Así es el plan de la eólica marina para vencer al sector pesquero en los tribunales
Las empresas creen que podrán frenar el informe jurídico de los pescadores por el ‘interés superior’ que suponen estas instalaciones para la Unión Europea
La eólica marina | Europa Press
Los cuchillos entre el sector eólico y los pescadores se afilan mientras se aguarda la gran batalla jurídica por el desembarco de la eólica marina en España. El sector de la pesca está en guerra, pidiendo la dimisión de la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, y elevando su lucha ante los tribunales. Mientras, el Gobierno -junto con las empresas- aguardan. Hay un plan. Las compañías, que cuentan con importantes despachos de abogados, creen que tienen el antídoto para luchar contra los argumentos jurídicos de la pesca.
Los pescadores basan su argumentación jurídica para tumbar los planes de ordenación marítima (paso previo a la convocatoria de los concursos) en dos argumentos jurídicos: el principio de precaución y respeto a los ecosistemas. Para ello impugnarán el Real Decreto 150/2023 por la vía contenciosa porque, según sostienen, incurre en varias ilegalidades: desde el principio de proporcionalidad hasta el principio de respeto al medioambiente, pasando por la defensa de la actividad pesquera y de los caladeros tradicionales.
Sin embargo, las empresas creen que su defensa puede estar mejor armada. «La generación de energía renovable es un bien de interés público superior, es decir, la Comisión Europea quiere que se desarrollen todas las renovables que sean posibles. No creo que esté por encima el principio de precaución a toda costa de la instalación de cualquier parque eólico marino. Además, los planes de ordenación marítima ya han reducido bastante las zonas», aseguran fuentes jurídicas.
Fuentes del sector, además, añaden que los futuros aerogeneradores flotantes no se apreciarán desde la costa y que la afectación a la temperatura del agua y a las especies marinas y biológicas es muy subjetivo. «No vale utilizar el principio de precaución a nivel absoluto para frenar cualquier instalación renovable. Porque, con ese mismo argumento, también se podrían haber tumbado los parques eólicos terrestres ya que afectarían seguramente a las aves», sentencian.
Aún así, los pescadores repiten una y otra vez que no están en contra de la eólica marina, sino que se quejan de que esta se ha desarrollado sin tener en cuenta al sector. La pesca es consciente de que tiene en frente a importantes empresas y a un gobierno central. Sin embargo, también cuentan con voces de apoyo. Hace unos días, sin ir más lejos, la eurodiputada del BNG Ana Miranda subrayó que es «imprescindible» que los proyectos de eólica marina respeten al sector pesquero y el medio marino.
Mientras tanto, el interés de las empresas por las costas españolas aumenta. Hace unos días se conoció que Elawan Energy, la firma española de energías renovables controlada por la japonesa Orix, se había aliado con la noruega BW Ideol para el desarrollo conjunto de una cartera de varios gigavatios en eólica marina flotante en aguas de España y Portugal. Elawan Energy cuenta con más de 2,6 GW de proyectos renovables (solar, hidráulico y eólico) ya construidos en España y con una cartera de más de 8,4 GW en desarrollo. Pero no es la única, junto con ella se encuentran grandes del sector como Repsol, Ocean Winds e Iberdrola.
El proceso de elaboración
En 2018 y 2019 comenzaron los primeros contactos y reuniones entre las administraciones. Hasta se creó un primer borrador y un documento inicial estratégico. Al año siguiente, tuvieron lugar los primeros tramites de las consultas, además de reuniones interministeriales. Durante el año 2021, hubo más reuniones (algunas transfronterizas), audiencias, información pública y nuevas consultas. Por último, en 2022, se integraron las alegaciones y se hizo una declaración ambiental estratégica. Finalmente, en 2023 se aprobó el decreto.
Sin embargo, el resultado no fue muy distinto al que se presentó años atrás durante el gobierno del socialista José Luis Rodríguez Zapatero. Así, el mapa que delimita las zonas que esbozó el ministerio de Ribera coincide prácticamente con el propuesto una década atrás. La eólica marina ha generado -y genera- mucho debate nuestro país porque, y como recogen los datos del Ministerio, España es -con más de un millón de kilómetros cuadrados de aguas y 10.000 kilómetros de costa- el primer contribuyente a la economía azul de la Unión Europea, tanto en términos de empleo como de valor añadido.
