Vodafone pone en revisión estratégica su negocio en España
Estos cambios se pueden producir por varias vías ya que la operadora ha dejado todas las puertas abiertas, incluso la de una desinversión
Vodafone ha anunciado este martes que prevé recortar 11.000 empleos en los próximos tres años en todo el mundo tras unos resultados que calificó de «insatisfactorios». Las primeras cuentas presentadas por su recientemente ratificada CEO mundial, Margherita Della Valle, han traído una serie de nuevas prioridades estratégicas para intentar mejorar las cuentas de la compañía en todo el mundo. De esta manera, además de los recortes anunciados se prevé poner «en revisión estratégica», su negocio en España y desplegar un plan de reestructuración en Alemania.
La estrategia de la recientemente ratificada CEO mundial pasa por buscar el crecimiento en los mercados donde sean más fuertes y en el caso de España se optará «nuevas oportunidades de creación de valor y crecimiento». La operadora se abre además a «cambios estructurales» tomando en cuenta «todas las operaciones potenciales» en nuestro país, los que deja abiertas todas las opciones, incluso la desinversión, un fantasma que lleva planeando la compañía desde hace varios meses.
«Nuestros resultados no han sido lo suficientemente buenos. (…) Vodafone debe cambiar», dijo Della Valle. En efecto, los ingresos de Vodafone en el ejercicio sumaron 45.706 millones de euros, un 0,3% más, incluyendo una caída del 2,4% en el último trimestre de su año fiscal, hasta 11.138 millones. Sin embargo, los ingresos por servicio llegaron a los 37.969 millones, un 0,6% menos, con una bajada del 3,2% en el cuarto trimestre de su año fiscal, hasta 9.242 millones. Los datos han sido particularmente preocupantes en este último trimestre.
Vodafone España
De esta manera, el resultado bruto de explotación (Ebitda) ajustado al margen de alquileres se situó en 14.665 millones de euros, un 3,6% por debajo del anotado un año antes. El beneficio neto fue de 11.838 millones de euros al cierre de su año fiscal, frente al resultado de 2.237 millones contabilizado en el anterior ejercicio. No obstante, esta mejora no se debe a la marcha operativa sino que a los resultados extraordinarios apuntados tras la venta de una participación relevante de Vantage Towers, su filial de torres.
«Vodafone debe cambiar», ha asegurado Della Valle, para quien las prioridades son los clientes, la sencillez y el crecimiento. «Simplificaremos nuestra organización, eliminando la complejidad para recuperar nuestra competitividad». «Seremos una organización más ágil y sencilla, para aumentar nuestra agilidad comercial y liberar recursos», ha indicado este martes en su primera conferencia con analistas tras ser ratificada en su cargo después de cuatro meses como interina.
En el caso de España, la compañía cerró su año fiscal (abril de 2022 a marzo de 2023) con una caída de ingresos por servicio del 5,4%, hasta los 3.514 millones de euros, según ha reportado su matriz en Londres este martes. En cuanto a ingresos totales llegaron a los 3.907 millones, un 6,5% de retroceso. La compañía explicó este retroceso por la competencia en precios del segmento de bajo valor y a una menor base de clientes en un mercado en el que sigue intentado reposicionarse, aunque de momento todavía acusando cifras negativas.
Red de banda ancha
Respecto a la revisión del negocio en España, ésta se puede producir por varias vías ya que la operadora ha dejado todas las puertas abiertas, incluso la de una desinversión. La primera y en la que se lleva trabajando varios meses, es la venta de activos, en este caso de la red de banda ancha de la operadora valorada en 4.000 millones de euros.
Desde hace meses que negocia con fondos de inversión que han presentado diversas propuestas que hasta el momento no han sido aceptadas por Vodafone. El último en irrumpir ha sido Telefónica que se ha ofrecido a cerrar un pacto de redes, aunque poniendo como condición que los británicos apaguen su cable actualmente en 7,4 millones de unidades inmobiliarias. Los fondos de inversión además han ofrecido 3.700 millones por toda la compañía, algo que ha sido también rechazado, pero que no hace más que sembrar incertidumbre sobre el futuro de la operadora en España.
La segunda opción -no excluyente con la primera- es una completa reestructuración del negocio en España. Mario Váz llegó como nuevo CEO en España precisamente con la tarea de reformular la estrategia y consolidar un modelo de gestión del negocio diferente con el objetivo de volver a situar a la compañía en la senda del crecimiento. Y para ello no escatimará en esfuerzos. Vodafone sigue reduciendo sus ingresos por encima del mercado en España y en momentos en que Telefónica y Orange tienen cifras positivas, por lo que es necesario un giro radical para volver a ser competitivos.
Despidos en Vodafone
Un camino que no será nada fácil, porque la compañía debe además posicionarse en un nuevo mercado en el que Orange y MásMóvil terminarán fusionándose a finales de año, constituyendo un gigante que solo competirá con Telefónica; mientras que por detrás Digi crece a pasos agigantados con el objetivo de seguir ganando terreno a Vodafone. De hecho, prácticamente todos los clientes que la operadora rumana ganó en abril se los arrebató a los británicos en España.
En medio de todo este cambiante escenario, la filial en Londres vuelve a intentar apagar el fuego con gasolina. La operadora ha anunciado que -además de poner en revisión el negocio español- 11.000 despidos en todo el mundo en un horizonte de tres años. Algo que no ha sentado nada bien en España donde han realizado hasta tres ERE en menos de diez años. No se ha concretado la forma en que se realizarán estas salidas, pero todo lo que tarde en concretarse este plan aumentará la presión y la incertidumbre en nuestro país.