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Santander y Slim cogen fuerza en Prisa tras la ruptura de la alianza de Oughourlian y Vivendi 

Los principales accionistas del editor de ‘El País’ buscan ganar posiciones de cara a un eventual cambio político tras las elecciones de diciembre

Santander y Slim cogen fuerza en Prisa tras la ruptura de la alianza de Oughourlian y Vivendi 

Carlos Slim, dueño del 7% del grupo Prisa. | Agencias

El Santander recupera terreno en el grupo Prisa. La entidad presidida por Ana Botín ha sido uno de los principales beneficiados del nuevo equilibrio accionarial tras el canje del primer tramo del bono convertible lanzado por la compañía a comienzos de este año. Las informaciones confirmadas por THE OBJECTIVE indican que el banco trabaja para constituir un nuevo núcleo de control que arrebate la gestión a Amber Capital aprovechando su ruptura con Vivendi y el nuevo escenario que surja tras las elecciones de diciembre.

Esta semana se han producido tres acontecimientos clave que refuerzan sus intenciones: el nombramiento de dos nuevos consejeros, la consolidación de Vivendi en el 11,8% y la subida de Carlos Slim al 7% del capital. El nombramiento de Fernando Carrillo e Isabel Sánchez, afines al actual presidente y fundador de Amber Capital, Joseph Oughourlian, escenificó el divorcio que en las últimas semanas se ha acentuado entre el dueño del 29% de Prisa y Vivendi, la compañía que aspira a tener una posición de control en cuanto logre los apoyos políticos necesarios.

Hasta la fecha, Amber se había apoyado en los franceses para mantener el control del consejo de administración, pero sus caminos se han dividido en medio de las urgencias de Oughourlian para intentar recuperar su inversión de más de 300 millones de euros en el grupo editor de El País. El fondo no notificó a Vivendi estos cambios en el consejo, lo que no sentó bien en los franceses que precisamente aspiraban a tener algún sillón más de la mano de su crecimiento en el capital.

Joseph Oughourlian, presidente del consejo de administración de Prisa y dueño de Amber Capital.
Joseph Oughourlian, presidente del consejo de administración de Prisa y dueño de Amber Capital. | Agencias

Tres grupos de presión

El segundo movimiento tiene que ver con el refuerzo de Vivendi en el capital. Ya tienen el 11,8% de la compañía con intenciones de subir hasta donde les permitan y han enviado un claro mensaje de que han llegado para quedarse. Una posición que se ha reforzado ya que por primera vez en más de dos años el Ejecutivo les ha autorizado subir en el capital de Prisa, algo que les denegaron en tres ocasiones. El problema es que solo podrían conseguir más representación en el consejo si es que logran nuevos apoyos ajenos a Amber.

En medio de esta ruptura ha irrumpido Carlos Slim, que esta semana ha confirmado su mayor participación histórica desde que en 2011 desembarcara en el grupo. El magnate mexicano, que entró en el accionariado de la mano de Cebrián y representa al ala socialista más clásica, ha virado hacia posiciones cercanas al Banco Santander junto a los Polanco. Con un 7% de la compañía podría pedir también un sillón en el consejo, como Global Alconaba, que entró en el órgano tras adquirir un 7,1% de Prisa.

Las fuentes consultadas por este diario coinciden en señalar que tras estos últimos movimientos se han consolidado tres grupos (Amber, Santander/Slim y Vivendi) con las mismas intenciones: controlar Prisa y allanar el terreno en los próximos meses de cara al cambio político que podría producirse si es que el Partido Popular gana las elecciones. Todos apuran sus opciones y, algunos con más ventaja que otros, intentan tener el apoyo de Alberto Núñez Feijóo en su carrera por quedarse con el editor de El País.

Vivendi y Slim

Las opciones de Amber, que tras la conversión del convertible redujo su participación hasta el 28%, pasan por su capacidad de tejer nuevos pactos. El problema es que Oughourlian ya no cuenta con los apoyos que tuvo para desbancar al Santander y al expresidente Javier Monzón en diciembre de 2020. Telefónica abandonó el grupo vendiendo hace un año un 7,1% a Global Alconaba y estos empresarios afines a Miguel Barroso no se han plegado a los intereses del fondo de inversión. Y Vivendi, que entró en la compañía solo dos semanas después de la salida de Monzón precisamente para reforzar a Amber Capital, ahora ha decidido ir a por libre.

En el caso del Santander, trabaja para asegurarse el apoyo de Carlos Slim. Dependiendo de la fuente que se consulte los intereses del magnate varían: hay quienes le sitúan en la órbita del Gobierno, pero la mayoría lo ubican cercano a Santander. Lo que habría decantado su apoyo es su cercanía a los otros empresarios mexicanos, Roberto Alcántara y Carlos Fernández, los que -junto con los hijos de Jesús de Polanco- comparten intereses y acciones pignoradas con el banco español.

En cuanto a Vivendi, esta misma semana se conoció que su fundador y presidente, Vincent Bolloré, vendió poco más de 1,5 millones de acciones del grupo de medios a través de Compagnie de Cornouaille. En el sector se cree que estamos ante un movimiento para hacer caja y así emprender nuevas compras en Prisa cuando sea posible y se le permita. Estamos hablando de un movimiento a medio y largo plazo que solo podría cristalizar en el caso de que el Partido Popular gane las próximas elecciones en diciembre.

Moncloa y Prisa

En medio de esta disputa aparece el Gobierno que no quiere dejar de controlar el grupo. Moncloa y Pedro Sánchez apoyaron a Oughourlian en su asalto a Prisa para desbancar al Santander hace dos años, aunque lo hicieron a cambio de situar a su hombre de confianza, Miguel Barroso, como consejero y director editorial del grupo. Sin embargo, la alianza se rompió hace meses tras los sucesivos bloqueos del Gobierno a la entrada de Vivendi y, en especial, por los cuestionamientos del presidente de Prisa a la hoja de ruta de Indra, donde entró como accionista de referencia para apoyar los planes de Pedro Sánchez.

Una situación que ha llevado a Barroso a buscar un inversor que pueda irrumpir en Prisa y consolidar un grupo de control junto al 7% de Global Alconaba. El Gobierno busca protegerse de Vivendi, pero también de Amber y del Banco Santander. Unas intenciones que por el momento no han cristalizado, aunque esperan tener noticias antes de las elecciones de finales de año. En cualquier caso, tienen como arma el decreto antiopas para bloquear a inversores extranjeros que quieran entrar en Prisa.

Amber y Santander

En cualquier caso, las próximas batallas se librarán en el consejo de administración. Para nadie es un misterio que Vivendi quiere un miembro más de los que ya posee y Carlos Slim ya tendría el capital suficiente para pedirlo. Por otro lado, al romperse el pacto de Amber con los franceses se puede generar un nuevo equilibrio que dé paso a entrada de nuevos nombres y revertir los nombramientos de afines a Oughourlian designados esta misma semana.

Las fuentes consultadas por este diario tampoco cierran la puerta a futuras alianzas que hace unos meses eran impensables. No se cierra la puerta incluso a que el Santander pueda llegar a entendimientos con Amber. Este diario ya informó de que la entidad financiera se postuló a suscribir la ampliación de capital que se planteó a finales del año pasado y mantiene su interés en Prisa siempre que tengan un protagonismo en la gestión de la compañía. Oughourlian tampoco vería con malos ojos alianzas temporales que le permitan recuperar su inversión y consolidar la gobernanza de Prisa.

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