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Economía

Alarma en el sector ganadero porque la UE estudia limitar el transporte de animales vivos

Varios países y ONG han pedido a Bruselas que reduzca el tiempo de transporte en su nueva norma sobre bienestar animal y los ganaderos temen que acepte

Alarma en el sector ganadero porque la UE estudia limitar el transporte de animales vivos

Una explotación ganadera en Toledo. | Isabel Infantes (Europa Press)

La Comisión Europea está preparando una propuesta para actualizar la legislación sobre bienestar animal y uno de los puntos que más conversación ha generado recientemente ha sido el del transporte de animales vivos, que varios países han pedido restringir. 

Además de esta petición por parte de varios estados miembros, aunque no existe aún una propuesta oficial por parte de la Comisión Europea, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) emitió en septiembre de 2022 el último informe que hay sobre este tema, en el que concluye que el bienestar mejora cuanto menor sea el tiempo de transporte al que se someta a los animales, así como que estos deben contar con más espacio y temperaturas adecuadas. Por eso, los ganaderos temen que esta sea la base que se utilice para la nueva normativa y se acabe reduciendo el tiempo permitido de transporte, lo que traería consecuencias especialmente en países como España y Portugal. 

Ante esta posibilidad, los ganaderos españoles, así como de otros países, han mostrado su preocupación por las consecuencias que tendría tal medida en la producción del sector, por lo que han trasladado su posición a los estados miembros con la esperanza de que se tenga en cuenta su punto de vista antes de adoptar una decisión. 

Así, en un evento organizado recientemente por Copa-Cogeca, que agrupa a algunas las principales organizaciones agrícolas de Europa, y en el que estuvieron presentes representantes de los estados miembros, Cooperativas Agro-alimentarias de España expuso los perjuicios que los ganaderos consideran que traería limitar esta actividad.

Su representante de ovino, Raúl Muñiz, pidió en esta reunión que la Comisión Europea tenga en cuenta la sostenibilidad económica de los ganaderos y el posible aumento de los costes de producción que supondría aumentar los requisitos para el transporte de sus animales al matadero o a otros países, con el consiguiente aumento de los precios a los consumidores. 

España, de las más afectadas si se reduce el tiempo de transporte

Además de otras medidas, en lo que respecta al transporte de animales vivos el debate está principalmente en torno al tiempo o la distancia máximos, según explican a THE OBJECTIVE desde Cooperativas Agro-Alimentarias. Y es que, apuntan, aunque no hay una propuesta oficial, sí se sabe cuáles son los puntos que están sobre la mesa.

Reducir el tiempo y la distancia máximas de transporte sería un perjuicio especialmente para países como España y Portugal, que por su mayor distancia con otros países europeos, verían limitadas sus opciones de exportación de animales vivos dentro de la propia Unión Europea y posiblemente a países terceros. 

España, según los datos de esta organización, exporta más de 120.000 cabezas de ganado bovino y 700.000 de ovino cada año, principalmente a países como Jordania, Arabia Saudí e Israel. Por tanto, limitar el tiempo máximo de transporte podría afectar a este negocio.

Un comercio que, explican desde Cooperativas Agro-alimentarias a este periódico, no podría ser sustituido por la exportación de carne o productos cárnicos ya elaborados por diferentes motivos. Por ejemplo, hay países que compran los animales vivos para poder sacrificarlos según rituales acordes a su cultura, y otros donde las condiciones de refrigeración no permiten mantener en buen estado la carne tanto tiempo y por tanto, es necesario que el animal sea sacrificado allí. 

Por su parte, desde Copa-Cogeca, preguntados por este periódico acerca de su posición sobre estos cambios, se remiten a lo que publicaron en 2021 al respecto, cuando señalaron que «la experiencia práctica y la investigación científica han demostrado que las prioridades deberían ser la calidad del transporte y las condiciones adecuadas, más que la distancia». Así, apunta más hacia la importancia de temas como la ventilación, la temperatura o la altura del techo, entre otros, en lugar de la distancia o el tiempo transcurrido entre un punto y otro. 

Por eso, anima a la Comisión Europea a estudiar el transporte de larga distancia como una situación completa, teniendo en cuenta tanto el los trayectos dentro de la Unión Europea como los dirigidos a países terceros, así como pide a la EFSA buscar ajustes basados en la ciencia «como forma de mejorar la calidad del transporte de larga distancia, en lugar de enfocarse simplemente en reducir la duración del viaje». 

Otro aspecto importante es la posible regulación de la temperatura a la que viajan los animales. Y es que, como explican desde esta organización, que representa al cooperativismo agroalimentario ante organismos, instituciones y asociaciones nacionales y europeas, exigir los mismos niveles de temperaturas a todos los países sin tener en cuenta las diferencias climáticas también puede suponer un perjuicio para España. 

Más costes de producción y precios más altos

El responsable de ovino de Cooperativas Agro-alimentarias, Raúl Muñiz, argumentó en su exposición que estas limitaciones pueden traer mayores costes a los ganaderos y, por tanto, provocar que «muchos de ellos dejen el sector, lo que provocará un aumento de importaciones de terceros países que tienen normas de producción y transporte mucho más laxas que la Unión Europea». 

Esto, apunta Muñiz, afectaría también al consumidor, que tendría que pagar precios aún más altos por los productos procedentes de la ganadería, algo que ocurriría en un contexto de inflación que ya ha incrementado notablemente el precio de la cesta de la compra. 

Y no solo aumentarían los costes de producción, señalan desde la organización, sino que disponer de menos tiempo de transporte o de distancias más reducidas supondría una reducción del poder de negociación de los productores, puesto que solo podrían vender su producto en un rango más limitado y, por tanto, habría menos competencia entre los posibles compradores. 

El Gobierno, sin embargo, considera que las reformas en el transporte de animales vivos tendrán consecuencias económicas «escasas», aunque se centra en la parte del transporte marítimo, en respuesta a una pregunta escrita presentada por Vox y que publica Animal’s Health.

Para argumentarlo se basan en algunos de los requisitos que previsiblemente incluirá la reforma, como el registro de las inspecciones, que afirman que serán soportados por la autoridad competente, o en que algunos de los requisitos sobre los planes de contingencia ya forma parte de la normativa española desde 2022.

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