Los empleados de la banca reclaman una paga extra al margen de otra subida salarial
CCOO pide un premio de 2.000 euros a cada empleado de Ibercaja tras un abono especial que realizará Abanca
Los empleados de la banca, a través de los sindicatos, están subiendo su apuesta con vistas a la apertura de la negociación del convenio colectivo que se abrirá, previsiblemente, en otoño. Los trabajadores han empezado ya a reclamar una paga extra al margen de una nueva subida salarial para todos.
Según señalan a THE OBJECTIVE fuentes conocedoras de la situación, por el momento esta reivindicación está comenzando a cursarse de manera individual en cada una de las entidades, pero la intención es que los representantes sindicales la impulsen para todo el sistema para que, así, sea extensiva y beneficie al conjunto de la fuerza laboral del sistema financiero.
Por el momento, Abanca ya se ha comprometido a entregar una retribución especial para compensar la pérdida de poder adquisitivo por el encarecimiento de los precios y el alza de los tipos de interés. Y Comisiones Obreras remitió la semana pasada una misiva al consejero delegado de Ibercaja , Víctor Iglesias, para que mueva ficha en este sentido y la entidad aragonesa premie a sus trabajadores con 2.000 euros a cada uno.
En el caso de Abanca, la remuneración adicional será equivalente al 3% de las partidas de los sueldos que están sometidos a una posible revalorización. Es decir, que cada empleado logrará una paga adicional diferente, en función de lo que cobre. Con este paso el grupo gallego es el segundo banco de nuestro país que aprueba una decisión de estas características, que no sería nueva en el pasado reciente. Previamente, Bankinter autorizó el abono especial a cada uno de sus empleados de 1.000 euros.
Los sindicatos lo ven posible por los beneficios de la banca
Los representantes de los trabajadores consideran que la mejora de los beneficios por parte de los bancos hace posible un aumento de las retribuciones a su personal, con el lanzamiento de partidas adicionales de esta naturaleza y con una elevación de los salarios base. Desde hace meses, están solicitando la apertura de las mesas negociadoras para acordar un incremento general de las nóminas del 6%.
En la carta enviada al consejero delegado de Ibercaja, CCOO considera que el premio de 2.000 euros para cada trabajador es factible por «los excelentes resultados de la entidad, las buenas previsiones a futuro y la estabilidad que aporta la consecución de la dotación al fondo de reserva de la Fundación». Una hucha, eso sí, que será un 13% superior de los previsto inicialmente y que evitará la salida a Bolsa del grupo zaragozano. Ibercaja deberá destinar 357 millones a su máximo accionista hasta 2025.
La petición realizada, añade el sindicato, tiene como fin compensar «el espíritu de sacrificio y fidelidad, así como la alta superación profesional» de la plantilla, que ha permitido al banco elevar un 70% los beneficios en el primer semestre del año. Un crecimiento de las ganancias que viene apoyado, en gran parte también, por el avance de los tipos de interés y los mayores ingresos por los créditos concedidos.
Solo las seis principales entidades del país -Santander, BBVA, Caixabank, Sabadell, Bankinter y Unicaja- han engordado en 12 meses su facturación por el cobro de los préstamos y la rentabilidad de su cartera de deuda en 16.000 millones.
La banca ya se vio obligada a finales de 2022 y principios de 2023 a subir entre un 4,25 y un 4,5% el sueldo a sus trabajadores para evitar un conflicto laboral. Entonces, las partes acordaron que a lo largo de 2023 iban a volver a sentarse en la mesa del convenio colectivo para abordar otra subida de las remuneraciones.
Por el momento, la apertura del diálogo no se ha producido y tan solo existen pequeñas conversaciones en cada una de las entidades. Fruto de ello, Abanca es la primer grupo que ha decidido establecer algunos mínimos y ha prometido que, además de la paga extraordinaria, mejorará como poco un 3% la retribución de todo su personal en 2024, con independencia del resultado final del marco sectorial.
La banca, con la nueva subida prevista, volverá a aumentar sus costes generales, una partida que pretendía tener bajo control tras la pandemia, cuando puso en marcha los despidos masivos de personal. Solo en los seis primeros meses del ejercicio las principales entidades han elevado hasta un 6% los gastos, debido principalmente al empuje de los laborales. No obstante, en el momento en que lanzaron los Expedientes de Regulación de Empleo (ERE), en 2020 y 2021, el sector no contaba con la esperanza de un avance los tipos de interés y el euríbor. O, al menos, con la intensidad que se ha producido.