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Economía

El Gobierno refuerza su control sobre Indra con un nuevo inversor cercano a Moncloa

Escribano M&E fue beneficiada con millonarios contratos durante la covid y tiene en su consejo de administración a un ex alto cargo de Bono y Zapatero

El Gobierno refuerza su control sobre Indra con un nuevo inversor cercano a Moncloa

Marc Murtra, presidente no ejecutivo de Indra. | Agencias

El Gobierno ha propiciado un nuevo y discreto movimiento en Indra. Este lunes -festivo en Madrid- Escribano Mechanical & Engineering anunciaba la compra del 3% de la cotizada por 65 millones de euros, con lo que se coloca como el segundo inversor industrial en la compañía participada controlada por el Ejecutivo a través de la Sociedad Española de Participaciones Industriales (SEPI). Las fuentes consultadas por THE OBJECTIVE coinciden en señalar en que esta irrupción no es casual y ha estado apadrinada por Moncloa para reforzar su control accionarial y dar el poder total al presidente afín Marc Murtra.

El Ejecutivo ha movido ficha en plena búsqueda de un nuevo consejero delegado que sustituya al renunciado Ignacio Mataix y, según cuentan cercanos a la operación consultados por este diario, para asegurarse que el nuevo directivo esté plegado con los intereses de Moncloa. El actual CEO abandonó la compañía por diferencias con Marc Murtra y por oponerse a los planes estratégicos clave como la entrada en ITP Aero, es por ello que ahora con un nuevo inversor afín se busca asegurar una mayoría absoluta de cara a futuras votaciones en el consejo de administración y la Junta de Accionistas.

El Gobierno tiene actualmente el 25,1% de Indra a través de la SEPI y cuenta con SAPA como socio fiel con un 5% del capital. Amber Capital, propiedad de Joseph Oughourlian, a su vez máximo accionista y presidente de Prisa, fue el otro socio fiel que ayudó al Ejecutivo a asaltar Indra hace ya un año apartando a los consejeros rebeldes e independientes. Sin embargo, tras doce meses de enfrentamientos no está tan claro el apoyo del franco armenio. Es por ello por lo que se ha recurrido a un nuevo socio que pueda garantizar la mayoría accionarial para nombrar al nuevo CEO y ‘amarrar’ la gobernabilidad de la compañía.

Miguel Ángel Panduro

Escribano Mechanical & Engineering es un viejo conocido del Gobierno socialista y de la Administración pública. La compañía tiene como su número tres y miembro del consejo de administración a Miguel Ángel Panduro Panadero. Durante ocho años fue consejero delegado de la sociedad pública Ingeniería de Sistemas para la Defensa de España SA (ISDEFE), empresa dependiente del Ministerio de Defensa, por ese entonces a cargo de José Bono; y fue designado en 2004 por el entonces presidente de Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

En septiembre de 2019 -apenas tres meses después de la llegada de Sánchez a La Moncloa- fue designado como máximo responsable de Hispasat, precisamente a propuesta de Red Eléctrica Española (actualmente Redeia), participada en un 20% por la SEPI, porcentaje al que se añade el 7,41% en manos directas de la propia sociedad pública. Las dos empresas son semipúblicas al igual que Indra, y en todas ellas el actual Ejecutivo ha situado a directivos cercanos para alinear los intereses gubernamentales con las estrategias de estas compañías.

Pero Panduro no es un consejero más. En las cuentas de la compañía del año 2021 -las últimas disponibles en el Registro Mercantil- aparece como firmante junto con Javier y Ángel Escribano, número uno y dos y fundadores de la compañía. De hecho, se ha mantenido como consejero de la firma pese a que desde 2019 es CEO de otra empresa cercana al Estado, Hispasat y las dos tienen similares actividades en el ámbito de la seguridad nacional, una en la defensa y la otra en satélites.

Contratos públicos

La compañía es además una vieja conocida de la Administración y adjudicataria de importantes contratos públicos durante la pandemia, gracias a los que ha aumentado exponencialmente su facturación desde entonces. En abril de 2020 -justo en momentos en los que comenzaba el confinamiento- se le adjudicó el suministro de 5.000 respiradores por 36 millones de euros. El objeto de dicho contrato fue la compra de equipos de respiración pulmonar portátil para atender a los enfermos de coronavirus en los centros hospitalarios. Hasta esa fecha, la sociedad no tenía capacidad logística para producir este equipamiento.

Un mes después se conoció que Escribano Mechanical & Engineering se sumaba a General Dynamics, Indra y Sapa (con quien compartirá capital en Indra) para poner en marcha el programa VCR 8×8, con un presupuesto de 2.100 millones de euros con los que el Ministerio buscaba la construcción de 348 vehículos de combate. Otro contrato que se adjudicó en plena pandemia y pese a que dos empresas israelíes con más experiencia se quedaron fuera de la licitación.

La compañía especializada en producir equipamiento electrónico para armas dice que facturará 140 millones en 2023, aunque las últimas cifras disponibles en el Registro Mercantil indican que ingresó 87,6 millones en 2021. Un desempeño que sin embargo se ha disparado en los últimos cursos: en 2018 llegó a los 44,7 millones, en 2019 a los 44,2 millones y en 2020 a los 73,5 millones. Con todo y pese a tener estos niveles de facturación la compañía ha invertido 65 millones de euros en Indra.

Fuentes de la compañía afirman oficialmente que esta operación es fruto de “una clara apuesta por la solidez de la industria española de Defensa, un sector puntero y estratégico para el desarrollo socioeconómico de nuestro país, con el que Escribano tiene un fuerte compromiso y en el que quiere aportar su experiencia”.

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