la directora de Estudios de Fotocasa, María Matos.
En diciembre el euríbor alcanzó el 3 %, y por lo tanto la negociación de los compradores con las entidades bancarias se hacía cada vez más complicada, en un momento en que los bancos aún presentaban tipos relativamente atractivos, pero muy cambiantes por las subidas diarias del euríbor, añade Matos.