El mercado de oficinas se frena en Madrid y Barcelona por la inestabilidad económica
La inversión en el sector alcanzó un volumen de 754 millones de euros en el primer trimestre, un 43% menos
El mercado de oficinas, tanto de inversión como de alquiler ha echado el freno a causa de la inestabilidad macroeconómica. Una realidad que se aprecia en Madrid y Barcelona, las ciudades que tradicionalmente tienen mas movimiento en el sector. Tanto el mercado de la inversión como el de alquiler han ralentizado su actividad de forma significativa en ambas ciudades, según el Informe de Oficinas MAD&BCN del primer semestre de 2023 elaborado por Colliers.
Una situación que no se espera que mejore de cara a lo que resta de año. «Se espera que los niveles de actividad se mantengan en la misma línea para la segunda parte del año, quizá con un pequeño repunte por el potencial cierre de operaciones de gran volumen en periferia pendientes de cerrarse», apuntan.
Los niveles de absorción en el mercado de alquiler durante el primer semestre de este año se han situado en el entorno de los 200.000 m² en Madrid, números débiles en comparación con un «comportamiento sano del mercado que situaría estos volúmenes por encima de los 500.000 m²», según los datos de este informe recabados por THE OBJECTIVE.
Por su parte, en Barcelona, la absorción de las oficinas de alquiler se ha situado en niveles parecidos al 2020, con unos datos también débiles debido a una disminución en el número de transacciones y, sobre todo, la falta de operaciones representativas de gran volumen, es decir, por encima de los 5.000 m². Por otro lado, según el informe, en el mercado de inversión las cifras también muestran un retroceso con respecto al año anterior. El mercado de oficinas en el primer semestre de 2023 alcanzó un volumen de inversión de 754 millones de euros, un 43% menos que en 2022.
Difícil contexto macroeconómico
«Los inversores han ralentizado sus inversiones por la situación macro y los costes de financiación», comenta Martín Galbete, Director Nacional de Oficinas en Colliers a THE OBJECTIVE. En esta situación, «los inversores se ven obligados a ofrecer cantidades por debajo de las expectativas del vendedor» lo que está haciendo que no cuadre la operación. «Es por eso por lo que no se están produciendo las transacciones que se esperan, no están alineados los intereses de comprador y vendedor» añade.
«Ese encarecimiento hace que los vendedores no estén dispuestos a asumir el ajuste que les piden los compradores», argumenta el experto. En el actual contexto, con un mayor coste financiero y endurecimiento de las condiciones de accesibilidad al crédito, la situación también se ha complicado.
A pesar de las dudas, según esta asesoría internacional de real estate, hay interés en el mercado. «Existe mucha liquidez e interés por invertir en las zonas CBD y City de Madrid y Barcelona, buena parte de los inversores se encuentra en una posición de wait & see esperando la ansiada estabilización», explican.
«La otra parte, los que quieren invertir en este momento, están exigiendo en sus operaciones unas yields mucho más elevadas (superiores a 150 pbs) que los propietarios aún no están dispuestos a asumir por diversos motivos», comenta por su parte Alberto Díaz, managing director de Capital Markets en Colliers.
Redefinición del trabajo
«La gente es mucho más productiva cuando está en la oficina», señalaba durante el pasado mes de mayo Elon Musk, dueño de X -antiguamente Twitter-. La compañía obliga ahora a sus empleados a regresar al trabajo presencial tras potenciar el teletrabajo durante los primeros años de la pandemia. No han sido los únicos en cambiar de tendencia. Curiosamente son las principales grandes tecnológicas, como Google o Amazon, las que llevan meses en una especial cruzada contra el teletrabajo, que parecía que venía para quedarse en 2020.
«Es un factor que esta también causando cierta cautela entre los inversores», asegura Galbete. «El modo en el que las empresas están haciendo uso de las oficinas, hemos pasado de teletrabajo a un modelo híbrido tras la pandemia y parece que ahora, aunque en España vamos un poco por detrás, en los países anglosajones, donde el formato híbrido estaba mas consolidado hay ahora una tendencia a volver a oficina toda la jornada», añade. «Los inversores tienen recelo a ese riesgo comercial y también están esperando para ver hasta que punto se llega», concluye el experto.