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Economía

El Ibex tiembla ante otro gobierno de Sánchez más radicalizado con la izquierda y los 'indepes'

Las empresas anticipan más críticas al sector, ataques contra la seguridad jurídica y nuevos impuestos sectoriales

El Ibex tiembla ante otro gobierno de Sánchez más radicalizado con la izquierda y los ‘indepes’

Pedro Sánchez y Yolanda Díaz durante una sesión de control al Gobierno. | Agencias.

Las grandes empresas del Ibex recelan de un nuevo pacto de Pedro Sánchez en coalición con la izquierda y con el apoyo de partidos independentistas. Los directivos de estas compañías daban por descontado un nuevo Ejecutivo liderado por el Partido Popular (PP) y Alberto Núñez Feijóo, pero el resultado electoral les ha hecho ponerse en un nuevo escenario donde asumen que podrán tener cuatro años más de incertidumbre y con una mayor radicalización del Gobierno, según fuentes del sector consultadas por THE OBJECTIVE.

Los resultados del 23 de julio fueron claros y, pese a que Feijóo ganó las elecciones, lo hizo por un margen tan estrecho que no podrá gobernar ni con el apoyo de Vox. Por el contrario, el PSOE podría hacerlo sumando todos los votos de Sumar y de los partidos independentistas como Bildu, ERC o Junts. Sin embargo, para ello debería otorgar una serie de concesiones que estas formaciones políticas ya comenzaron a exigir al cerrar la noche electoral del domingo.

De esta manera, a Sánchez le saldrá mucho más caro gobernar, algo que preocupa mucho a las grandes empresas españolas. En las elecciones de 2019 el PSOE sólo pactó con Unidas Podemos y le bastó la abstención del resto de fuerzas, pero ahora —al ser segunda opción— necesaria el voto directo del resto de formaciones. Pese a ello, en el sector se da por descontado que estos acuerdos terminarán por producirse y que el PSOE podrá reeditar su actual Gobierno.

Pedro Sánchez, durante su último encuentro con directivos del Ibex, en el Foro Económico de Davos.
Pedro Sánchez, durante su último encuentro con directivos del Ibex, en el Foro Económico de Davos (Agencias).

Impuestos al Ibex

Esta situación obligará a un divorcio aún mayor con el Partido Popular, alejando cualquier tipo de posible acuerdo entre las dos fuerzas mayoritarias, el escenario ideal para la mayoría de los empresarios consultados. Algo que no es una buena noticia para los inversores porque se alejarán nuevamente los grandes pactos de Estado en cuestiones como las pensiones o la vivienda. Un cúmulo de decisiones que podría frenar proyectos e inversiones y que sería caldo de cultivo para un clima anti-empresarial que prolongaría lo que se ha venido experimentando en los últimos meses.

El problema —según indican a este diario— es que el conseguir estos apoyos se traducirá en un Ejecutivo más radicalizado, opuesto a los intereses de las empresas y con vocación de seguir profundizando la deriva populista que se instaló en España en el último año. En campaña, Sumar ya advirtió a Sánchez que debían seguir avanzando su agenda social y que se tenían que seguir aumentando los impuestos a las grandes fortunas y corporaciones.

El gran temor de las grandes empresas del Ibex es que un eventual pacto de investidura del PSOE con la izquierda de Sumar y los independentistas, se traduzca casi de inmediato en el aumento de impuestos a las empresas. Se cree que lo primero que estará sobre la mesa sea perpetuar el impuesto a la banca y las energéticas que, en principio sólo regirá para los años 2022 y 2023, pero que —como ya han pedido en varias ocasiones desde Podemos—podría hacerse permanente y extenderse (al menos) para el siguiente curso.

Escudo antiopas

Se cree además que seguirá esta tendencia y se incluirá a otros sectores en estos impuestos extraordinarios. El primer sector en el punto de mira es el de la alimentación y de la distribución. Los precios de los alimentos siguen disparados por sobre el 10%, pese a la rebaja del IVA, lo que puede ser utilizado como una justificación para que la izquierda vuelva a pedir control de precios o impuestos al sector. El impuesto de sociedades también sería un foco a tomar en cuenta, otro de los grandes objetivos de estos grupos políticos.

Tampoco se descarta que el acoso a las grandes empresas vuelva a instalarse en la agenda política con el paso de las semanas como una herramienta para cerrar pactos con los grupos independentistas y la izquierda. Las grandes empresas no se olvidan del caso Ferrovial y del acoso y derribo a la familia Del Pino por anunciar el cambio de sede fiscal a Países Bajos. Una actitud que —consideran— podría repetirse en el futuro con corporaciones que no quieran plegarse a los intereses del nuevo Gobierno, algo que sería nefasto para la libertad de empresas y la seguridad jurídica, advierten.

Por último, las fuentes consultadas tampoco olvidan el decreto que reguló las inversiones extranjeras y que se aprobó por decreto en plena campaña electoral. Este diario ya informó de que las nuevas reglas endurecen y perpetúan el escudo antiopas instaurado durante la pandemia de forma temporal y que deja en manos del Gobierno de turno las inversiones de empresas extranjeras en todos los sectores estratégicos: telecomunicaciones, energía, medios de comunicación e infraestructuras. Esto supone -según las fuentes consultadas- dejar en manos de Sánchez todos los flujos de capital extranjero de los próximos cuatro años.

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