Digi quiere una red móvil propia 'limitada' y un alquiler ventajoso con Orange-MásMóvil
En el sector se advierte de que la operadora deberá subir sus precios si es que quiere mantener sus elevadas inversiones
Digi lleva semanas negociando con Orange y MásMóvil los activos podría quedarse para que la Comisión Europea dé vía libre a la futura joint venture, un periodo en el que la compañía de origen rumano también ha comenzado a dibujar su futuro más inmediato en nuestro país. Esta nueva etapa estará marcada por el despliegue de su primera red móvil, la venta de parte de su red de fibra para financiar su expansión y, probablemente, una mayor racionalidad en sus precios, según las fuentes consultadas por THE OBJECTIVE.
La operadora ultima con Orange y MásMóvil la cesión de parte del espectro radioeléctrico de estas dos últimas (el que permite desplegar una red móvil), condición impuesta por Bruselas para garantizar la competitividad tras la fusión de sus negocios en España. Este diario ya ha informado de que las negociaciones han entrado en su recta final, pero todavía quedan flecos por cerrar, principalmente las condiciones en las que se traspasarán estos remedies.
Las fuentes vinculadas a las negociaciones indican a este diario que el escenario ideal para Digi es la cesión del mayor espectro posible que les permita construir una red móvil desde cero. Hablamos de las bandas que permiten el despliegue del nuevo 5G. Durante parte del proceso se ha especulado con que se podría quedar con las 4.900 estaciones base de Yoigo, pero esta opción no es viable para la operadora si consideramos el elevado coste de mantenerlas ya que están externalizadas con elevados contratos para su utilización.
Acuerdo de ‘roaming’
Con el mayor espectro posible Digi prevé construir a la brevedad posible una red de telefonía móvil propia, aunque será una red muy acotada y centrada específicamente en los centros urbanos donde tenga más clientes y mayor despliegue de fibra óptica: nos referimos a Madrid, Barcelona, Valencia, Bilbao, Málaga y los mayores centros urbanos donde esté el grueso de su cartera.
Para ello, Digi utilizará parte de los 2.000 millones de euros que su consejero delegado, Marius Varzaru, prometió que invertirán en el próximo lustro en una entrevista con El Mundo. Las fuentes consultadas por este diario indican que estamos ante una cifra que efectivamente permitirá construir una red desde cero, pero muy acotada y en puntos específicos.
No obstante, el objetivo de Digi -y aquí entramos en la segunda parte de la negociación- es conseguir un buen acuerdo de uso de las redes de Orange y MásMóvil, para poder completar su cobertura a nivel nacional. En estos momentos, la operadora alquila la red de Telefónica en un contrato que expira en 2026, por lo que es muy importante conseguir que la Comisión Europea les garantice el uso de la red de la joint venture para tener dos proveedores de facto, ahorrando costes en sus contratos.
Contrato con Telefónica
Estamos hablando de un acuerdo de roaming que les permita cubrir todo el territorio nacional a menor coste. Las fuentes consultadas indican que si la Comisión Europea fuerza un acuerdo de estas características con Orange y MásMóvil, Digi podría presionar a Telefónica para reducir el coste de su contrato hasta 2026 y poder compartir los dos proveedores a partir de esta fecha. Es un modelo que actualmente utiliza MásMóvil, que tiene como suministrador tanto a Orange como a la propia Movistar.
Un movimiento que reduciría en varios millones de euros el coste de alquilar redes móviles para la operadora rumana, pero que solo se podría conseguir con un acuerdo favorable en las actuales negociaciones que mantiene con la Unión Europea, Orange y MásMóvil. En este debate, los integrantes de la joint venture siguen intentando reducir al mínimo estas concesiones, con el espectro más reducido posible y con un acuerdo de roaming que no les deje en tan mal pie cuando tengan que competir contra Digi en el futuro.
Desde las operadoras se considera que el espectro que han conseguido en sucesivas subastas ha tenido un coste excesivamente alto y que, por tanto, no se puede regalar ni entregar a precio de saldo a Digi ni a ninguna otra operadora, pese a las exigencias de Bruselas. Por otro lado, se considera que cualquier acuerdo de roaming en condiciones adversas para ellos solo ahorrará dinero a la compañía rumana, algo que después podría ser utilizado para seguir manteniendo sus precios bajos.
Deuda de Digi
En este sentido, las fuentes consultadas indican que la Comisión Europea solo quiere garantizarse que los precios no suban en el mercado español, algo que creen que se produciría con un cuarto actor reforzado y con Digi como principal candidato. Les importa poco que no se constituya como un operador industrial 100% como lo es Telefónica, Orange y Vodafone (los únicos que usan su red propia tanto en telefonía móvil como fija) si es que a cambio se mantiene el equilibrio de cuatro players fuertes.
En cualquier caso, independientemente de las cesiones Bruselas finalmente obligue a cumplir a Orange y a MásMóvil, la red móvil propia de Digi terminará llegando tarde o temprano. Esto supone una elevada inversión para la que la operadora, con una deuda financiera que se ha disparado un 72%, necesita recursos y liquidez que prevé conseguir con la venta de parte o toda su red a Macquarie (dueño de Onivia).
Precisamente, la venta de esta red de al menos siete millones de hogares pasados con fibra es la segunda pieza de este puzzle y de la que podríamos tener noticias a finales de este año o el próximo. De momento, Digi ya ha constituido un vehículo de fibra para seguir realizando despliegues en Andalucía a partes iguales con este mismo fondo de inversión, un modelo que con toda seguridad seguirán explorando en el futuro para otros territorios.
Contención de precios
De esta manera, el tercer condicionante del futuro de Digi pasa por la racionalización de sus tarifas. En el sector se cree que será imposible mantener los actuales precios si es que quieren montar su red propia, y menos con sus actuales estrecheces financieras y un pago de 132 millones de euros de deuda que empieza a expirar este 2023 y 2024.
Esto supone -dicen los expertos- que en algún momento del próximo año deberían comenzar a tener un comportamiento menos agresivo con sus ofertas, algo que podría incluso acarrearles problemas si es que no logran retener a sus actuales clientes con las nuevas tarifas. Una nueva realidad en la que Digi será más grande, probablemente tenga espectro móvil y ponga en marcha una nueva red, pero en la que comercialmente deberán tener mucha mayor contención.