La UE presiona a China con el 5G y obliga a España a abandonar su neutralidad con Huawei
Bruselas se plantea bloquear a los suministradores chinos de toda la red, lo que mete presión al Gobierno para publicar la lista de proveedores de alto riesgo
Bruselas ha provocado un nuevo terremoto entre las operadoras de telecomunicaciones en todo el continente. La Comisión Europea filtró esta semana sus intenciones de prohibir totalmente a los suministradores chinos de las redes de 5G, debido a los escasos movimientos que han realizado los Estados miembro para vetar a proveedores como Huawei o ZTE en sus redes e infraestructuras. Una advertencia directa a países como España que han preferido retrasar esta decisión para mantener un delicado equilibrio estratégico entre EEUU y China.
Las fuentes consultadas por THE OBJECTIVE interpretan la información publicada por el Financial Times como verde un verdadero órdago de la Comisión Europea a China en momentos en los que la guerra de Ucrania ha entrado en un momento crítico tras la voladura de la presa de Kajovka. La UE busca presionar a Pekín para que se signifique y deje de apoyar abiertamente a Rusia en el conflicto, tanto desde el punto de vista político como económico.
El 5G es la herramienta con la que Bruselas envía un mensaje a China para evitar su escalada de apoyos a Rusia. Como no es viable realizar un bloqueo comercial como los realizados a Moscú, se ha decidido presionar al gigante asiático con las infraestructuras digitales que llevan décadas construyendo en todo el mundo. Desde el punto de vista práctico, hemos entrado en una fase en la que Bruselas pedirá más esfuerzos a los Estados miembro para que se unan en torno a la Unión Europea, a sus socios de la OTAN y en definitiva a EEUU.
El 5G en España
La advertencia que el comisario europeo de Mercado Interior y Servicios, Thierry Breton, realizó a los ministros de telecomunicaciones de la UE (siempre según el Financial Times) para que movieran ficha y no «poner en riesgo la seguridad de todo el continente y de la Unión Europea», es una clara llamada para que España pase a la acción y abandone su neutralidad después de más de un año evitando establecer vetos formales a empresas chinas como Huawei o ZTE.
España aprobó en marzo del año pasado la Ley de ciberseguridad de 5G estableciendo las condiciones de seguridad de las nuevas redes de telecomunicaciones, pero dejando en el aire la publicación de una lista de proveedores de alto riesgo en los que en teoría iban a estar los proveedores chinos que tuviesen vínculos directos con Pekín. Un listado que 15 meses después sigue sin publicarse y que -según la vicepresidenta primera, Nadia Calviño- no es una prioridad ya que se ha cumplido el objetivo de que estos suministradores no estén en nuestras redes.
Este diario ya ha publicado que el objetivo del Gobierno hasta antes de esta advertencia de Bruselas era solo publicar la lista en situaciones extremas como un ataque masivo a la ciberseguridad en el continente o un cambio de postura radical de China apoyando a Rusia. El Ejecutivo quiere mantener un delicado equilibrio entre sus intereses comerciales con China, primer suministrador, y Estados Unidos, el cuarto.
Ayudas al 5G
Todos los esfuerzos se centraron en intentar que Huawei y ZTE no estuvieran en las futuras redes de 5G. De esta manera, tanto Telefónica como Orange y Vodafone han ido confirmando paulatinamente la contratación de otros suministradores como Ericsson o Nokia para sus futuras redes, aunque no se plantean desmantelar las actuales de 4G que sí utilizan a los proveedores chinos.
Adicionalmente, el Ministerio de Asuntos Económicos ha establecido en las bases de las futuras ayudas para desplegar 5G en zonas rurales que solo se podrían usar proveedores de nuestro continente, «mediante la adquisición de equipos, componentes, integraciones de sistemas y software asociado a proveedores ubicados en la Unión Europea».
Limitaciones a Huawei
El problema es que la nueva estrategia geopolítica de la Unión Europea no solo incluiría el veto a los componentes de Huawei y ZTE que se instalen en el futuro sino que también a los que ya conviven en las infraestructuras de las telecos, algo que obligaría a desmontar las actuales redes con el elevado coste asociado para las compañías del sector. Bruselas habla de prohibición total de los componentes de toda la red, tanto del núcleo (el core) y el radio, además de infraestructuras ya instaladas.
Esto supone que en el caso español sólo valdría un veto explícito a Huawei y a ZTE y no la actual neutralidad. Frente a este panorama, el actual Gobierno ha preferido postergar la decisión y con la convocatoria adelantada todo lo resolverá el nuevo Ejecutivo, como pronto a comienzos del próximo curso. En el caso de la Unión Europea, de salir adelante el veto total a los suministradores chinos de 5G, solo se haría realidad hacia finales de 2024 ya que requeriría del acuerdo del Parlamento y del Consejo Europeo.