Vivendi busca socios españoles para emprender el asalto definitivo a Prisa
El grupo francés quiere asegurar la ‘españolidad’ del editor de ‘El País’ ante un futuro cambio en su accionariado
Vivendi sigue buscando fórmulas para tomar el control del grupo Prisa cuando la legislación sobre inversiones extranjeras y el momento político se lo permita. Según ha podido confirmar THE OBJECTIVE con fuentes cercanas a estos movimientos, la compañía francesa propiedad de Vincent Bolloré ya trabaja en el diseño de un plan que incluye la búsqueda de un socio español y del apoyo financiero necesario que le permita asumir la gestión del editor de El País y la Cadena Ser.
Las fuentes con las que ha hablado este diario indican que este socio español obedece a un retraso robot perfectamente perfilado: una compañía cercana al mundo de los medios de comunicación, aunque evitando caer en incompatibilidades y en riesgos de competencia; mientras que el partner financiero debería ser cercano a la órbita del grupo, también español, y que además garantice el equilibrio de accionistas actualmente presentes en el grupo Prisa.
La necesidad de buscar socios españoles no es un capricho de Vivendi. Independientemente del color político de turno y de las influencias pasajeras en la compañías, siempre ha sido necesario el apoyo de una empresa local que garantice los apoyos tanto del PP, como del PSOE. Tras la salida de Juan Luis Cebrián y de la pérdida de peso accionarial de los Polanco, fue el Banco Santander el que asumió este papel nombrando presidente a Javier Monzón.
Socio español para Prisa
Tras la salida de Monzón en diciembre de 2020, fue Telefónica la que apoyó a Amber para tomar el control de Prisa con el apoyo de La Moncloa y cuando la operadora de telecomunicaciones se marchó en mayo de 2022, la españolidad de la editora de El País se mantuvo con la entrada de Global Alconaba, empresa propiedad del productor Andrés Varela, uno de los históricos socios fundadores de Globomedia.
Vivendi se ha marcado como objetivo encontrar ese recambio accionarial que les garantizaría el carácter español que le pedirá Alberto Núñez Feijoó al nuevo núcleo duro de Prisa; y quieren que sea además un editor de medios que le otorgue estabilidad ideológica y editorial de la compañía. Aunque son conscientes de que no hay demasiados candidatos que respondan a este perfil y que las finanzas de los grandes grupos españoles de medios están bastante tocadas, ya han establecido los primeros contactos.
El primero que está sobre la mesa es Mediaset, una compañía que ha mostrado abiertamente su interés por comprar Cadena Ser «si es que se pone en venta». No obstante, este diario ya ha advertido que los intereses de Mediaset y Vivendi son ahora contradictorios en un eventual cambio de rumbo accionarial de Prisa. Además, Mediaset se fusionó con su matriz italiana hace unos meses y llevó su sede social a Países Bajos, algo que les descarta completamente como «socio español» de la operación.
Unidad Editorial y Vocento
Por otro lado, los italianos no están dispuestos a apoyar un cambio en el accionariado en el que no tengan un papel protagónico ni de gestión, prefieren quedarse solo con la radio y la gestión publicitaria y no creen que El País sea un buen negocio. Al contrario, los franceses quieren todo el paquete -incluido la editorial Santillana-, también quieren la gestión y no creen que sea el momento de trocear la compañía.
Descartado Mediaset, solo quedan tres grandes grupos para afrontar la operación: Atresmedia, Unidad Editorial y Vocento. En el primero de los casos, las incompatibilidades de Onda Cero con la Cadena Ser y de Planeta con Santillana, hacen inviable cualquier tipo de movimiento si es que no se trocea antes la compañía. En el caso de Unidad Editorial, el editor italiano no tiene dinero para emprender un movimiento de este calado y las incompatibilidad de El Mundo con El País, de Expansión con Cinco Días y de Marca con As, hacen inviable cualquier movimiento.
De este modo, las fuentes consultadas indican que el único socio posible y con más sinergias es Vocento. La compañía acaba de cerrar la refinanciación de 45 millones con Santander y BBVA lo que da un respiro financiero para afrontar los próximos tres años. El encaje entre el editor y Prisa también es importante: tiene un generalista conservador (ABC) y una extensa red de diarios regionales, mientras que Prisa tiene una cadena de radios y un diario generalista progresista (El País), un deportivo (As)y un económico (Cinco Días).
Apoyo del Santander
No es la primera vez que Vocento se interesa por Prisa. En enero de 2021 la compañía comunicó a la CNMV que «estableció una comunicación informal y, constatada la falta de disponibilidad para iniciar conversación alguna, se abandonó el proyecto». En ese momento, se planteó la posibilidad de una fusión, aunque en esta oportunidad lo que estaría sobre la mesa es una entrada en el accionariado y siempre de la mano de Vivendi.
Entrar en el accionariado de Prisa es barato, pero no gratis. Su valoración actual en Bolsa es de 385 millones de euros, por lo que el 30% de Amber está valorado en poco menos de 130 millones y el 7% de Global Alconaba en unos 25 millones. Se necesitarían al menos 38 millones para tener un 10% que le otorgue algún tipo de influencia en la compañía, una importante inyección de capital de la que Vocento no dispone en estos momentos.
Es en esta parte de la ecuación donde entra el Banco Santander. Las fuentes consultadas por este diario indican que Vivendi está buscando acercamientos con la entidad presidida por Ana Botín para lograr una entente que pueda arrebatar el control de Amber Capital de la compañía y financiar la entrada de nuevos socios afines. El banco aportaría la financiación para el socio español que termine entrando en la compañía, a cambio de tener presencia en el futuro equipo de gestión.
Sánchez y Prisa
Este diario ya ha publicado que coexisten en estos momentos tres bloques en Prisa: Amber, Vivendi y Santander, con intereses contrapuestos y que trabajan para tomar el control cuando cambie el Gobierno. Una guerra que puede atenuarse si es que los franceses se alían con Santander y juntos arrinconan al actual presidente, Joseph Oughourlian. Los dos grupos coinciden que con Sánchez fuera de la Moncloa, el franco armenio perderá fuerza y se podrían dar pasos hacia una nueva etapa accionarial y editorial.
Vivendi no puede seguir comprando acciones en Prisa porque la actual normativa de inversiones extranjeras supedita el control de empresas españolas estratégicas al filtro de Moncloa. Una limitación que los franceses confían en que se elimine con Alberto Núñez Feijóo, lo que daría vía libre para que se consoliden los movimientos que prepara, pero que no serían posibles sin el apoyo de un socio español.