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Economía

Apicultores de la UE lanzan una campaña para evitar fraudes en el etiquetado de la miel

Piden una regulación que exija que el etiquetado especifique la procedencia del producto y los porcentajes concretos cuando venga de varios países

Apicultores de la UE lanzan una campaña para evitar fraudes en el etiquetado de la miel

Manifestantes con ropa de trabajo de apicultor protestan para reclamar medidas de apoyo en Santander. | Juan Manuel Serrano Arce (Europa Press)

Los apicultores europeos se han unido en una nueva campaña para luchar por una vieja reivindicación, el etiquetado claro de la miel para que el consumidor pueda saber su procedencia, así como el contenido real del producto que están comprando. 

Y es que, según las últimas investigaciones de la Comisión Europea, el 46% de las muestras de miel analizadas fueron consideradas sospechosas de ser adulteradas, un 51% en el caso de España. A esto se suma que no es necesario especificar en la etiqueta qué porcentaje de miel lleva de cada lugar de procedencia, por lo que una miel puede ser etiquetada como europea cuando su mayor porcentaje sea asiático, por ejemplo. 

Por eso, la Copa y la Cogeca, organizaciones que representan a agricultores y cooperativas agrarias de la Unión Europea, han lanzado una nueva campaña en la que llaman «a todos los apicultores de la UE a movilizarse en redes sociales con el hashtag #HoneYstlabellingNow, con el objetivo de concienciar sobre la situación tanto a las autoridades como a los consumidores. 

«Las soluciones para atajar este fraude masivo son sobradamente conocidas y deben aplicarse en la próxima revisión de la directiva comunitaria sobre la miel», afirman desde las organizaciones, que alertan que si continúa esta situación, «la UE podría perder un tercio de sus colmenas en los próximos años, algo que supondría más importaciones». 

«Tenemos que movilizar a la gente en Europa, poner presión a los legisladores en Bruselas, a la Comisión Europea y al Consejo Europeo porque necesitamos cambios en la directiva europea sobre la miel», ya que la vigente actualmente es de 2001, «está desactualizada», dice en una conversación con THE OBJECTIVE Stanislav Jas, presidente del grupo de trabajo de la miel del Copa-Cogeca. 

Importaciones de China con etiquetas sin detallar 

La petición de unas etiquetas claras y basadas en la transparencia viene por dos problemas principalmente, explica Stanislav Jas. Uno de ellos, la falta de información al consumidor sobre la procedencia de la miel que está comprando. Otro, que los precios de las importaciones a menudo son tan bajos que hacen sospechar que no es miel pura, sino que ha sido adulterada con siropes y otros endulzantes que no aparecen en la etiqueta. 

Dado que la Unión Europea necesita importar alrededor de un 40% de la miel que utiliza cada año, señala el portavoz de esta campaña, los apicultores exigen que al menos no se enfrenten a una competencia desleal. «La miel de verdad no puede costar 1,5 euros el kilo», asegura. 

Estos precios, que en parte se deben a que los costes de producción son más bajos en otros países, que a menudo además pueden usar productos fitosanitarios que no están permitidos en la UE y que son más baratos, muestran en muchos casos que la miel que importan como pura no es tal, afirma Stanislav Jas.

A todo esto se suma la sequía que está afectando a numerosos países de Europa y la inflación, que no deja de crecer desde la invasión rusa de Ucrania, que hace aún más difícil al sector competir con las condiciones de la miel importada. 

Etiquetas específicas y laboratorios mejor equipados 

Por todo esto, los apicultores confían en que la Unión Europea finalmente actualice la directiva sobre la miel e incluya condiciones más específicas para las etiquetas de este producto. 

En concreto, piden que el envase del producto no solo tenga que especificar de dónde procede, sino qué porcentaje de la miel es de cada país. Así, si cuenta con miel de algún país europeo mezclada con miel de otro lugar, como China, debería señalar la cantidad real de cada una, «para que el consumidor tome la decisión teniendo la información sobre el origen», apunta Jas. 

Además, desde el Copa-Cogeca consideran que la Unión Europea debe actualizar los laboratorios con el equipamiento suficiente para detectar todos estos fraudes. Stanislav Jas afirma que existe el conocimiento, pero los productores que exportan estas mieles adulteradas «van dos pasos por delante», por lo que considera necesario analizar mucho más detenidamente todo el producto que llega a nuestras fronteras. 

Los apicultores en España también demandan medidas 

En España, los apicultores también llevan meses pidiendo al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación medidas para paliar las pérdidas que sufre el sector, con protestas en numerosas ciudades en los últimos meses. 

Recientemente, los apicultores han recibido las ayudas por los precios del gasoil, algo que las organizaciones agrícolas han agradecido, pero que insisten en que no es suficiente, pues era solo una de sus reivindicaciones. «Esta era una de nuestras reivindicaciones y agradecemos el esfuerzo del Ministerio, pero el resto de problemas no se han atendido», dijo a la prensa el secretario nacional de apicultura de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA), Antonio Prieto. 

Entre otras cosas, piden una nueva legislación para regular el etiquetado de la miel, como el resto de apicultores europeos, y una lucha efectiva contra el fraude en los productos importados. 

Por su parte, el Ministerio de Agricultura afirmó que prepararía una propuesta de borrador para esta nueva legislación, que debería ser presentada antes de que acabe este mes de abril.

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