Las grandes fortunas acaparan la mitad de las compras de edificios y oficinas hasta octubre
El volumen de inversión del tercer trimestre se ha ajustado considerablemente hasta los 1.800 millones de euros
Los elevados tipos de interés están condicionando la actividad inmobiliaria y dejando unos claros protagonistas. Concretamente los patrimonios privados o Family Office que no tienen la necesidad, en la mayoría de los casos, de acudir a la financiación bancaria para realizar operaciones. Dentro de este contexto de tipos altos, el volumen de inversión del tercer trimestre se ha ajustado considerablemente, registrándose operaciones por un volumen de 1.800 millones de euros entre julio y septiembre.
Unas cifras correspondientes al tercer trimestre del año que suponen un descenso del 29% con respecto a la inversión que se produjo durante el trimestre anterior, según un informe de la consultora inmobiliaria BNP Paribas Real Estate. Pero el descenso es más abultado si se compara con el mismo periodo del año 2022, concretamente un 63% por debajo.
No obstante, hay que destacar que el año 2022 marcó un récord en la serie histórica en cuanto a inversión inmobiliaria en general y residencial en particular, con niveles no vistos en los últimos quince años. «El principal cambio en el mercado no es que no haya dinero para invertir, sigue habiendo dinero y mucho, pero las condiciones de financiación son más caras y mas difíciles de conseguir porque los bancos se han vuelto mas prudentes», explica Francisco López, Head of Living Spain & Director Cataluña de la consultora.
Los ‘Family Office’, protagonistas
«Esto hace que cualquier inversor, si no hay ajuste en precio, lo tenga complicado para comprar», añade en conversación con THE OBJECTIVE. Cualquier inversor, salvo los Family Office o patrimonios privados que están sacando partido a la situación actual del mercado. Estos grandes patrimonios familiares, que no necesitan acceder a financiación bancaria para realizar sus inversiones, tienen menos competencia en los procesos en la situación actual.
A estos inversores, que suelen ser grandes patrimonios familiares, les afecta menos la subida de tipos de interés y pueden negociar mejores condiciones, para incrementar su cuota de mercado y protagonismo», explica. Dentro de la inversión que hacen estas familias destacan los edificios de oficinas donde representan el 46% del volumen de inversión registrado en 2023 hasta la fecha.
Los Family Office también están presentes en el 24% de las operaciones en hoteles y en retail, con el 35% del volumen transaccionado. Son, según el informe, los sectores donde están aumentando su exposición al inmobiliario. El informe de la consultora resalta también el volumen invertido por parte de las Compañías Inmobiliarias y Socimis cuya cuota de mercado ha aumentado hasta un 18% de todo el volumen trimestral, con más de 335 millones de euros.
Aumento del ‘living‘
Al margen de las oficinas y el retail, el segmento que más inversión ha copado es el mercado hotelero. Concretamente se han contabilizado durante el tercer trimestre operaciones por un volumen total de 512 millones de euros, cifra que supone el 28% de la inversión trimestral. Una de las operaciones más relevantes de los que llevamos de año, ha sido la venta por parte de Reig Capital del hotel Mandarin Oriental Barcelona por un importe aproximado de 240 millones de euros a un inversor saudí.
Pero en segunda posición, y con un crecimiento cada vez mayor, se sitúa el residencial con una inversión contabilizada de 456 millones de euros en el tercer trimestre. La operación de mayor volumen ha sido la compra por parte del fondo británico M&G de una promoción BTR en Bilbao, compuesta de 314 apartamentos en la zona de Zorrotzaure a la promotora Urbas.
«Donde están virando poco a poco la inversión en general es hacia el living en general y sobre todo al residencial. Es seguro, sabes que lo vas a tener alquilado, te aporta certidumbre y preservas el valor», asegura López.
Ajustes, el año que viene
Al margen del protagonismo que han adoptado los Family Office, el experto señala que los fondos de inversión están comenzando a moverse de nuevo en el sector, tras unos meses de cierta parálisis. «Han pasado de un wait and see a una modalidad de ‘soy comprador pero con ajuste’», explica López. «Es un paso importante. Están empezando a tomar acción pero el mercado tiene que ir ajustándose, empezamos a ver movimiento», añade.
En este contexto, el mensaje que les trasladan a los patrimonios privados es que ahora tienen una gran oportunidad. «Porque como el fondo ha desaparecido o no está tan activo como estaba antes, el Family, que es el que sigue mirando en buenas ubicaciones, tiene mas posibilidades de comprar activos trofeo a los que en otro momento no podría acceder», asegura.