Fainé busca una 'entente cordiale' con Calviño que evite sustos en las fundaciones bancarias
La ministra convoca una cumbre con estas instituciones que ha levantado no pocos recelos ante un eventual cambio regulatorio
La cumbre convocada para este mismo miércoles por Nadia Calviño con las ocho fundaciones bancarias existentes en España no supone ningún buen augurio para el devenir de estas entidades herederas de las antiguas cajas de ahorros. La eventual revisión del marco normativo amenaza el statu quo de unas marcas que se caracterizan por su ingente obra social, pero cuya destacada posición de control en los bancos surgidos de la reestructuración financiera de la pasada década es un factor que complica las relaciones de la vicepresidenta europea con las autoridades de Bruselas. La llamada a capítulo ha motivado el desvelo de los dirigentes de estas instituciones, que fían sus objetivos en la capacidad de persuasión que pueda ejercer Isidro Fainé ante la máxima responsable de la política económica.
El titular de la Fundación La Caixa fue el principal interlocutor del exministro Luis de Guindos para la elaboración en 2013 de la actual Ley de de cajas de ahorros y fundaciones bancarias. Además, ocupa también la presidencia de la Fundación de la CECA, que actúa como aglutinador de todos los intereses corporativos de este segmento del mercado financiero. En tercera instancia, Fainé negoció en primera persona con Calviño la integración de Caixabank con Bankia y actúa como socio del Gobierno en la entidad resultante, donde no se olvide que el Estado cuenta con una participación del 17% a través del FROB.
«El cónclave con la ministra se desarrollará bajo la tutela de Isidro», señalaba al respecto una fuente vinculada con los participantes que este miércoles están citados a última hora de la mañana en el Ministerio de Economía. Aparte de La Caixa, las otras siete fundaciones están vinculadas con Ibercaja, BBK, Kutxa, Caja Vital, Cajastur, Unicaja y Caja Burgos y todas ellas han dado su beneplácito, como no podía ser menos, al máximo paladín del sector, con la esperanza de que Fainé pueda alcanzar una entente cordiale con la ministra que evite mayores sustos en el sector.
Reducción de participaciones a niveles simbólicos
En su conjunto, estas instituciones suman participaciones de miles de millones de euros en acciones de sus bancos, que son la fuente de ingresos para la financiación de sus multimillonarias obras sociales. Al mismo tiempo, cuentan en algunos casos con ventajas fiscales que podrían perderse si el Gobierno adopta una deriva regulatoria más estricta, siguiendo la hoja de ruta establecida en el propio MOU del rescate bancario comprometido con la Unión Europea en el año 2012. En dicho acuerdo se dejó patente que las posiciones de dominio que ejercen buena parte de ellas deberían tener un carácter transitorio con el fin de romper el arraigo político que condicionó las tareas de gestión en las antiguas cajas de ahorros.
El Ministerio de Economía es partidario de que las fundaciones bancarias en España sigan la senda habilitada desde hace tiempo en Italia, lo que se traduce en una reducción de sus cuotas accionariales a límites simbólicos. Dicho proceso supondría un terremoto para estas entidades, que confían en la capacidad de Fainé para disuadir a la ministra y evitar una tentación regulatoria de consecuencias imprevisibles. La cuestión que ahora se intenta dilucidar reside en la contraprestación que Nadia Calviño pueda reclamar a cambio de mantener impoluta la normativa vigente en el sector.
A nadie se le escapa que estas instituciones siguen manteniendo lazos consanguíneos con los poderes políticos y que, en algunos casos, como en las fundaciones de las cajas vascas y de Ibercaja en Aragón, perduran ciertas anomalías de antiguos regímenes normativos que están bajo el ojo avizor de Bruselas. El Ministerio de Economía es el regulador oficial del sector como responsable del Protectorado de Fundaciones Bancarias que preside la subsecretaria Amparo López Senovilla, y nada impide que, desde esta perspectiva, inste a sus interlocutores para que colaboren de manera más directa en las medidas contra la crisis que Nadia Calviño viene impulsando en su calidad de vicepresidenta primera.
Romper el hielo de la remuneración de depósitos
La reputación social de las fundaciones constituye un argumento perfecto para que el Gobierno pueda transmitir a buena parte del sistema financiero sus planes de auxilio contra los colectivos más vulnerables de la actividad económica, incluyendo entre ellos la conveniencia de que los bancos empiecen a retribuir por los depósitos en una justa correspondencia con los mayores márgenes que obtienen por su negocio crediticio. La subida de los tipos de interés arrecia en contra de los clientes minoristas de los bancos y todos los analistas del mercado financiero son conscientes de que la salvaguarda tácita de las entidades de crédito contra la remuneración del pasivo saltará por los aires en cuanto alguna de las grandes marcas decida romper el hielo.
El protagonismo de Fainé otorga especial relevancia, desde esta perspectiva, a la reunión de este miércoles, ya que Caixabank, controlado en un 30% por la Fundación La Caixa, se ha convertido en la punta de lanza de la ofensiva que tarde o temprano llevará el Gobierno para dar en el codo a las entidades de crédito. El veterano financiero tiene todavía mucho que decir y no sería extraño que aprovechase el encuentro para exhibir también sus quejas ante los nuevos impuestos especiales contra la banca y que su propia entidad acaba de anunciar que recurrirá en instancias judiciales. En suma, muchos frentes abiertos y no pocos recelos encubiertos.