El ingreso de Vodafone España baja un 6,5% aunque ralentiza la caída en el cuarto trimestre

Vodafone España cerró su año fiscal (abril de 2022 a marzo de 2023) con una caída de ingresos por servicio del 5,4%, hasta los 3.514 millones de euros, según ha reportado su matriz en Londres este martes. En cuanto a ingresos totales llegaron a los 3.907 millones, un 6,5% de retroceso. La compañía explica este retroceso por la competencia en precios del segmento de bajo valor y a una menor base de clientes en un mercado en el que sigue intentado reposicionarse, aunque de momento todavía acusando cifras negativas.

Los números indican que comienzan a ralentizarse las caídas en su facturación: en su tercer trimestre fiscal (octubre-diciembre de 2022) los ingresos por servicio cayeron un 8,7% y en el cuatro (enero-marzo de 2023) la caída fue del 3,7% hasta los 874 millones de euros. Después de una década bajando tarifas, Vodafone subió sus precios una media del 8% en enero de este año, por lo que estos son sus primeros resultados trimestrales que acusan un aumento de ingresos por esta vía.

No obstante, la matriz en Londres ha anunciado este martes que pone «en revisión estratégica» su negocio en España. La estrategia de la recientemente ratificada CEO mundial, Margherita Della Valle, pasa por buscar el crecimiento en los mercados donde sean más fuertes y en el caso de España se optará «nuevas oportunidades de creación de valor y crecimiento». 

Negocio «en revisión»

Desde hace un mes el nuevo consejero delegado de Vodafone en España es Mario Váz, y precisamente uno de sus principales objetivos es reformular esta estrategia y mejorar la intensidad comercial de la operadora, que sigue acusando la pérdida de clientes en un mercado hipercompetitivo y donde intenta buscar su sitio en un nuevo escenario tras la integración entre Orange y MásMóvil, prevista para finales de año. La compañía anunció a finales del año pasado que su objetivo era volver a crecer en ingresos y en beneficios operativos durante este año natural.

Durante este año además debería decidirse el destino de la red fija de Vodafone en España. Desde hace doce meses la operadora negocia con diferentes fondos de inversión para vender toda o parte de una infraestructura que valoran en 4.000 millones de euros. Unas negociaciones a las que se ha sumado recientemente Telefónica que, sin embargo, ha puesto como condición para llegar a un acuerdo de compartición de fibra óptica que los británicos desmonten toda su red de cable, actualmente en 7,4 millones de hogares. En cualquier caso, un pacto entre estas dos compañías debería necesariamente pasar por Bruselas.

Sin embargo, desde la matriz no lo ponen fácil a la operadora española. Este martes también se ha confirmado que la compañía recortará 11.000 puestos de trabajo en todo el mundo, aunque no especificó que geografías se verían afectadas. Estos recortes de plantilla se producirán en los próximos tres años. La operadora ha reconocido que los resultados de este año «no han sido lo suficientemente buenos» en todo el mundo.

Resultados operativos

En términos de rentabilidad, el Ebitda en el año fiscal en Espñaa se redujo en 10 millones (un 1,1% menos) alcanzando 947 millones de euros debido a la caída de ingresos por servicio y a mayores costes por energía, parcialmente compensados por eficiencias en la gestión de los costes y la recuperación de tasas de impuestos y fiscalidad. Asimismo, el margen de Ebitda aumentó en 1,3 puntos porcentuales.

Vodafone confía en que los cambios estructurales impulsados en el último año mantengan una tendencia ascendente. se requieren a la vinculación de tarifas al IPC para mejorar los ingresos; la simplificación de procesos y eficiencias en costes; la puesta en marcha de políticas enfocadas en la gestión de la base de clientes, la reducción del churn y la mejora de experiencia del cliente, con el lanzamiento del nuevo portafolio de tarifas simplificado y de productos como Hogar 5G o Vodafone Energía, salud o seguros. 

A cierre de marzo de 2023, la base de clientes de contrato móvil se redujo en 36.000 clientes hasta los 11,1 millones, que se explica por 123.000 desconexiones de tarjetas SIM temporales de empresas proporcionadas a las escuelas y universidades durante la pandemia. Los clientes de banda ancha fija se redujeron en 121.000 clientes hasta los 2,9 millones y la base de clientes de televisión se redujo en 56.000 clientes hasta los 1,5 millones. La base de líneas activas IoT conectadas se incrementó en un millón, alcanzando los cinco millones en España, lo que representa aproximadamente el 40% de la cuota de mercado en este segmento. 

5G de Vodafone

La operadora continúa ampliando su red 5G en la frecuencia de 700MHz con el objetivo de alcanzar al 65% de la población y un total de 2.000 municipios a finales de este año, para proporcionar el mejor servicio de banda ancha móvil especialmente en interiores. Vodafone también espera lanzar su versión de 5G stand alone durante este año fiscal y tener el despliegue antes de marzo de 2024, como ya adelantó este diario.

Del mismo modo, el incremento de la demanda de servicios digitales para empresas mantiene a Vodafone como número dos en el mercado después de Telefónica. Durante el año, Vodafone Empresas lanzó un programa para que sus clientes empresariales accedan a los fondos europeos con el ‘kit digital’ impulsado por el gobierno y se adjudicó la transformación digital del servicio de atención al usuario del 060, la puesta en marcha de la red de Wi-FI en las sedes de la Junta de Andalucía o la plataforma de vehículo conectado DGT 3.0.

La compañía renovó sus tarifas sociales dirigidas a los grupos vulnerables, incluyendo más datos y extendiendo su alcance a los pensionistas, y anunció el lanzamiento de un piloto para probar la conectividad de banda ancha por satélite directamente al teléfono móvil en zonas rurales con AST SpaceMobile.