La agencia internacional de renovables pide a España detallar más su plan de eólica marina
En pleno atasco de esta tecnología en nuestro país, el organismo apremia y hace sus recomendaciones
Eólica marina | Miteco
La Agencia Internacional de Energías Renovables (Irena) señala en un estudio reciente la necesidad de España de detallar más su plan de eólica marina. Una publicación que sale en pleno atasco en nuestro país por el desarrollo de esta tecnología verde. Así, en hasta dos ocasiones, y en expresa mención hacia España, afirma que «debería desarrollar una guía detallada sobre cómo utilizar la tierra y el océano para infraestructuras marítimas».
En total hace ocho recomendaciones para ayudar al despegue de la eólica marina. De estas, una se centra solo en nuestro país. La antes mencionada. Luego hay otras dirigidas a otros territorios, como Dinamarca, Costa Rica, Reino Unido y a la Unión Europea en su conjunto. Desde que se aprobaran los POEM (planes de ordenación marítima) no ha habido ninguna nueva actualización al respecto. De hecho, el siguiente paso es la convocatoria de unas subastas con el objetivo de que las empresas construyan los parques flotantes.
La agencia internacional se hizo eco de este desarrollo, y así lo describe en su estudio al referirse a nuestro país. «El ejercicio de ordenación del territorio marítimo en España ha resultado complejo y se ha logrado a través de un proceso altamente participativo. Todos los departamentos ministeriales con responsabilidades sectoriales en el medio marino, las comunidades autónomas costeras representantes de todos los sectores implicados y de la sociedad civil participaron en su elaboración».
El Ministerio de Transición Ecológica tiene publicado una hoja de ruta de más de un centenar de páginas donde explica los pasos a seguir para desarrollar esta tecnología. Allí se analiza el contexto, las energías a desarrollar, la cadena de valor industrial, los objetivos para 2030, además de las líneas de acción y otras medidas. También se relatan los mecanismos de financiación, que pasan en su mayoría por inversiones procedentes de Europa. No obstante, y pese a ello, Irena pide algo más sustancial: un plan donde el Gobierno publique cómo el océano y la tierra pueden ayudar a la eólica marina en España.
Desde que se conocieron las intenciones del Ejecutivo de desarrollar la eólica marina, los pescadores -uno de los principales afectados por el levantamiento de los molinos de viento flotantes- han mostrado su negativa a dicha construcción por, aseguran, la falta de estudios previos por parte del Gobierno. Sin ir más lejos, fuentes del Instituto Oceanográfico aseguraron hace unos meses a este periódico que el Ministerio de Transición Ecológica no consultó informes básicos sobre las zonas donde se encontraban las especies marinas y su situación biológica antes de lanzar los planes de ordenación marítima.
Un contexto agitado que, además, ha provocado que el sector pesquero recurriese ante el Tribunal Supremo dicha ordenación (el Real Decreto 150/2023). Dentro de este recurso se introduce la inconstitucionalidad a través del artículo 130 de la Constitución, que se enmarca dentro del desarrollo del sector económico. Este sostiene que «los poderes públicos atenderán a la modernización y desarrollo de todos los sectores económicos y, en particular, de la agricultura, de la ganadería, de la pesca y de la artesanía, a fin de equiparar el nivel de vida de todos los españoles».
Fuentes jurídicas aseguraron a este medio que el Ministerio de Transición Ecológica paraliza la subasta de eólica marina por miedo a los efectos que tenga el recurso del sector pesquero. «El retraso de la primera subasta se debe a que hay mucho movimiento de los pescadores y ser funcionario hoy en día implica una responsabilidad. Si hay una querella de por medio uno se lo piensa dos veces. Esto es un tema común ahora ante posibles demandas y querellas, que nadie quiere firmar, y donde se tiene miedo a los pasos que se toman«. A estas dudas se le añade lo dicho ayer por el Tribunal de Cuentas de la Unión Europea, donde dejó caer que la eólica marina podía «dañar el medioambiente».
El pasado mes de mayo, la Comisión Europea bendijo la puesta en marcha de la eólica marina en España: «La energía renovable marina es uno de los pilares de la transición energética de la UE y de la seguridad energética de la UE». Pero advirtió «la Comisión destaca la necesidad de una evaluación ambiental, una planificación temprana y la coexistencia con otros usos del mar, incluidos la pesca y la acuicultura, en el desarrollo de la energía renovable marina».
