La banca rebaja el interés de los depósitos pese a la subida del euríbor y la presión del BCE

La banca española ha rebajado el interés que paga por los depósitos a los clientes particulares pese a la subida del euríbor y la presión cada vez mayor del BCE para que aumente los tipos al ahorro tradicional. Las entidades han recortado la remuneración que abonan por las nuevas imposiciones a plazo en enero hasta una media del 0,59% sin tener en cuenta las comisiones aplicadas.

Según los datos del Banco de España recopilados por THE OBJECTIVE, la retribución ha descendido desde el 0,64% de diciembre y rompe la tendencia alcista de los últimos meses, especialmente desde septiembre. En concreto, los depósitos a un plazo de hasta un año de vencimiento, los más habituales, ofrecen una rentabilidad del 0,37%, tras experimentar una merma de cinco puntos básicos.

En el dinero colocado a más de dos años, la tijera metida por los bancos ha mermado el tipo de una manera más contundente, ya que ha bajado del 1,05% al 0,78%. Por contra, en los depósitos con plazo de entre uno y dos años, en el que las entidades están centrando su minibatalla comercial por ahora, la tasa que desembolsada ha registrado un aumento, desde el 1,07% al 1,24%.

Santander, BBVA y Caixabank descartan por ahora elevar los tipos de los depósitos

Los bancos, principalmente los grandes –Caixabank, Santander, BBVA, Sabadell y Bankinter, entre otros-, están descartando por el momento incrementar los intereses que pagan por los depósitos tradicionales al contar con excesiva liquidez. Una estrategia que está llevando a los clientes a buscar alternativas de inversión ante la escalada del euríbor hasta más allá del 3,5%, como las Letras del Tesoro.

Las mayores entidades han dejado claro que por el momento no habrá movimientos significativos en este terreno y mantendrán su política de no trasladar al ahorro tradicional la subida del precio oficial del dinero por parte del BCE para contener la inflación. Aunque han dado a entender que a lo largo de este ejercicio la cosas podrían cambiar y podrían empezar a elevar la retribución.

La presidenta del Santander, Ana Botín, señaló hace unas semanas que «en algún momento los depósitos estarán mejor remunerados». Pero, el grupo cántabro como el resto de principales bancos, no han puesto fecha para el giro y han advertido que todo dependerá de los movimientos sectoriales que se produzcan. Es decir, que todo se dará en función de si alguno entra de lleno en una batalla por captar dinero y usuarios a través de estos productos con un incremento de los intereses.

Desde hace algún tiempo, el BCE está urgiendo a los bancos que inicien comiencen a pagar más por los depósitos a los particulares. Esta misma semana, la presidenta del organismo monetario, Christine Lagarde, se pronunciaba de manera contundente en este sentido.

Lagarde indicaba que el retraso de la banca española en el alza de los tipos al ahorro tradicional se estaba convirtiendo en un «problema» y reclamaba a los clientes a negociar con sus entidades un alza de los intereses. De no conseguir una mejora, la presidenta del BCE animaba a los usuarios a llevarse el dinero a la competencia.

La institución comunitaria pretende que los bancos no solo incrementen el precio de los créditos, como los están haciendo desde que el euríbor inició su tendencia alcista hace un año, sino que también trasladen las nuevas condiciones del mercado al ahorro tradicional. Con ello, el poder adquisitivo de las familias se elevaría y compensaría de alguna manera el mayor coste de la vida (alimentos, energía, hipotecas, etc).

Los bancos, por contra, sí están elevando los intereses de los depósitos de las empresas con el fin de retener su dinero y evitar una fuga a la competencia. Las compañías, por lo general trabajan con diferentes entidades por lo que el trasvase de dinero es más sencillo, y son clientes más rentables al tener contratados más productos y con unos márgenes más altos.

En enero, a diferencia de los sucedido con los particulares, la banca aumentó de media los tipos de las imposiciones a plazo de las sociedades no financieras hasta el 1,66%. En diciembre esta tasa estaba en el 1,6%. Con ello, la diferencia es que las entidades abonan tres veces más a las empresas que a las familias por el dinero depositado en las nuevas operaciones.

Los bancos elevan el precio de todos los créditos

Los principales bancos están explotando al máximo la subida del euríbor con el el fin de capturar el mayor margen operativo posible y disparar sus ingresos. Por un lado, están registrando un alza en su facturación por la subida de las cuotas de los préstamos que ya estaban concedidos, con especial relevancia en las hipotecas a tipos variables, y por otro, están comercializando créditos a un coste más elevado.

En enero, todos los segmentos de financiación han visto acrecentadas las tasas exigidas por la banca. En las nuevas hipotecas, el precio incluyendo las comisiones, el interés llega ya al 3,37%; en las transacciones para consumo roza el 9% (8,91%, en concreto); en los préstamos a pequeñas empresas y autónomos, alcanza el 5,32%; en las medianas compañías, el 4%; y en las grandes corporaciones, el 3,63%.