Unicaja cierra su crisis de poder: Azuaga cede todo el mando ejecutivo a Rubiales
El presidente de la entidad pasa a tener solo funciones institucionales y el nuevo consejero delegado asume las riendas
El nuevo consejero delegado de Unicaja, Isidro Rubiales | Unicaja
Unicaja ha dado por cerrada su crisis de poder. El consejo de administración de hoy ha ratificado a Isidro Rubiales como consejero delegado con todas las funciones ejecutivas, una vez que fuera propuesto para el cargo en julio para sustituir a Manuel Menéndez, y después de que el presidente, Manuel Azuaga, pase a ostentar un cargo puramente institucional.
Con ello, la entidad da cumplimiento al pacto de fusión con Liberbank hace dos años, cuando se estableció que Azuaga dejaría sus funciones ejecutivas a mediados de 2023 y Manuel Menéndez se tuviera que enfrentar a un examen para revalidar el puesto.
Las luchas internas en el seno de Unicaja de los últimos meses llevaron a una situación límite a Menéndez, que en junio anunció su salida de la entidad sin ni siquiera someterse a un análisis de idoneidad debido a que era conocedor de que no iba a pasar la prueba. Por entonces, la Fundación Unicaja, que controla el banco con un 30% del capital, había ganado la batalla por el control con la renovación de buena parte del consejo de administración tras una oleada de dimisiones y cambios.
Unicaja señala en un comunicado a la CNMV que «una vez acordada esta designación, se ha dado cumplimiento a la previsión contenida en el proyecto común de fusión, conforme a la cual el presidente del consejo de administración ha pasado a ser no ejecutivo, y su categoría como consejero la de otro externo».
Rocío Fernández Funcia, consejera coordinadora de Unicaja
Por otro lado, el órgano rector de Unicaja ha elegido a Rocío Fernández Funcia como consejera coordinadora, en sustitución de Carolina Martínez Caro. De igual manera, ha realizado cambios en diferentes comisiones del consejo, de acuerdo con la información remitida al regulador.
La llegada de Rubiales al timón de Unicaja ha dado ánimos a los sindicatos, que esperan que su mandato conlleve una revolución en la forma de trabajar en la entidad. Los representantes de los empleados siempre han estado molestos con el fondo y las formas de Menéndez, que eran validadas por Azuaga.
