Los inmigrantes serán los más perjudicados por la falta de vivienda en alquiler según un informe
La recuperación de la inmigración neta sitúa las proyecciones de avance poblacional en torno a los 400.000 nuevos habitantes al año
El problema de acceso a la vivienda se ha convertido en un tema central en el debate político. Además, las proyecciones demográficas aprietan aún mas la escasa oferta de vivienda asequible disponible en España. Josep Oliver i Alonso, profesor emérito de economía aplicada de la Universidad Autónoma de Barcelona, destaca el papel de la inmigración en las nuevas proyecciones demográficas del Instituto Nacional de Estadística y sus consecuencias en materia de vivienda. En su estudio Mercado Residencial en España: proyecciones a corto, desajustes oferta-demanda y accesibilidad, señala los problemas a los que se enfrenta el sector en los próximos años.
A pesar de la caída del crecimiento vegetativo -cercano a los 100.000 habitantes al año-, la recuperación de la inmigración neta sitúa las previsiones de avance poblacional en España entre 2023-2025 en el entorno de los 400.000 nuevos habitantes al año, si se mantienen las tendencias demográficas actuales, según las proyecciones demográficas del INE. «Se trata de cifras no vistas desde antes de la Gran Crisis en 2007», señala el economista en conversación con este diario.
Según estas proyecciones, Cataluña y Comunidad de Madrid registrarían los mayores crecimientos de población, mientras que Castilla y León y Principado de Asturias presentarían los mayores descensos. Es decir, los crecimientos más abultados de población se producirán también en los lugares donde el sector inmobiliario está más tensionado y el acceso a la vivienda es más complicado. En este sentido, el profesor Oliver señala otro dato destacado. «El cabeza de familia en el 45% de los hogares que viven de alquiler es extranjero», señala. Así las cosas, son precisamente estos ciudadanos los que van a resultar «más perjudicados» por la escasez de oferta de vivienda de alquiler asequible existente en España, según destaca.
Disrupción en el acceso a la vivienda
La explosión migratoria ha sido unos de los temas tratados durante la XXIV Jornada Anual del Club Inmobiliario Esade Alumni. «El saldo migratorio a partir del año que viene va a crear una disrupción brutal en el acceso al mercado de la vivienda, además de disrupción en el mercado laboral, por lo que son necesarias políticas transversales, económicas, habitacionales, laborales y de servicios sociales», ha destacado el CEO de Anticipa y Aliseda, Eduard Mendiluce.
Y es que estos datos ponen de manifiesto, según Mendiluce, la «necesidad acuciante de vivienda para afrontar este saldo migratorio que se suma a las personas que ya tienen emergencia habitacional». Unas cuestiones que, a su juicio, no aborda la reciente ley de vivienda aprobada por el Gobierno de Pedro Sánchez.
Casi la mitad en riesgo de pobreza
En su último informe anual, el Banco de España aprecia una especial vulnerabilidad en las condiciones de acceso a la vivienda. Algo que, según el regulador, se ha endurecido en los últimos años, tanto en la vivienda en propiedad como en la de alquiler. El organismo que lidera Pablo Hernández de Cos considera que los desarrollos en el mercado de la vivienda tienen una incidencia muy marcada en los niveles de desigualdad y de vulnerabilidad, tal y como publicamos en THE OBJECTIVE.
Así, por ejemplo, existe evidencia de que un elevado porcentaje de vivienda en propiedad tiende a reducir la desigualdad de la riqueza. Por tanto, la reducción en el porcentaje de propietarios de vivienda desde 2014 habría contribuido a un aumento de la desigualdad. Según sus datos, en 2021 el 48,9% de los españoles que residían en viviendas de alquiler estaban en riesgo de pobreza o de exclusión social y el 40,9% de ellos dedicaban más del 40% de su renta disponible a vivienda.
Escasez de vivienda
A la falta de oferta de vivienda de alquiler asequible se une la falta de obra nueva para la venta, lo que presiona aún más el mercado inmobiliario, según los expertos. El año 2022 cerró con 108.895 visados de obra, según los datos publicados por el Ministerio de Transportes Movilidad y Agenda Urbana. Una cifra similar a la de 2021, pero aún por debajo de los datos que, según el consenso del sector, son necesarios para casar la oferta con la demanda.
Dentro del sector hay consenso para definir el número de viviendas que comporta una relación positiva entre la construcción de vivienda nueva y el nivel general de compraventa. Un dato que se extrae de la proyección de creación de hogares del Instituto Nacional de Estadística. El organismo prevé que en los próximos 15 años se creen 2.735.555 hogares, o lo que es lo mismo 182.370 hogares por año.
El problema es que cada año se ha «infraproducido vivienda», según fuentes del sector promotor. Se ha producido menos de lo que se demanda en vivienda nueva, «en torno a unas 60.000 o 70.000» viviendas menos cada año de lo que se demanda en el mercado hasta sumar un déficit elevado, lo que ha elevado los precios dificultando el acceso.