Los médicos españoles reciben hasta 8.000 euros de plus por hacer un trasplante de órgano
La donación en España es voluntaria, gratuita y altruista, pero los funcionarios de la sanidad cobran un extra por ello
La donación de órganos en España es voluntaria, gratuita y altruista, así lo estable la ley. La generosidad de la población y efectividad del sistema sanitario hacen que llevemos tres décadas siendo líderes en donación de órganos (en 2022, según el último informe de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), se realizaron 5.383 trasplantes). Sin embargo, los profesionales sanitarios que participan en la cadena del programa de trasplantes reciben pluses económicos que pueden alcanzar los 8.000 euros por trasplante realizado.
El personal de la sanidad pública es retribuido en todas las autonomías con una cantidad mensual (sueldo, antigüedad, guardias, complementos) acorde con la categoría laboral, cualquiera que sea la especialidad clínica o el volumen del trabajo que presta. De esta forma, todo lo que un médico o personal sanitario haga está incluido en la mensualidad. Todo, salvo los trasplantes, que se pagan aparte.
Existe un amplio catálogo de retribuciones para cada tipo de trasplante. Las comunidades autónomas regulan la cobertura económica de la actividad de obtención y trasplante de órganos, especificando el pago destinado a los profesionales que intervienen en el proceso. En algunas comunidades, existe una regulación autonómica publicada en los boletines oficiales, como Andalucía, Cataluña, la Región de Murcia o la Comunidad Valenciana, o en normativas internas. No obstante, este sistema retributivo común puede adaptarse al modelo organizativo de cada hospital, por lo que suelen existir variaciones entre centros de la misma comunidad. En otras comunidades autónomas es directamente la administración hospitalaria la que regula el sistema retributivo de los profesionales que participan en estas actividades, de acuerdo con las peculiaridades del centro, explican a THE OBJECTIVE desde la Organización Nacional de Trasplantes (ONT).
De esta forma, atendiendo a los boletines autonómicos que sí hacen públicos estos pluses, los incentivos de los profesionales sanitarios (médicos, enfermeros, celadores) que proceden a la extracción y trasplante de órganos pueden llegar incluso a duplicar sus nóminas (dependiendo del número de trasplante que realicen). El Servicio Andaluz de Salud (SAS), por ejemplo, abona al médico por cada donante de órganos y tejidos «detectado, mantenido y resuelto» con 2.855,86 euros; mientras que el diplomado recibe 526,14 euros. En total, 3.382,00 euros por cada donante de órganos y tejidos detectado.
8.049 euros por trasplante de islote pancreático
Las cantidades son mayores cuando se trata de retribuir las extracciones de órganos. El SAS paga pluses de 1.744,56 euros a cada médico que participa en una extracción renal. El plus es idéntico en el caso de la extracción hepática, cardíaca, de páncreas, de pulmón o de intestino. Los diplomados reciben por estas extracciones 536,87 euros por cada una de ellas. No obstante, en el caso de que los órganos y tejidos extraídos sean desechados, se retribuirán con el 20% de las cantidades, especifica la Resolución 14/2022 de Actualización de retribuciones compensaciones por la participación de los Centros Hospitalarios en el Programa de Detección, Extracción y Trasplantes de Órganos y Tejidos de la Junta de Andalucía.
Por otro lado, los hospitales perciben, por ejemplo, 12.074,56 euros por cada trasplante de islotes pancreáticos realizado –el más caro–; de forma que 8.049,71 euros se destinan a los médicos especialistas participantes y 4.024,85 euros a repartir entre el personal enfermeros y técnicos que participen en el mismo.
Situación similar ocurre en el resto de comunidades. En la Región de Murcia, el personal médico recibe 4.605,72 euros por explante hepático, mientras que el plus de los enfermeros por la misma cirugía es de 338,71 euros. Por trasplante la retribución asciende hasta los 10.908,15 si hablamos de una cirugía de páncreas. Esta comunidad también retribuye a los celadores que forman parte de la intervención –la Junta de Andalucía no lo regula-, de forma que un celador que traslade a un trasplantado hepático recibirá un plus de 269,97 euros, y uno de 158,50 euros cuando el trasplantado sea cardíaco. No obstante, si desempeña su trabajo desplazando a la persona donante el plus es de 96 euros.
En Cataluña, por cada trasplante renal efectuado el médico recibe un plus de 1.661,04 euros hasta los primeros 40 trasplantes, y 3.322,10 euros a partir del 41; por su parte, por extracción de riñón, corazón, pulmón, hígado o páncreas el facultativo ingresará 1.264,87 euros. Mientras, en la Comunidad Valenciana el hospital recibe un único pago por operación que será distribuido por la dirección del hospital teniendo en cuenta la composición de los equipos (médicos, enfermeros, técnicos). Así, por extracción de riñón, hepática, páncreas, cardíaca o de pulmón el personal sanitario recibirá 3.008,78 euros a repartir, mientras que la cantidad asciende a los 6.017,56 euros cuando se trate de extracción birrenal o bipulmonar. Casi 9.000 euros (8.990,07) recibirá el equipo que realice un trasplante birrenal, bipulmonar o hepático.
«El éxito del modelo español no radica en el sistema de retribuciones»
Desde la ONT defienden este modelo de retribuciones y aseguran que el «éxito del modelo español radica en su sistema organizativo y no en el sistema de retribuciones». «Si todo fuera cuestión de dinero, los países más ricos de nuestro entorno hace tiempo que hubieran solucionado la escasez de órganos. De hecho, las mejoras en donación que se han producido en otros países en años recientes se deben a la incorporación total o parcial de elementos propios de nuestro modelo, como es la implicación de los profesionales de intensivos en el proceso de donación», señalan a THE OBJECTIVE tras ser preguntados por esta cuestión.
Así, justifican estos pluses argumentando que «la labor de los profesionales que se dedican a la donación y el trasplante de órganos es sumamente compleja, requiere una gran profesionalidad, alto grado de especialización y disponibilidad, lo que lleva aparejado un enorme estrés». Además, recalcan que en algunas comunidades existen enormes dificultades para el relevo generacional y es «difícil encontrar gente que quiera trabajar como coordinador o incorporarse a los equipos de trasplante», por lo que a través de este sistema de retribuciones intentan «compensar» la dedicación y el trabajo realizado por los profesionales implicados. «Se trata de un sistema retributivo que se adapta a las peculiaridades del programa de donación y trasplante de órganos, y que lo hace viable y económicamente sostenible», aseguran.