La banca acumula aún 60.000 millones de deducciones para rebajar su carga fiscal
Las entidades han ido reduciendo los activos diferidos contra la Hacienda Pública, pero el importe todavía sigue elevado para compensar el ‘impuestazo’ de Sánchez
Sucursales de distintos bancos | Europa Press
La banca española acumula aún algo más de 60.000 millones de deducciones para rebajar su carga fiscal en los próximos años. Aunque las desgravaciones han bajado desde la pasada crisis financiera, el montante todavía asciende a 60.728 millones, según los datos del Banco de España del mes de febrero recabados por THE OBJECTIVE.
Este dinero es el volumen de activos fiscales diferidos (DTA) que han ido generando las entidades por provisiones y pérdidas contables, que pueden compensar en un futuro el pago del Impuesto de Sociedades, en un momento en el que el sistema se enfrenta al abono del gravamen especial impulsado por el Gobierno de Pedro Sánchez. Eso sí, el adelanto electoral y una posible victoria del PP de Alberto Núñez-Feijóo podría suponer el fin de esta tasa extraordinaria.
La banca va a pelear, si se produce el vuelco, para evitar su pago el próximo año y el líder de los populares ya ha sugerido que lo tumbará. Las entidades han abonado ya poco más de 600 millones por el denominado ‘impuestazo’ y en septiembre desembolsarán un cantidad similar.
Las entidades, fruto de las abultadas dotaciones de la pasada crisis, sumaron más de 66.000 millones de activos fiscales temporales en 2011 y 2012, para su uso en los ejercicios posteriores una vez se van gastando. Pero su utilización no ha sido masiva y buena parte de la cantidad está en el balance del sistema.
Una nota reciente de BBVA señala que «estos activos se han ido reduciendo en años posteriores, a medida que las provisiones genéricas se han asignado a préstamos concretos (transformando así las mismas en provisiones específicas, momento en el cual pasan a ser fiscalmente deducibles), aunque el volumen de DTA más de una década después, sigue siendo elevado».
La banca triplica el pago por Sociedades en 2022
La factura de la banca por el Impuesto de Sociedades, según los datos del regulador, alcanzaron el año pasado 2.150 millones. Es decir, que su coste se triplicó, pero la tasa efectiva apenas fue del 10% frente al 30% de la base imponible que tiene fijada.
El dinero difiere significativamente con el que presentan de manera individual cada banco, ya que las normas contables y las fiscales son diferentes. Los bancos, en sus cuentas, no incluyen por lo general la utilización de los deducciones fiscales de las que hacen uso. BBVA, en la nota, indica que «en ocasiones estas diferencias pueden ser muy significativas».
Por ejemplo, el Santander informó de que en 2022 se enfrentó a un pago por Sociedades de 1.625 millones pese a las pérdidas de su negocio en nuestro país. Pero esta cantidad no incorpora las posibles deducciones aplicadas al ejercicio al declarar bajo el criterio de devengo y no de caja. La entidad cántabra dispone de 9.455 millones de euros en deducciones, un 15% del total del sistema, de los que 6.777 millones están garantizado al ser monetizables con derecho a conversión en un crédito contra la Hacienda Pública.
Una parte relevante de los activos fiscales de los bancos están garantizados, como sucede en el Santander, debido a un cambio legal de 2015, por el que el Gobierno de entonces estableció una tasa de un 1,5% sobre los mismos para que pudieran contabilizarse como capital y se evitara, así, cualquier duda sobre una posible ayuda pública. Es decir, que los bancos pagan una cantidad al Estado para su posterior utilización en forma de deducción y no penalice la solvencia del sector.
El conjunto de las entidades, según cuantifica BBVA, abona 500 millones a las arcas públicas para disponer de los activos fiscales garantizados. El banco azul recuerda que este importe decrece en la medida que las desgravaciones se van materializando.
El Gobierno advirtió a finales del año pasado que si consumía muchos activos fiscales para rebajar la carga y reducir el impacto del ‘impuestazo’ éste lo haría permanente. Ahora, con el probable cambio de poder en la Moncloa, la espada de Damocles se ha desvanecido y las entidades pueden tener algo más de margen para activar las deducciones en Sociedades. Pero todo dependerá del resultado de los comicios del 23 de julio. El impuesto extraordinario, en principio, estará vigente hasta finales de 2024, aunque el Ejecutivo se ha guardado la posibilidad de prorrogarlo en el tiempo.
