El consejero dimitido de Indra denuncia presiones para nombrar con urgencia al CEO

Axel Arendt, consejero de Indra hasta semana pasada y que dimitió de su cargo precisamente cuando se anunció la designación del nuevo consejero delegado, José Vicente de los Mozos, ha denunciado presiones para elegir de urgencia al máximo gestor de la compañía tecnológica. Unas declaraciones que no ayudan a cerrar las disputas que han afectado a la compañía en los últimos dos años y que añaden más leña a un fuego que se daba por apagado con la designación del sustituto de Mataix.

En su carta remitida al presidente ejecutivo, Marc Murtra, y publicada por la cotizada en la CNMV, el ya exconsejero alaba la figura del saliente consejero delegado, Ignacio Mataix, dice no entender su salida y denuncia que las presiones para elegir de urgencia al nuevo gestor impidieron que la comisión de nombramientos tuviera tiempo suficiente para asegurar «el mayor posible éxito de la decisión».

Arendt era el único consejero extranjero y ahora su vacante podría ser cubierta por el representante de Amber Capital, Joseph Oughourlian, que este mismo martes comunicó que subía su participación al 7,2%, porcentaje suficiente para pedir un asiento en el máximo órgano de decisión de Indra. Una decisión que se tomará en la próxima Junta General de Accionistas convocada para el 30 de junio, pero para la que tendría los apoyos necesarios.

Motivos de la dimisión

«Le escribo para explicar las razones de mi decisión de renunciar a mi cargo como consejero independiente de Indra que quiero formalizar y hacer efectivo a partir del 19 de mayo de 2023. Acepté mi nombramiento como miembro del consejo porque entendí que mi conocimiento y experiencia previa en el sector de la defensa podrían proporcionar un valor estratégico a la compañía en un momento de crecimiento», indica en la misiva.

«También estaba familiarizado con la gestión de la compañía y en particular a su director general (Ignacio Mataix), a quien considero de excelente credibilidad profesional. En los siete meses desde mi nombramiento, han ocurrido hechos que me han hecho dudar de mi posición y valor para Indra».

En particular se refiere a la renuncia de Ignacio Mataix, el último directivo de la época de Fernando Abril Martorell y enfrentado con Murtra durante los últimos meses. «Las razones de la salida en sí sigue escapando a mi comprensión, a la vista de los muy buenos resultados alcanzados por la compañía bajo el liderazgo del señor Mataix y la alta estima que tiene en los mercados de la industria de la Defensa».

Nuevo CEO de Indra

Respecto del proceso de selección del nuevo consejero delegado, José Vicente de los Mozos, indica que «se ha llevado a cabo con el mayor rigor, celeridad e independencia por parte de la Comisión de Nombramientos, Retribuciones y Gobierno Corporativo». «Sin embargo, considero que la comisión estuvo presionada por un sentido indebido de urgencia en la fase final de este proceso de selección, que a mi juicio impidió que la comisión tuviera tiempo suficiente para asegurar la mayor posible éxito de la decisión».

«En vista de lo anterior, he decidido renunciar a mi cargo de director independiente. Deseo a la compañía y a su gerencia solo lo mejor y lo mejor posible éxito en el futuro», concluyó en la misiva que se ha publicado al cierre del mercado y tras caer un 1,26% en la jornada bursátil. En los últimos cinco días y tras la designación de De los Mozos el valor ha retrocedido un 0,76%.

En cualquier caso, la carta de Arendt no es una buena noticia para Indra. La compañía lleva varios meses intentando convencer al mercado de que ha solucionado todos sus problemas de gobernanza. Después de la salida de los consejeros independientes, desalojados tras la solicitud de Amber y el apoyo de la SEPI (el Gobierno) y Sapa, Indra ha salvado una investigación por acción concertada de la CNMV y ha intentado reconstruir su credibilidad.

Precisamente el nombramiento del nuevo CEO era la última pieza que faltaba para normalizar la situación tras las acusaciones de intervencionismo del Gobierno en su gestión. No obstante, la salida de Arendt y sus declaraciones vuelven a cuestionar un nombramiento de Indra, algo que no ayuda a generar confianza en el mercado.