José del Barrio (Samaipata): «Emprender es una carrera de fondo y el motor es la mente»

José del Barrio es uno de los referentes del ecosistema tecnológico español. Fundó La Nevera Roja en 2015 junto a Íñigo Juantegui (hoy CEO de OnTruck) y la vendió por 100 millones a Rocket Internet tras 40 meses de andadura. 

Managing partner de Samaipata, fondo de venture capital que gestiona a través de diferentes vehículos 150 millones, Del Barrio acredita un agudo olfato para destapar caballos tan mediáticos como Deporvillage, Spotahome, Colvin, 21Buttons y Cornerjob. 

PREGUNTA.- Se insiste en el invierno del capital riesgo. ¿Cuánto queda para la primavera?

RESPUESTA.- La construcción del ecosistema en España no tiene vuelta atrás por duro que sea ese invierno. Venimos de 18 meses complejos, con una corrección muy fuerte de los mercados hacia la tecnología, pero existen enormes oportunidades para las startups dispuestas a navegar contracorriente. Hay mucho dinero, la competencia es menor y ya no cuesta tanto atraer y retener talento. Si la inflación se controla y la subida de tipos se frena, los mercados podrían avistar esa primavera en unos seis o doce meses. 

P.- Los fondos más grandes pescan en fases más tempranas. 

R.- Es cierto que las fases seed están más activas que las series A, pero Samaipata accede ahora a oportunidades con más tracción. Nuestro ticket suele rondar los 1,5 millones, pero podemos ampliarlo hasta 10 millones. 

P.- ¿Cómo afecta el boom de la inteligencia artificial a su tesis de inversión?

R.- La IA es una ola tecnológica tan brutal como lo fue internet en los 90 o el smartphone a partir de 2008. Nuestro fondo debe aprender a surfearla. El problema es que hay mucho ruido alrededor y es difícil saber en qué eslabones de la cadena se producirá más valor. ¿Van a triunfar los modelos cerrados de IA o los abiertos? ¿En negocios B2B o B2C? ¿Cuáles generarán más barreras de entrada?

P.- En paralelo a la carrera tecnológica de la IA se observa una batalla geopolítica. EEUU vs China. 

R.- No nos engañemos: la soberanía tecnológica es una prioridad en todas partes. Ya hay compañías que levantan cantidades enormes basándose en esta premisa [la francesa Mistral anunció recientemente una ronda de 105 millones de euros gracias a esta estrategia].

Aquí pugnan dos escuelas. La más liberal, que apuesta por una regulación suave (Andreessen Horowitz), y la más exigente (Sam Altman y su OpenAI), cada una con sus intereses. 

P.- ¿Faltan líderes tecnológicos en España? En EEUU las referencias se citan de memoria: Musk, Zuckerberg, Bezos, Gates, Cook. 

R.- Hay que remontarse al problema cultural que arrastramos. La figura del empresario en nuestro país tiene algunos partidarios y muchos detractores. No está en el discurso que estas personas generan riqueza y empleo. Pero sí que existen líderes a otra escala. Lo que otros hicieron en 60 años no podemos hacerlo aquí en diez, aunque cada hornada es superior a la anterior en volumen, impacto y notoriedad. 

P.- ¿Se habla lo suficiente sobre la salud mental del emprendedor?

R.- En cualquier entorno competitivo la presión es elevada. Ocurre con los atletas profesionales, los directivos y los empresarios. Ocurre, incluso, con los inversores. Este problema hay que tratarlo de forma abierta y sistemática. El emprendimiento es una carrera de fondo y el motor es la mente. Si la mente falla, la carrera se acaba.

P.- Startup Genome no incluye en 2023 a ninguna ciudad española entre los 40 hubs más importantes del mundo. Ni Madrid ni Barcelona. Tel Aviv (434.000 habitantes) está en el quinto puesto. 

R.- España es la décimo cuarta economía del planeta y aún está en la rampa de salida de la economía innovadora. A nivel de población, tampoco es un país comparable a EEUU o China. Por otra parte, Israel tiene varias singularidades: exhibe un extraordinario gasto en Defensa que se transfiere al sector tecnológico [así nació Silicon Valley], tiene en EEUU un tablero natural de comercialización de sus servicios y diseñó hace 30 años su política de nación startup.