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España, Francia y Bélgica compran el 80% del gas licuado ruso exportado a Europa en 2023

Se espera que las importaciones europeas del gas líquido bajen en el cuarto trimestre por el elevado almacenamiento

España, Francia y Bélgica compran el 80% del gas licuado ruso exportado a Europa en 2023

El presidente ruso, Vladimir Putin. | Europa Press

¿Quién compra en España gas ruso? Es una de las incógnitas que se preguntan empresarios y políticos en nuestro país. Además de los contratos ya conocidos, hay otra serie de actores que están incrementando las importaciones del hidrocarburo por excelencia del Kremlin. Una situación que ha convertido a nuestro país en uno de los principales clientes de Rusia. Así, en el último informe de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) se apunta a que España concentra, junto con Francia y Bélgica, el 80% de las compras de GNL (Gas Natural Licuado) que Europa compra a Rusia.

En marzo de 2022, los dirigentes de la Unión Europea acordaron poner fin a la dependencia de la UE de las importaciones de gas, petróleo y carbón rusos de aquí a 2027. Una medida que no restringe la importación de gas natural procedente de Rusia ni a través de gasoductos ni en forma de GNL por medio de metaneros. Al mismo tiempo, el Consejo prohibió la importación en la UE de carbón y petróleo marítimo (incluidos los productos petrolíferos) procedentes de Rusia.

El informe apunta al interés de las compañías en el gas argelino. «Algunas empresas europeas mostraron un renovado interés por acuerdos con Estados norteafricanos ya conectados a través de gasoductos. Por ejemplo, Argelia, que está conectada por gasoducto con Italia y España, ha aumentado el año pasado sus exportaciones a sus principales clientes del sur de Europa. De hecho, Eni ha añadido activos de gas a su cartera argelina«. Por último añaden que «la producción de gas argelino se espera que crezca un 10% durante el periodo de previsión 2022-2026».

En el último boletín estadístico de gas que publica mensualmente Enagás, se puede observar la importancia del hidrocarburo procedente de Rusia en España. Así, el gas ruso representa el 18,7% de todo lo demandado este año por España. Una cantidad que convierte al país gobernado por Vladimir Putin en nuestro tercer suministrador, tras Argelia y Estados Unidos.

La agencia subraya la importancia que tendrá el GNL en el futuro: «Se prevé que el comercio mundial de GNL aumente casi un 25% de aquí a 2026 en comparación con 2022, impulsado principalmente por Norteamérica y Qatar. El valor global de la inversión en nueva capacidad de exportación de GNL durante el periodo de previsión se estima en cerca de 130.000 millones de dólares«.

La mayoría de los expertos coinciden en afirmar que el gas natural debe ser la tecnología que acompañe a la transición energética. Además, muchos países ya dejan caer que apostarán por el conocido como hidrógeno azul, donde el gas es necesario para dicha producción.

Por otro lado, en el informe la agencia prevé que las importaciones de GNL se mantengan prácticamente estables en 2023 en comparación con el año pasado, debido a los elevados niveles de almacenamiento. Aunque un cuarto trimestre más frío que la media podría aumentar las necesidades de importación de GNL.

Desde la Unión Europea recuerdan que están trabajando para reducir esta dependencia. El pasado mes de julio, el Alto Representante, Josep Borrell, aseguró que «todas las medidas restrictivas están sujetas a revisión periódica y que cualquier decisión de prorrogar o modificar las medidas vigentes debe ser adoptada por unanimidad por el Consejo».

En mayo de 2022 la Comisión presentó el Plan REPowerEU con el objetivo de transformar el sistema energético de la UE y abordar el asunto específico de la seguridad y diversificación de los suministros de gas natural. El Plan introdujo una serie de medidas, incluida la reducción de la demanda, y estableció un mecanismo específico (AggregateEU) para ayudar a encontrar sustitutos alternativos al gas natural ruso y reforzar el suministro seguro y asequible. En mayo de 2023, la primera convocatoria de agregación de la demanda supuso la adjudicación de 10.900 millones de metros cúbicos de gas no ruso.

«La UE consumirá en 2023 mucho menos gas ruso que antes de la guerra. Si las importaciones de gas ruso continúan al mismo ritmo, la UE importará unos 94.000 millones de metros cúbicos menos de gas ruso que antes de la guerra. Es importante señalar que los pagos mensuales de la UE a Rusia por suministros de gas se han reducido significativamente en 2023, llegando a un 90% menos que al principio de la guerra», sentenció Borrell.

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