George Soros entrega a su hijo menor las riendas de su imperio de 23.000 millones
Sus fundaciones destinan unos 1.500 millones de dólares al año a grupos en apoyo de los derechos humanos y en favor de la construcción de democracias
El inversor y filántropo George Soros, de 92 años, ha cedido el control de su imperio financiero, estimado en unos 25.000 millones de dólares (23.254 millones de euros) a su hijo menor, Alexander Soros, de 37 años, según señala el diario The Wall Street Journal en una entrevista con el heredero del legado del legendario empresario de origen húngaro.
El joven Soros es el único miembro de la familia en el comité de inversiones de Soros Fund Management, la firma que supervisa el dinero para la fundación y la familia, y el pasado diciembre fue elegido por la junta de Open Society Foundations (OSF) como su presidente, reemplazando a su padre.
Asimismo, el Alexander Soros es también el responsable de dirigir la actividad política como presidente del «súper PAC», el vehículo de financiación de candidatos y actividades políticas de Soros. «Soy más político», afirma el hijo de Soros en la entrevista al compararse con su padre, cuyas fundaciones sin ánimo de lucro, conocidas como OSF, destinan alrededor de 1.500 millones de dólares al año a grupos en apoyo de los derechos humanos en todo el mundo y en favor de la construcción de democracias, además de financiar universidades y otras organizaciones educativas.
Según señala el diario, las personas cercanas a George creyeron durante años que el medio hermano mayor de Alexander, Jonathan Soros, de 52 años, un abogado con experiencia en finanzas, era el claro sucesor del magnate. De hecho, muchas personas dudaban de que George cediera alguna vez su primer puesto mientras aún estuviera vivo. En este sentido, el propio George Soros llegó a comentar en una entrevista que no quería que la fundación fuera dirigida por uno de sus hijos, «por una cuestión de principios».
Sin embargo, Alexander finalmente se ganó la confianza de su padre y le reemplazó en los viajes a las oficinas de la organización en todo el mundo. «Se lo ha ganado», apostilla George Soros.
El nonagenario inversor construyó su fortuna en las décadas de 1970 y 1980 como un gestor pionero de hedge funds que realizó apuestas en los mercados mundiales de acciones, bonos y divisas en función de sus pronósticos de cambios económicos y políticos, destacando su apuesta contra la libra esterlina, que en 1992 le rindió más de mil millones de dólares en ganancias.