Telefónica ofrece a Vodafone migrar clientes a su red de fibra óptica en España
El CEO, Ángel Vila, ha dicho que se han enviado varias propuestas sobre un pacto de redes a la compañía británica
Telefónica se ha acercado a Vodafone para buscar acuerdos e integraciones de sus respectivas redes de banda ancha en España. Según unas declaraciones de su CEO, Ángel Vila, concedidas a la agencia Bloomberg, la operadora española ha presentado varias alternativas y propuestas en los últimos meses entre las que destaca la migración de hasta 7,5 millones de clientes de su red HFC (cable) a la de fibra óptica de los azules con más de 28 millones de accesos.
Un pacto que iría acompañado de un acuerdo de wholesale (mayorista) para que los clientes de Vodafone accedan a la red de Telefónica. En mayo, el propio Vila dijo que Telefónica estaba «abierta y preparada» para una posible alianza con Vodafone para compartir redes de banda ancha de fibra óptica en España, pero ponía como condición que la compañía británica apagara «progresivamente su cable» en el país.
El CEO dijo que Telefónica está en disposición de llegar a ese acuerdo: «En particular, en el caso de la fibra en España si quisieran (Vodafone) apagar progresivamente su cable». Este viernes ha dicho que las propuestas ya se han realizado y que ahora toca decidir a los británicos. «La pelota está en su tejado», ha señalado. Desde Vodafone no se contesta públicamente a esta oferta, pero por las palabras de Vila se deduce que siguen lejos de un acuerdo.
Red de Telefónica
Vodafone tiene 10,4 millones de hogares pasados con redes de banda ancha fija, de las que 3,8 millones son de fibra óptica y 7,5 de redes de HFC, cable heredado de Ono. En total, un despliegue de 10,4 millones de hogares, aunque con unos 600.000 que están solapados por las dos tecnologías. Una red para la que Vodafone busca inversor desde hace más de un año y en el que diferentes fondos de inversión -como Apollo Global Management- han presentado sus credenciales, aunque los británicos todavía no han movido ficha.
Este diario ha publicado en varias ocasiones que las opciones de Vodafone pasan por crear una FiberCo con todos sus activos de redes fijas y que un inversor no industrial aporte capital, comprando toda o parte de la red. En el caso de que unos fondos de inversión se hagan con estos activos de infraestructuras podrían crear una gran red neutra que agrupe a todos los pequeños operadores regionales y locales, con Vodafone como el principal cliente. Una red que precisamente podría hacer sombra a Telefónica y a Orange-MásMóvil.
El problema es que muchos de estos fondos prefieren comprar toda la compañía en España para después quedarse solo con su red y sus clientes. Una operación que no encaja en los planes de Vodafone y a la que sus directivos se han negado. De hecho, estos fondos llevan varios meses presionando para bajar el valor de la compañía y pagar incluso menos (3.600 millones) por todo el paquete que por los 4.000 millones que los británicos esperaban ingresar solo con la venta de su red fija.
Fondos y Vodafone
Esta misma semana se han sumado dos nuevos fondos al interés por Vodafone según ha publicado Bloomberg. Warburg Pincus y Carlyle están entre los posibles interesados en cifras que están en el entorno de los 3.600 y 3.700 millones de euros. Desde Vodafone quitan hierro a estos rumores e indican que siguen adelante en su hoja de ruta para volver a ser rentables y ganar clientes este año.
En su encuentro con analistas de esta semana tras la presentación de los resultados trimestrales la CEO del grupo, Margherita Della Valle, volvió a recordar que el crecimiento orgánico no solucionará por sí solo sus problemas, por lo que dijo que siguen abiertas todas las opciones en España y que cuando se tome una decisión se comunicará al mercado. En el trimestre pasado la filial española se puso bajo revisión estratégica y desde entonces se ha especulado con múltiples alternativas que van desde la venta de todos los activos, solo la red fija o asociaciones con otras telecos como Telefónica.
Vodafone cerró un trimestre en el que sigue perdiendo clientes y bajando ingresos, pero ralentizó esta caída hasta el 3% en ingresos por servicio y al 2,3% de ingresos totales. En la filial española son conscientes de que están en el punto de mira, pero confían en que si mejoran sus números de aquí a final de año, estarán en una mejor posición para afrontar posibles operaciones corporativas.