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El Ibex acelera los contactos con Feijóo y prepara un escenario postelectoral sin Sánchez

Los grandes empresarios confirman su apoyo al líder del Partido Popular y dan por amortizado a Pedro Sánchez después de las elecciones de julio

El Ibex acelera los contactos con Feijóo y prepara un escenario postelectoral sin Sánchez

Alberto Núñez Feijóo interviene durante la última jornada de la 38 reunión del Cercle d’Economia, en Barcelona el pasado 31 de mayo. | David Zorrakino (Europa Press).

Las grandes empresas del Ibex 35 se posicionan de cara al 23-J, un adelanto electoral ha pillado a la mayoría «con el pie cambiado», según dice un alto directivo a este periódico. Las fuentes consultadas por THE OBJECTIVE confirman que las corporaciones españolas de mayor facturación y con más peso en los mercados bursátiles han acelerado los contactos con Alberto Núñez Feijóo para confirmar el apoyo que ya le habían manifestado en estos últimos meses.

Estas mismas fuentes indican que el objetivo es mantener conversaciones de primer nivel con el líder del PP en las próximas semanas para transmitir sus impresiones respecto del actual escenario económico y el futuro postelectoral en el que Pedro Sánchez no está en ninguna de las quinielas. Los presidentes y CEO de las grandes empresas son conscientes de que el calendario es apretado y que con solo dos meses de campaña electoral, el presidente de los populares tendrá poco tiempo para reuniones cara a cara, por ello buscarán otras fórmulas para trasladar sus impresiones.

Ya se han mantenido algunos contactos esta semana tras conocerse el adelanto electoral y se intentará buscar la forma de que se produzcan nuevas reuniones informales en medio de encuentros sectoriales o visitas a patronales. El líder del PP ha manifestado abiertamente su apoyo al mundo empresarial y lo ha hecho en diversos foros, unas reuniones que se seguirán produciendo hasta cuando sea posible y la campaña electoral lo permita.

El presidente del Cercle d'Economia, Jaume Guardiola (1d), y el líder de PP, Alberto Núñez Feijóo (2d), durante la última jornada de la 38 reunión del Cercle d’Economia.
El presidente del Cercle d’Economia, Jaume Guardiola (1d), y el líder de PP, Alberto Núñez Feijóo (2d), durante la última jornada de la 38 reunión del Cercle d’Economia (David Zorrakino / Europa Press).

Reunión en el Cercle

El modelo a seguir será la reunión de esta semana con el Cercle d’Economia donde Feijóo fue el principal invitado después de que Pedro Sánchez cancelara su visita por una reunión de urgencia con su grupo parlamentario. Lo que podría haber sido el primer cara a cara con propuestas económicas ante lo más granado del empresariado catalán, se transformó en un monólogo del líder del PP que aprovechó cada minuto en Barcelona para estrechar lazos con el sector.

Los presentes se interesaron por las propuestas de Feijóo con menos impuestos y bajada de la factura eléctrica. Y le despidieron con un cerrado aplauso que confirmó un amplio apoyo a sus opciones de convertirse en el nuevo inquilino de Moncloa. En este viaje el líder del PP además mantuvo discretos encuentros con algunos de los presentes, muchos de ellos representantes de los grandes del Ibex.

Además de estrechar lazos con empresarios, Feijóo lo hizo en Cataluña donde hay muchos descontento con la gestión que Sánchez ha hecho del procés y de la ola independentista que en los últimos cinco años ha descapitalizado el tejido productivo de Cataluña. En los últimos cursos, la región ha perdido empresas y el primer lugar como motor económico de España, en favor de la Comunidad de Madrid.

Feijoó y el nuevo gobierno

La idea del PP es mantener al menos un encuentro de estas características con empresarios de primer nivel. Unas compañías que ya trabajan sobre la base de que Pedro Sánchez no seguirá siendo presidente del Gobierno tras las elecciones del 23 de julio. El escenario más deseable para las empresas es que el PP logre mayoría absoluta con lo que se acabaría toda la incertidumbre de un plumazo. No tener mayoría significa entrar en un incierto escenario de negociaciones con Vox, que no gusta a ningún empresario. Del otro lado, el mejor de los males es un gobierno en solitario del PSOE, pero sin la influencia de Unidas Podemos.

En cualquier caso, el adelanto electoral es una noticia que ha sido bien recibida por los empresarios y las empresas del Ibex. Este diario ya informó de que los inversores están satisfechos porque una convocatoria anticipada de elecciones elimina seis meses de incertidumbre y el caso de las grandes corporaciones se cree que queda menos tiempo para que se deroguen las decisiones de Sánchez que más han perjudicado al tejido productivo.

Se refieren al impacto en energéticas, la banca y las grandes fortunas, que han tenido que pagar con efecto retroactivo el impuesto extraordinario a sus beneficios en 2022 y deberán abonar en 2023. El gravamen está recurrido en los dos primeros casos y en estos sectores existe confianza en que si Feijóo gana las elecciones se derogarán estos impuestos y muchos de los gravámenes impuestos a las eléctricas en los últimos dos años.

Inseguridad jurídica

Sin embargo, lo que más preocupa en el mundo de las empresas es la inseguridad jurídica, la pérdida de confianza para hacer negocios y el intervencionismo político. Con el actual presidente del Gobierno nadie sabe a qué atenerse y dependiendo de las necesidades electorales las empresas siempre están en el punto de mira desde hace más de un año.

Unidas Podemos y los propios ministros del PSOE, han impulsado los impuestos a la banca y las energéticas, pero sobre la mesa ha estado la intervención de los precios de los alimentos, impuestos a los supermercados o un aumento a los impuestos de los beneficios empresariales.

Una escalada de hostilidades contra el mundo empresarial que tuvo su momento de mayor tensión en el caso Ferrovial y en las amenazas del Gobierno para evitar que la compañía cambiase su sede fiscal a Países Bajos. Durante un mes, todos los ministros liderados por la vicepresidenta Nadia Calviño, criticaron la decisión y demonizaron a la compañía acusándola de querer pagar menos impuestos y de no tener claras las razones de su marcha.

El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo y el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, en una imagen de archivo.
El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo y el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, en una imagen de archivo (Cézaro De Luca / Europa Press).

Ataques a Ferrovial

Este caso es precisamente el que más ha irritado a las grandes empresas. Prácticamente ninguna de las grandes tiene entre sus planes inmediatos marcharse de España, pero el acoso del Gobierno les dio la razón definitiva para no querer un nuevo ejecutivo liderado por Sánchez y mucho menos en coalición con Unidas Podemos. «Al final es una cuestión de formas», dice un directivo de un grande del Ibex a este diario.

Sánchez ha pasado de cortejar a las empresas durante la pandemia a ponerlas en el centro de todos los problemas de España tras el estallido de la guerra de Ucrania, radicalizando su discurso y dando un giro populista. Al contrario, Feijoó siempre ha tenido una buena relación con el mundo corporativo desde sus tiempos en la Xunta de Galicia, según coinciden las empresas. Sin estridencias, con mensajes pro-mercado e intentando tender puentes, una diferencia muy importante con el actual presidente, indican.

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