Los particulares invierten un 10.000% más en letras del Tesoro ante la tacañería de la banca
Las personas físicas acumulan ya 1.826 millones en este tipo de deuda pública por el interés que ofrecen frente a los depósitos de las entidades
La inversión de los particulares en letras del Tesoro no ha parado de dispararse en los últimos meses ante la tacañería de la banca con los depósitos. Las mejores rentabilidades de este tipo de deuda pública, como consecuencia del aumento de los tipos de interés oficiales, y la escasa remuneración que ofrecen las entidades por el ahorro tradicional ha llevado a que el desembolso realizado por los ciudadanos de a pie haya crecido algo más de un 10.000% en tan solo un año, aunque el interés mayoritario comenzó en octubre.
En concreto, según los datos recopilados por THE OBJECTIVE en el Tesoro Público, las personas físicas acumulaban a cierre de 2022 ya 1.826 millones de euros en letras. Una cantidad que contrasta con los 17 millones de euros de finales de 2021. Es decir, que el crecimiento experimentado alcanza un 10.641%.
La tendencia, de acuerdo con las fuentes financieras consultadas, ha proseguido en los inicios de 2023. Un hecho que ha obligado al Banco de España a imponer citas previas para la compra de esta deuda soberana en sus instalaciones ante la avalancha de demanda y las colas formadas a las puertas de sus sedes. También la web del Tesoro se ha colapsado en algún momento.
Las letras ofrecen más de un 3% frente al 0,59% de los depósitos
Las letras del Tesoro aportan una rentabilidad en la actualidad de más de un 3% en contraposición con el 0,59% que pagan los bancos de media por los depósitos tradicionales. Un interés que las entidades han recortado a principios de año a pesar de que el euríbor ha incrementado su ascenso y de que el BCE presione con más intensidad al sector para que suba los tipos de las imposiciones a los ciudadanos.
Las quejas del organismo monetario, que pretende seguir aumentando el precio oficial del dinero para contener la inflación, son tales que hasta su presidenta, Christine Lagarde, ha reclamado a la banca una mejora y a los españoles a llevarse a otra entidad su dinero si su banco no le ofrece un mejor retribución por el dinero.
Con el crecimiento de la demanda experimentado hasta la fecha, los particulares controlan el 2,44% de las letras del Tesoro en circulación. Un porcentaje que es el más elevado desde 2013 y que es significativamente superior al 0,02% de finales de 2022.
El espectacular crecimiento de la inversión por parte de las personas físicas se está produciendo desde la vuelta de verano. Solo en diciembre la tenencia de letras del Tesoro se duplicó frente a noviembre. Y en dicho mes se triplicó frente a octubre.
En enero la evolución positiva ha continuado, según fuentes del mercado. A falta de los datos oficiales, la demanda de este tipo de deuda pública ha estado detrás, en parte, de que los depósitos y cuentas de los hogares haya caído en 13.000 millones. Eso sí, el descenso del dinero ahorrado por las familias obedece sobre todo a la carestía de la vida (energía, hipotecas, alimentos, etc) y la cuesta de enero.
La banca se está resistiendo a mejorar sustancialmente la remuneración que ofrecen por las imposiciones a plazo al disponer de liquidez suficiente y, por tanto, por la falta de necesidad de acudir a los clientes para captar recursos con los que financiar su actividad crediticia.
Las grandes entidades (Caixabank, Santander, BBVA y el resto de grupos de tamaño relevante) se niegan a mover ficha en este sentido y solo elevarán los intereses que abonan en caso de que alguno de ellos abra la batalla. Tan solo bancos digitales y de pequeña implantación están pagando tasas que se acercan al euríbor y a la deuda pública.
Las letras del Tesoro se pueden adquirir tanto en la página de internet del Tesoro y en las sucursales del Banco de España de manera gratuita. Los bancos también ofrecen el servicio, pero a cambio de una comisión. La inversión mínima es de 1.000 euros en todos los casos.
Los mayores tenedores de esta deuda pública son los inversores extranjeros, con 42.656 millones de euros; las entidades financieras españolas, que suman 14.000 millones; y los fondos, que tienen 4.320 millones. A cierre de 2022 había en circulación letras del Tesoro por un importe de 74.881 millones.