La española QEV logra vender 1000 furgonetas eléctricas a Bimbo en México por 60 millones
La ayuda de los fondos europeos permitió a la empresa conseguir su gran contrato y aspira a abrirse a Latinoamérica y Europa
Las furgonetas de la empresa QEV. | QEV
La empresa española QEV ha logrado vender 1.000 furgonetas eléctricas a la multinacional de alimentación Bimbo en México por 60 millones de euros. Consiguen así, según fuentes de la empresa, su gran contrato que los catapulta para aspirar a futuros acuerdos comerciales en Latinoamérica y Europa.
«Para nosotros ha sido un evento importante. Las unidades de prueba que les dimos confirmaron lo mejores éxitos y resultaron ser los mejores del mercado en temas de calidad precio. Nos dijeron que habían sido las mejores que habían encontrado. Nos abren una gran puerta», aseguran desde la empresa, que tiene su sede en Barcelona.
«El Grupo Bimbo ha apostado por nuestra marca. A principios de marzo llegaron 100 furgonetas. Y las siguientes 100 llegarán en julio. Cada furgoneta se ha vendido por 60.000 euros. Ha sido la mejor operación de la empresa, nos cambia completamente. Es muy importante para nosotros esta operación y que estén contentos», apuntan.
«Hemos empezado a hablar con Bimbo en España y esperamos futuras relaciones con Chile, Perú o Ecuador». La compañía despegó gracias a un acuerdo con una empresa china. «Lanzamos la idea de fabricar furgonetas eléctricas hace tres años. Desarrollamos diferentes prototipos. Al principio, logramos un acuerdo con una empresa en China para fabricar los productos. Necesitábamos elegir un lugar donde fabricar y a través de una joint venture con la empresa china sacamos adelante el producto. En Barcelona lo que teníamos era el centro de diseño de los vehículos», sentencian.
«Hace justo un año a la empresa les salió la oportunidad de producir en España. Se cerraba la fábrica de Nissan en Barcelona. A través del programa de reindustrialización del Gobierno, optamos y les convencimos de que podíamos usar la fábrica para atraer producción de Europa y Latinoamérica», sentencian. Fueron las ganadores del proceso tras un año y medio.
En apenas una semana recibieron las llaves de la fábrica de Nissan. El objetivo de la empresa es fomentar la movilidad sostenible. Por otro lado, también impulsan la marca Zeroid con el objetivo de recuperar el símbolo del cero que incite a pensar en «cero emisiones». Aunque esa es la marca la comercial, la ingeniería que desarrolla las furgonetas es QEV.
Aparte del concurso, se publicaron las subvenciones de los fondos Next Generation enfocados al vehículo eléctrico. Fue a través de un consorcio de empresas. «Lo que hicimos fue buscar socios, nos presentamos y lo conseguimos. Nos convertimos en uno de los siete consorcios en ganar».
Dentro de su consorcio había empresas relevantes, como Cellnex. El objetivo es un proyecto a nivel tractor de furgonetas eléctricas. Hay un cúmulo empresas relacionadas para ayudar al sector, todo ello vinculado con la cadena de valor. Cuando el Gobierno creó la idea de los consorcios se buscaba ayudar a las pymes. Es obligatorio que haya un 40% de pequeñas y medianas empresas. De esta forma, se consigue un efecto arrastre para ayudar al tejido empresarial.
La empresa, que tendrá 600 empleados listos para operar en 2024 (incluyendo a una nueva subsidiaria llamada D-Hub), afirma que se seguirá presentando a licitaciones públicas. Hoy tienen una decena de pequeños inversores privados, pero preparan una nueva ronda de financiación.
Por último, aseguran que es necesario atraer las marcas de automoción a España. «Somos el segundo fabricante de automoción en Europa. Pero necesitamos que la toma de decisión se haga desde aquí y no a merced de lo que pasa en el exterior». «Nos hemos centrado en furgonetas y transporte público. Ya existen hoy limitaciones en las ciudades con los vehículos de combustión. Por lo que es un buen negocio. Al elegir furgonetas para empresas y no priorizar los vehículos para particulares en su negocio se debe sobre todo a que serán estos primeros en electrizarse», sentencian.
