La UE anunciará a la vez su respuesta a la fusión Orange-MásMóvil y el destino de sus activos
Las próximas semanas serán cruciales para definir las condiciones que se terminarán imponiendo a la operación
El departamento de Competencia de la Unión Europea anunciará al mismo tiempo su respuesta a la joint venture de Orange y MásMóvil y el destino de los activos sobrantes de la fusión. Según ha podido confirmar THE OBJECTIVE con fuentes cercanas a las negociaciones no se producirá ya ninguna comunicación hasta que se falle definitivamente la operación, el próximo mes de septiembre según el calendario oficial u octubre, si es que las actuales negociaciones se complican.
En el sector se especulaba con que a finales de mes o comienzos de septiembre la Comisión Europea anunciase que eran necesarias determinadas condiciones para validarla e incluso podía decir qué tipo de activos sería necesario poner en venta para dar el plácet. Sería a partir de esta comunicación que empezaría formalmente la búsqueda de un remedie taker que se quedase con estas infraestructuras a un precio muy por debajo del mercado.
Sin embargo, las fuentes consultadas indican que a partir de ahora todo el proceso se llevará internamente y que desde el punto de vista administrativo el último hito que queda por cumplir es el de dar el fallo, lo que incluirá además una resolución sobre los activos que deberán cederse y la compañía que finalmente los adjudicará. De esta manera, se hará una sola comunicación englobando todos los detalles: es decir, que se aprueba la operación, al mismo tiempo que se dice quién será el eventual adjudicatario.
Opciones de Orange
Desde la semana pasada Orange y MásMóvil están manteniendo una serie de reuniones presenciales y virtuales para negociar cuáles serán las condiciones en base a las que se aprobará la fusión. Las dos compañías enviaron el pasado lunes su respuesta al pliego de objeciones de Bruselas sosteniendo que no era necesaria la venta de activos aunque la UE ha contestado de vuelta que una operación de 22.000 millones de euros no puede saldarse sin condicionantes.
A partir de ahí -y como ya informó este medio- se suceden las conversaciones para intentar llegar a un punto de acuerdo intermedio. Orange y MásMóvil quieren reducir al mínimo la venta de activos, como ya adelantó hace unas semanas el CEO de los franceses en España, Ludovic Pech, con el objetivo de que no pongan en riesgo la rentabilidad de la fusión y que no engorden demasiado a la competencia, en caso de producirse.
El problema para las dos operadoras es que después de casi un año de intercambio de información con los interesados, la Comisión Europea sigue considerando que la fusión representa un riesgo para el mercado minorista de telecomunicaciones en España y que podría generar una subida de precios en el mercado. En este sentido, siguen considerando la necesidad de reforzar un cuarto operador que ocupe el sitio que deja MásMóvil, operador que -a ojos de la UE- ha ayudado a contener el coste del servicio para los consumidores.
Candidatos a los ‘remedies’
Las negociaciones (ya no se pedirán más informes escritos) se están desarrollando en varias dimensiones y a muchas bandas. Al mismo tiempo que Orange y MásMóvil intentan rebajar la profundidad de los remedies y las condiciones, se están realizando conversaciones con los candidatos a remedy taker –Digi, Avatel, Finetwork y Adamo– para ver quién puede asumir mejor los activos que eventualmente se pondrían a la venta.
En cuanto a los remedies, el punto partida de las negociaciones está en determinadas condiciones de acceso mayorista a las redes de la futura joint venture; así como la venta de la red de Yoigo con 5.000 emplazamientos (redundante con la de Orange) y los activos de Euskaltel en el norte de España que tiene entre 800.000 y 1,5 millones de accesos de banda ancha fija. Hay que buscar un complicado encaje de bolillos porque la Comisión Europea, los integrantes de la joint venture y los candidatos a quedarse con los remedies tienen diferentes opciones contempladas en sus respectivos proyectos.
En principio, la red móvil es atractiva para todos los interesados, ya que nadie tiene presencia propia en este mercado, aunque la realidad es que estamos hablando de infraestructuras con un elevado coste de mantenimiento que obligarían a un mayor desembolso que el actual, donde solo pagan por su alquiler. En el caso de las redes fijas, los remedy taker tienen diferentes niveles de despliegue : por ejemplo, Digi lo hace en zonas urbanas y Avatel en áreas rurales, lo que les hace se más compatibles con los activos que se pondrían a la venta.
Negociación de las condiciones
Este diario ha podido saber que hay bastantes diferencias entre lo que quieren uno u otro remedy taker, al mismo tiempo de que la compatibilidad de las actuales redes de una compañía y otra difieren bastante dependiendo de quien sea finalmente el elegido. Este diario ha indicado además que es bastante probable que Bruselas y Orange y MásMóvil tengan diferentes candidatos para quedarse con estos activos, lo que llevaría a nuevas negociaciones y probablemente un mayor plazo de tiempo en la resolución.
Por otro lado, Orange y MásMóvil proponen una venta de activos reducida al mínimo, pero no necesariamente esto debe coincidir con lo que quiera Bruselas o lo que necesiten o demanden Digi, Avatel, Finetwork y Adamo. En este sentido, la última palabra con respecto de todas las decisiones la tendrá siempre la Comisión Europea, aunque su forma de trabajar intenta buscar los máximos consensos posibles, aunque siempre partiendo de una base única.
Todas las fuentes consultadas coinciden en señalar que a finales de este mes podría haber un marco común y un principio de acuerdo entre las partes (incluyendo al remedy taker), sobre el cual se intentará cerrar un pacto definitivo en septiembre. Así, probablemente más cerca de octubre se haga la comunicación oficial con la aprobación, las condiciones y el adjudicatario de los activos, si es que finalmente se opta por este camino.