Bruselas pide a los ganaderos que reduzcan el transporte de animales vivos durante el verano
La petición no es extraordinaria, pero podría convertirse en algo permanente con la futura ley sobre bienestar animal
La Comisión Europea, a través de una carta a los servicios veterinarios oficiales de los distintos estados miembro, ha pedido que el transporte de animales vivos se reduzca durante el verano y se adapte a las temperaturas de esta época para garantizar el bienestar animal. Una petición que ya ha hecho otros veranos, pero que este año cobra especial importancia, dado que esta es una de las medidas que se plantea incluir de forma permanente en la nueva normativa sobre bienestar animal.
En respuesta a las preguntas de la eurodiputada del Grupo de la Izquierda Anja Hazekamp, la comisaria de Salud y Seguridad Alimentaria de la Unión Europea, Stella Kyriakides, informa de que «la Comisión ha enviado recientemente una carta a los servicios veterinarios oficiales de todos los estados miembro y algunos países terceros sobre los peligros del transporte de animales durante los periodos de altas temperaturas».
En esa misiva, explica, anima a los servicios veterinarios «a recomendar a los transportistas que estén bajo su jurisdicción a limitar el transporte de animales vivos o buscar alternativas, como hacerlo durante la noche».
Además, la propia Comisión recomienda «tomar medidas de precaución, suspender o reducir sustancialmente el transporte de animales durante largos trayectos en verano».
Unas recomendaciones que, según explica a THE OBJECTIVE Juan Luis Delgado, presidente de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja) en Salamanca, no son necesarias puesto que los ganaderos ya tienen en cuenta el bienestar animal durante los transportes realizados en verano. «En ningún caso los animales van en una condiciones que no sean óptimas para el transporte», asegura.
Afirma que ellos son los primeros interesados en que el animal llegue en perfecto estado de salud a su destino, ya sea un matadero u otra explotación: «Nos interesa mucho más que a cualquiera de la Comisión Europea». Y por eso, defiende, ya se tienen en cuenta alternativas como una menor carga de animales por trayecto o los viajes durante la noche para evitar las altas temperaturas del día.
Las recomendaciones de la EFSA marcarán la nueva normativa
En su pregunta, Anja Hazekamp hace referencia a las recomendaciones de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés), a quien la Comisión Europea ha encargado una serie de informes sobre distintos aspectos de bienestar animal en varios sectores para tenerlos en cuenta a la hora de elaborar la nueva normativa, cuyo borrador se espera para finales de este 2023.
Según estas recomendaciones, citadas por la eurodiputada, el bienestar de vacas y cerdos se ve seriamente afectado a partir de los 25 grados, por ejemplo, y el de las ovejas se ve muy comprometido a los 28 grados. Denuncia que «todos los años durante el verano, los animales son transportados a temperaturas superiores al máximo de 30 grados recomendado», y pregunta por las medidas que tomará Bruselas para atajar esta cuestión.
La comisaria responde que «aunque la actual legislación no incluye totalmente estas opiniones, son valiosas para las autoridades de los estados miembro a la hora de analizar los riesgos para el bienestar de los animales y prevenir las consecuencias de salud e implementar correctamente la legislación».
Sobre las conclusiones de los informes de la EFSA, explica que estas «opiniones científicas» fueron «publicadas durante el proceso de revisión de la legislación de la Unión Europea sobre bienestar animal y serán tenidas en cuenta durante el mismo».
La nueva normativa preocupa a los ganaderos
Desde que la Comisión Europea comenzó a elaborar la nueva normativa de bienestar animal, ganaderos de distintos sectores han comunicado su preocupación por las consecuencias que tendrán unas normas que, de llegar a implementarse, consideran excesivas.
«Quieren llegar a unos extremos que se salen del sentido común para hacer viable una actividad económica», dice el presidente de Asaja Salamanca, que critica que se tengan en cuenta los argumentos y peticiones de los grupos ecologistas y no los de los ganaderos.
Aunque no se conoce todavía el borrador de esta nueva ley, el sector teme que finalmente se tengan en cuenta las peticiones de las ONG y grupos ecologistas, respaldadas en algunos casos por los informes de la EFSA, y se acaben limitando los tiempos y distancias del transporte de animales vivos.
Algo que, argumenta Delgado, supondría un gran perjuicio económico para España, que exporta una gran cantidad de animales sobre todo a países árabes. «Están intentando que no se pueda transportar animales vivos a larga distancia», critica, y denuncia que «nos van a quitar un mercado y a perjudicar económicamente».
Desde Asaja, explica el ganadero, se presentan siempre las alegaciones que consideran necesarias durante la preparación de leyes de este tipo, pero Delgado lamenta que «cada vez tenemos menos esperanzas, porque se están rigiendo por unos patrones totalmente ajenos al interés común de la sociedad europea». «El lobby ecologista radical es el que más peso tiene en Europa y el que está imponiendo todas sus propuestas, como ha sucedido con la reforma de la PAC, con unas imposiciones que nos hacen no ser competitivos en un contexto global».
Una situación que asegura que acabará afectando directamente al consumidor, que verá un incremento de los precios de los productos procedentes de la ganadería española debido al aumento de los costes por las limitaciones en el transporte y a la escasez de oferta.