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Economía

Criteria reduce poderes en Caixabank pese a elevar su participación al 32,24% del capital

El brazo industrial de la Fundación La Caixa no podrá influir en la elección de consejeros independientes, al superar el 31% tras la recompra de acciones

Criteria reduce poderes en Caixabank pese a elevar su participación al 32,24% del capital

El presidente de La Caixa, Isidro Fainé. | La Caixa

Criteria, el brazo inversor de la Fundación La Caixa, ha reducido el control que tiene sobre Caixabank pese a haber elevado su participación este mes de enero. Pero este aumento ha supuesto de manera automática una reducción de sus poderes en la entidad por los compromisos adquiridos con el BCE tras la absorción de Bankia.

De acuerdo con la información recabada por THE OBJECTIVE, el holding industrial ostenta un 32,24% del capital de Caixabank, tras la recompra de acciones realizada por esta última y posterior amortización de los los títulos adquiridos el año pasado. Antes de dicho plan, Criteria controlaba un 30%.

Hasta la fecha, el conglomerado empresarial liderado en primera instancia por Isidro Fainé no tiene previsto disminuir dicha participación y, según señalan fuentes cercanas, no hay ninguna medida aprobada en este sentido, por lo que tiene mermada su influencia para determinadas decisiones que pudiera adoptar a partir de ahora el consejo de administración de Caixabank.

No podrá influir en el nombramiento de consejeros independientes en Caixabank

La Fundación, a través de Criteria, se comprometió con el BCE a que, a partir de un 31% de capital en sus manos, umbral que ha sobrepasado hace unas semanas, a no tener capacidad decisoria sobre el nombramiento de vocales independientes en la entidad. En concreto, sus representantes en el órgano rector de Caixabank no pueden tomar posición ni votar en contra de la elección sobre dichos consejeros. Y, por supuesto, tampoco en la Junta.

Las mismas fuentes quitan hierro a la merma de capacidad de influencia del holding en Caixabank al tratarse de un tema puramente técnico, pero consideran que es un asunto que, por contra, sí se ha analizado con detalle a la hora de no haber reducido hasta el momento el porcentaje de capital en su propiedad.

Se da la circunstancia de que, previsiblemente, la próxima Junta de Caixabank tendrá que someter a votación el nombramiento de un nuevo consejero independiente con motivo de los límites de mandato establecidos en sus estatutos. Y que el consejo deberá, por tanto, llevar a cabo una propuesta para la sustitución.

Se trata de John Reed, que lleva sentado en la mesa de Gobierno de la entidad desde 2011. Es decir, en este ejercicio se cumplen los 12 años máximos que puede ocupar uno de los sillones. Reed, además, no es un vocal cualquiera, ya que entre sus funciones está la de ser el consejero coordinador, una figura clave de compensación de los independientes frente a los representantes de los accionistas.

Con motivo de la recompra de acciones y posterior amortización de las mismas, que se produjo a principios de este ejercicio, el Estado -a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob)- también ha ampliado su participación en Caixabank, del 16,17 al 17,3%.

El Frob, dependiente del Ministerio de Economía, al igual que la Fundación, ha preferido mantener todos sus títulos y no aprovechar la operación para ir deshaciendo su posición. Hay que tener en cuenta que el Estado tiene que abandonar en un determinado plazo el capital de la entidad para recuperar el máximo posible de los 24.000 millones de euros que fueron inyectados en la extinta Bankia durante su rescate.

A día de hoy, las arcas públicas aún no han recuperado ni un solo euro de dichas ayudas y el Gobierno, en distintas ocasiones ha aplazado el periodo de desinversión. La última vez que lo hizo fue a finales de 2022, cuando amplió hasta diciembre de 2025.

La intención del Ministerio de Economía es no asumir, por ahora, pérdidas, y darse tiempo para poder maximizar el valor. Por ello, ha rechazado utilizar la vía abierta de la recompra de Caixabank para poder ir rebajando su participación en la entidad en un momento, eso sí, en el que la cotización está en tendencia claramente alcista.

El año pasado, debido a la subida de los tipos de interés y su impacto en los ingresos, Caixabank fue el valor del Ibex que más subió en Bolsa. En lo que llevamos de 2023, su progresión continúa y acumula ya un avance del 10%, con lo que su capitalización sobrepasa los 30.000 millones de euros.

Aumento de dividendos a percibir

Para la Fundación La Caixa, vía Criteria, y para el Frob tener el mismo volumen de acciones que antes de la recompra es clave, porque aumentan así los dividendos que perciben de Caixabank. Con ellos, la institución que preside Fainé puede acometer todos sus proyectos sociales, mientras que para el organismo público puede, en algún momento, recuperar el dinero del rescate. Hasta ahora los dividendos obtenidos por el Frob se han destinado por completo a sanear BFA -el holding de la antigua Bankia-, de la que tiene el 100% del capital.

Las limitaciones impuestas por el BCE a Criteria en Caixabank vienen de hace tiempo. En concreto desde que la institución comunitaria se convirtiera en el supervisor y pusiera condiciones a las antiguas cajas de ahorros españolas con motivo de las ayudas. Antes de la fusión con Bankia, la Fundación tuvo que bajar del 40% del capital para conservar su influencia y tuvo que reducir el número de representantes en el consejo del banco.

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