Uno de cada cinco españoles, obligado a recurrir al crédito para afrontar imprevistos
El porcentaje de ciudadanos que se endeuda para pagar emergencias aumenta desde el 17% al 21%
La situación económica de la familias se deteriora, según avanzan los estragos para asumir la subida general de los precios y el aumento de los tipos de interés y empiezan a reducirse tanto los ahorros acumulados y el poder adquisitivo. Tal es el estado actual que algo más de una de cada cinco personas (el 21%) tiene que pedir un préstamo ante imprevistos, tales como un divorcio, una enfermedad o el paro.
Esta es una de las principales conclusiones de un informe elaborado por la firma de deuda impagadas Kruk al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE, en las que apunta a que entre las razones para endeudarse se encuentran casos no previstos y éstos se elevan frente al estudio elaborado hace un año. Entonces, las causas de emergencia para reclamar financiación de manera urgente era del 17% de los ciudadanos.
El estudio, si bien, considera que la situación de los españoles no es crítica por el momento, ya que el nivel de endeudamiento es cómodo por lo general y los préstamos están subiendo a un ritmo menor a lo esperado. El análisis de Kruk señala que la compra del coche, una vivienda o cualquier otro bien es el factor determinante para acudir a un banco o una financiera para demandar un crédito, ya que más de lo mitad lo hace para tales fines. Este tipo de operaciones, que son las tradicionales, se han reducido en el primer semestre de este año, debido sobre todo a la caída de la actividad hipotecaria.
La firma de deudas sostiene que el 57% de las personas consideran que su situación financiera está igual o mejor que hace un año, a pesar de las dificultades, pero el 69% está preocupada por la escalda de la inflación. Entre los temores de la ciudadanía aparece también el desempleo, pero con una incidencia menor que en crisis anteriores.
Crece el crédito de más de 40.000 euros
Los españoles que se encuentran en una situación de endeudamiento acumulan préstamos medios de 30.346 euros, que es ligeramente menor al importe a los 31.700 euros del ejercicio anterior. Más del 60% tiene una deuda inferior a los 20.000 euros. No obstante, crece un 4% el porcentaje que debe más 40.000 y 60.000 euros. Por ello, Kruk señala que, «teniendo en cuenta que el salario medio en España fue de 24.009,12 euros en 2022, un número creciente de personas están alcanzando niveles de endeudamiento difíciles de asumir con las rentas de su trabajo».
Según datos de esta investigación llevada a cabo por esta empresa, el 68% de la población reconoce que sus deudas le inquietan pero puede pagarlas, frente a un 11% a quien le preocupan pero, en este caso, no puede hacerlas frente. Por su parte, el 28% afirma que no puede ahorrar porque no llega a fin de mes; mientras que el 13% no cree que pueda irse de vacaciones debido a su situación económica.
Tras analizar todos los datos recopilados, el informe concluye que el perfil de una persona que tiene deudas (no necesariamente impagadas) es el de un hombre, mayor de 55 años, casado, con estudios superiores, que trabaja y que tiene ingresos medios.
Desde hace tiempo, es creciente el auge de personas que tienen que endeudarse o tirar de tarjeta de crédito para llegar a fin de mes o para afrontar costes. Ya a finales del año pasado la financiación vinculada a un plástico crecía un 19%, de acuerdo con los datos del Banco de España.
«El lanzamiento del observatorio es el resultado de nuestro interés por conocer de cerca la realidad del endeudamiento de la sociedad española. Analizar periódicamente las causas que llevan a que las personas se endeuden, por qué cantidad lo hacen y cómo llegan a producirse impagos nos ayuda a comprender mejor la situación de nuestros clientes para poder proporcionarles recursos innovadores que les permita controlar su situación financiera», explica Alina Giurgea, directora general de Kruk España.
«La educación financiera ayuda a desarrollar habilidades de gestión del ahorro y del endeudamiento acorde a las necesidades de cada persona. Contar con estas herramientas es clave para administrar nuestro propio presupuesto en base a los ingresos y gastos personales, entre los que se encuentran las deudas», añade Giurgea, quien indica que «los que tienen estos conocimientos cuentan con más capacidad para hacerlas frente y, por lo tanto, recuperar su estabilidad financiera».