El rechazo a donar órganos de un familiar muerto alcanza su cifra más alta en una década

España completa tres décadas como líder en donación de órganos. En 2022, según el último informe de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), se realizaron 5.383 trasplantes, con una media de 15 diarios. Sin embargo, el rechazo a estos es aún una realidad. En 2022, las negativas familiares a la donación de órganos alcanzaron su cifra más alta en una década, con 414 rechazos. Se trata del dato más insolidario de los últimos diez años, en 2013 las negativas fueron de 313 familias. En la última década el número de rechazos han sido los siguientes: 383 (2021), 295 (2020), 366 (2019), 391 (2018), 326 (2017), 372 (2016), 334 (2015), 367 (2014) y 313 (2013).

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De esta forma, según se desprende del último informe realizado por la Organización Nacional de Transplantes, el año pasado, el porcentaje de familias que rechazaron que sus familiares fallecidos donasen sus órganos fue de un 16%. Estos datos han sido incluidos este viernes en el último informe realizado por la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) y presentado en enero tras «un error» que inicialmente los dejó fuera, según ha informado la propia Organización a THE OBJECTIVE al preguntar por la ausencia de esta información, que sí se venía facilitando en años anteriores. No obstante, hay que indicar, que sí aparecen en las memorias de actividad anuales ‘Actividad de donación y trasplante España 2022’, presentadas también a principios de año.

A pesar de estos datos, hay que destacar que el rechazo a las donaciones en España es muy inferior al registrado en otros países, como Italia, Reunido o Alemania. En este último país, por ejemplo, la negativa alcanza el 40%. Por lo que a pesar de estas negativas, nuestro país sigue siendo líder en donación de órganos y una de las naciones más solidarias en este sentido.

Castilla-La Mancha, la comunidad con más negativas

Castilla-La Mancha desbanca a Cataluña –que en 2021 fue la región más insolidaria con un 25% de negativas–y se sitúa como la comunidad autónoma líder en negativas familiares a donar órganos para ayudar a los trasplantes (27%). Castilla-la Mancha queda once puntos por encima de la media nacional (16%) en rechazo o insolidaridad con la donación. La segunda comunidad con más negativas ha sido Extremadura, aunque el porcentaje cae al 20%, cuatro puntos por encima de la media.

Cataluña mejora sus datos y desciende a tercera posición, con un 19% de familias que rechazaron que sus familiares fallecidos donasen sus órganos. Por encima de la media, según se desprende del informe realizado por la ONT –dependiente del Ministerio de Sanidad–, quedan Galicia (18%), Baleares (17%), Madrid (17%) y la Región de Murcia (16%). Siete puntos por debajo de la media, como la región con menos negativas a la donación, se encuentra País Vasco (9%).

Además, el estudio refleja que de esas 414 negativas, 272 corresponde a familiares de personas que fallecieron por muerte encefálica y 142 fueron negativas a la donación en asistolia.

Carné de donante

En este sentido, los expertos consultados señalan que en muchas ocasiones los familiares no saben con certeza cuál hubiera sido la voluntad del difunto y cuando la muerte es traumática o inesperada provoca una peor reacción en el entorno social. No obstante, agregan que aunque el fallecido posea el carné de donante, si la familia se opone, la donación no se hará efectiva, puesto que el carnet de donante no es un documento legal a diferencia de las voluntades anticipadas o instrucciones previas. Así, la tarjeta de donante solo es una "intención" que debe ser corroborada por la familia, que en muchas ocasiones rechaza el trasplante por la angustia del momento.

Por su parte, la donación en vivo es una realidad hasta ahora "poco potenciada" en España, a pesar de que actualmente constituye "la mejor solución" para compensar la disminución de donaciones de órganos procedentes de accidentes de tráfico. En 2022 se realizaron 355 trasplantes renales de este tipo, aunque sólo representa el 7,5% del total. El año pasado, según se desprende del informe de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), el 4,3% de los donantes fallecidos fueron por accidente de tráfico, el 55,5% por accidente cerebrovascular y el 21,7% por encefalopatía anóxica.