El presidente de BBVA no se plantea la dimisión si es imputado por el 'caso Villarejo'
Carlos Torres se mantendrá en el sillón de mando en tal circunstancia ya que los estatutos del banco no obligan su cese
El presidente de BBVA, Carlos Torres, acudirá este lunes 16 de octubre a la Audiencia Nacional a su cita ante el juez en calidad de testigo por el ‘caso Villarejo‘. Pero, tras su declaración, podría llegar a ser imputado. Una situación que sería compleja por cuestiones de reputación y honorabilidad, ya que le pondrían en la cuerda floja.
El banquero, ante tal circunstancia, no se plantea la dimisión y se mantendrá en el cargo por distintas cuestiones, según ha podido saber THE OBJECTIVE en fuentes financieras y conocedoras de la situación. La más importante es que defenderá su inocencia hasta el final y que él no ha estado involucrado en los contratos encargados por la entidad al ex comisario que derivaron en una red de escuchas ilegales. Una posición que ha venido argumentando desde que estalló el escándalo y tras la investigación interna realizada por el propio banco.
Otro punto relevante para aferrarse al puesto es que ni los estatutos ni el reglamento de BBVA dejan claro si se vería obligado a tener que dejar el sillón de mando ante una imputación. Hay que tener en cuenta que no se trataría de una condena en firme. En todo caso, sería el consejo de administración el que tendría que evaluar los daños reputación y de idoneidad y adoptar una decisión al respecto. Las fuentes apuntan que ni siquiera el órgano rector entraría a valorar una eventualidad de este tipo con los precedentes ya existentes.
En la causa abierta hay nueve altos directivos de BBVA que están imputados y que siguen en sus cargos, por lo que una situación similar salvaría la presidencia de Torres. «El consejo no tendría por qué adoptar medidas diferentes», añaden las fuentes, que prefieren mantenerse en el anonimato.
Por último, otro factor determinante para que el máximo responsable de la entidad no vaya a presentar su retirara es que de hacerlo podría reflejar una cierta admisión de culpabilidad y de conocimiento sobre los hechos delictivos en los que está investigando la Audiencia Nacional desde hace cinco años y que se llevaron por delante la jubilación anticipada del anterior presidente de BBVA, Francisco González -imputado en la causa-.
Fuentes oficiales del banco no quisieron hacer ningún tipo de comentario sobre esta información y tan solo señalan que Torres «acudirá con total normalidad a su citación ante el juez como testigo, dado que el juez lo ha considerado pertinente».
Su llamada se produce después de que María Jesús Arribas se negara a declarar en nombre de BBVA -responsable penal- y de que el magistrado haya aceptado la propuesta de la Fiscalía Anticorrupción de recabar información de la propia entidad. De ahí que acuda en calidad de testigo, porque no puede acogerse a su derecho a no responder a las preguntas.
El papel del BCE en la causa que afecta a BBVA
Lo único que podría forzar una dimisión de Torres antes de que se produzca una condena es una exigencia del BCE, que en los últimos años ha aumentado los requerimientos de honorabilidad para desempeñar cargos en los bancos. Pero en sus guías tampoco deja claro si una mera imputación llevaría aparejado un cese inmediato. De hecho, el organismo monetario en ningún momento ha forzado la destitución de los directivos de BBVA que están imputados y continúan en sus puestos.
Los responsables que siguen al mando determinadas áreas en el banco y que están afectados por el ‘caso Villarejo’ son Juan Asúa, asesor de Torres y miembro del comité de dirección; Joaquín Gortari, jefe de Auditoría Interna; Paul Tobin, director de Comunicación; Eduardo Ortega, miembro de los servicios jurídicos; Inés Díaz Ochagavía; Nazario Campo, Simón Galera; Óscar Santos y José Manuel Cantero.
La figura de Torres en el caso Villarejo ha sido objeto de innumerables críticas en la causa por parte de la Fiscalía y de los acusados por haber quedado fuera de la investigación interna llevada a cabo por BBVA. Y han señalado que podría haberse apartado al menos fuera del control de dicho proceso, evitando cualquier conflicto de interés.
Díez encausados en el ‘caso Villarejo’, por contra, sí han abandonado la entidad, aunque los motivos podrían no tener que ver con su imputación a excepción el cese de Antonio Béjar, exdirector de riesgos de BBVA, al poco de hacerse público el escándalo.
El juez investiga supuestas escuchas ilegales realizadas por Cenyt, empresa de Villarejo, por encargos de BBVA a cambio de 10 millones de euros desde 2004 y hasta 2017, además del procedimiento seguido durante la investigación interna. Torres fue consejero delegado del banco, es decir, el número dos, desde 2015 y hasta 2018, momento en el que pasó a ser presidente.