Los inversores aplauden el adelanto electoral porque elimina seis meses de incertidumbre

Los inversores respiran tranquilos. El adelanto electoral anunciado por Pedro Sánchez pocas horas después de consumarse su derrota en las elecciones municipales significó una conmoción inicial para el mundo empresarial, pero con el paso de la jornada fue transformándose en alivio para todo el sector. Las fuentes con las que ha hablado THE OBJECTIVE coinciden en señalar que es una buena noticia, en especial porque descuenta seis meses de incertidumbre en el escenario político español.

De la estupefacción inicial: «Nos ha pillado con el pie cambiado», «No le quedaba otra»; se ha pasado a un análisis más político: «Se juega todo a una carta»; y luego a la satisfacción por ver el fin del Gobierno de Sánchez: «Respiramos más tranquilos», «Por fin estamos cerca de acabar con el Frankenstein». Sin embargo, hay dudas por el escenario postelectoral: «Después de las elecciones puede pasar cualquier cosa»; aunque son conscientes de que es una gran noticia que los partidos minoritarios vayan en retirada: «Lo mejor es que al menos ya tengamos solo al PSOE y al PP como alternativas de Gobierno».

Entre las reacciones recogidas por este diario con directivos de empresas, inversores, asesores internacionales y empresarios españoles, hay un común denominador: tranquilidad y la sensación de que las trabas para invertir pueden estar cerca de acabarse si es que Alberto Núñez Feijoó gana las elecciones de julio. Son conscientes de que, en cualquier caso, lo mejor que pudo haber pasado es evitar una sangría del PSOE y terminar cuanto antes con la guerra electoral que ya lleva años enquistada en la sociedad española y que atenta contra el avance empresarial y la resolución de proyectos.

Recuperación del Ibex

Las empresas requieren tranquilidad y seguridad jurídica para realizar sus inversiones y un escenario en el que Pedro Sánchez hubiese agotado la legislatura -en especial, después de perder estrepitosamente- hubiese dejado abierta la puerta a un año perdido. Las promesas electorales hubiesen asaltado la economía y no descartan que se hubiese producido algún otro tipo de medida populista, como el impuesto a las energéticas, la banca o a las grandes fortunas.

Esta tranquilidad del mundo inversor tuvo un fiel reflejo en la Bolsa de Madrid. El Ibex 35 vivió momentos de incertidumbre tras el anuncio del presidente de Gobierno, cayendo hasta el 0,4% a mediados de la tarde, pero tras digerir la noticia, remontó a última hora de la jornada hasta ceder apenas un 0,12% hasta los 9.180,10 puntos. Es verdad que antes de que se conociese el adelanto electoral se superaron los 9.200 puntos, pero los expertos creen que el miércoles se recuperará holgadamente esta cuota, cuando las empresas -en especial, las extranjeras- asuman que la noticia es positiva.

Pedro Sánchez lleva más de un año divorciado del mundo empresarial y sus declaraciones y medidas populistas han generado gran desconfianza con el mundo inversor. En este sentido, unas elecciones adelantadas acercan un eventual Gobierno del Partido Popular (PP), lo que es bienvenido por la mayoría de las empresas españolas, de las grandes corporaciones del Ibex y por buena parte de las extranjeras.

Inversores en España

La clave está en el sentimiento inversor y en la oportunidad de que el nuevo escenario político -preferentemente con el PP- pueda desbloquear inversiones. Este diario ya advirtió de que muchos proyectos estaban a la espera de conocer los resultados de las elecciones del pasado domingo y calibrar el peso de las opciones del PP. Es así como las noticias son buenas y la tendencia indica que los populares tienen opciones reales de ser Gobierno, algo que está más cerca si las elecciones son en junio y no en diciembre.

Los datos oficiales indican que se produjo una ralentización en el crecimiento de la inversión durante la segunda parte del año pasado.  La inversión extranjera directa (IED) bruta en España bajó 31,7% en el cuarto trimestre tras llegar a los 10.423 millones de euros, 4.839 millones menos que los registrados entre octubre y diciembre de 2021. Se comenzó el año con un gran crecimiento del 115%, pero con el paso de los meses esta mejora fue menguando al mismo tiempo que se establecían nuevos impuestos y se criminalizaba y se acosaba a los empresarios.

Del crecimiento del 115% del primer trimestre se pasó al 96,9% de segundo semestre, tras cerrar en el 61,2% en los primeros nueve meses del año y terminar 2022 con una mejora del 13,9% hasta los 34.178 millones. Por otro lado, las fuentes consultadas por este diario indican que esta tendencia se ha mantenido en el comienzo de este año y que la inversión durante este primer trimestre no ha estado a la altura de la primera parte boyante del año 2022.

‘Caso Ferrovial’

Una situación que se ha producido en medio del estallido del caso Ferrovial y de la persecución y acoso del Gobierno impidiendo que la constructora abandonase España para establecer su sede fiscal en los Países Bajos; con la aprobación de la nueva ley de vivienda que se queda en el aire con esta convocatoria; y el plantón de Pedro Sánchez al CEO mundial de Blackrock, Larry Fink.

En este sentido, la convocatoria de elecciones -incluso si es que hay problemas para formar Gobierno en agosto- sigue siendo mucho más favorable que si fuese en diciembre. Si es que no se forma Gobierno se pierde solo un año y todo podría resolverse como tarde antes de finales de 2023, incluso si hay que convocar a nuevas elecciones. Por el contrario, si se realizan las elecciones a finales de año, se está en riesgo de perder completo el primer semestre de 2024, con lo que eso podría significar para la toma de decisiones de inversión.

PP y PSOE como alternativa

Del mismo modo, esta convocatoria confirma un hecho aplaudido unánimemente por los empresarios: la caída de los partidos extremos. Podemos ha desaparecido de muchos ayuntamientos y autonomías y los aliados de la futura coalición de Yolanda Díaz no pasan por su mejor momento. Si gana el PP, la voluntad del mundo empresarial y de los inversores es que lo haga en solitario y sin el apoyo de Vox, y la segunda opción es el PSOE, pero sin sus socios de la actual investidura, ni Unidas Podemos ni las formaciones independentistas.

El sentir general de los empresarios con interés de permanencia -no de los fondos que buscan rápidas plusvalías-es que el Gobierno de coalición (conocido como Frankenstein de Sánchez en algunos círculos) lleva meses agotado y que las concesiones a sus socios nacionalistas e independentistas se convirtieron en un hándicap para la imagen de España en el exterior y para el despliegue de las inversiones. Es por ello por lo que su reedición es el último de los deseos en las futuras elecciones y tampoco quieren un Ejecutivo con Vox que condicione a un Gobierno popular.