La UE rechaza regular el precio del aceite de oliva y apunta a otras medidas como bajar el IVA
La Comisión Europea responde a un eurodiputado español que intervenir el mercado tendría consecuencias negativas
La Comisión Europea ha rechazado intervenir los precios del aceite de oliva porque esto interferiría «en el funcionamiento del mercado único en detrimento de los consumidores y agricultores europeos». Así lo expresa el comisario europeo de Agricultura, Janusz Wojciechowski, en la respuesta en nombre de la Comisión Europea a una pregunta escrita del eurodiputado Manu Pineda, del Grupo de la Izquierda.
Entre otras cuestiones, Pineda planteó la cuestión de si la Comisión iba a implementar «medidas concretas de intervención pública, como el establecimiento de mecanismos estables de regulación de los precios con una fijación de máximos y mínimos, para proteger a consumidores y pequeños y medianos productores».
«La crítica situación de la producción, en combinación con el modelo del sector y la especulación, se ha traducido en un incremento exorbitado del precio del aceite, obligando a muchos consumidores a renunciar a este producto básico en la dieta mediterránea», argumenta en su pregunta Pineda.
En su respuesta, Wojciechowski rechaza de manera implícita esta posibilidad apuntando que «la Directiva sobre prácticas comerciales desleales contribuye a mejorar el funcionamiento de la cadena de suministro alimentario. Como ya ha señalado la Comisión, es probable que las medidas de control de los precios socaven estos esfuerzos».
En la respuesta, el comisario insiste en que los gobiernos pueden tomar otro tipo de medidas para aliviar a los consumidores y a los agricultores la carga de estas subidas. Pone como ejemplo «la posibilidad de reducir el IVA sobre los alimentos esenciales» o emitir «’cheques-alimentación’ como ayuda a los hogares más vulnerables».
Además, señala que ya existen «determinados instrumentos que permiten hacer frente a algunas de las consecuencias negativas de los elevados precios al consumo», como el paquete de medidas excepcionales de ayuda que se aprobó en marzo de 2022 o el Marco Temporal de Crisis y Transición relativo a las ayudas estatales de marzo de 2023.
La ayuda al olivar depende de España
El eurodiputado español también pregunta a la Comisión Europea sobre la posibilidad de dotar al sector del olivar con ayudas directas para paliar las consecuencias de la sequía y los altos costes de producción a los que se enfrentan los agricultores: «¿Piensa movilizar fondos de la reserva agrícola de crisis de la PAC, o de otra partida extraordinaria, y aprobar paquetes de ayudas específicas para el olivar?»
Pineda explica que «organizaciones como COAG denuncian un abandono total por parte de las autoridades públicas». «Por ejemplo, tanto el Ministerio de Agricultura como la Junta de Andalucía (Gobierno de la región con la mayor producción de Europa) han ignorado el olivar en las ayudas vinculadas a la sequía», destaca.
Y es precisamente a estas ayudas a la sequía a las que hace referencia el comisario de Agricultura en su respuesta. Afirma que, dado que España ya recibió los fondos para «ayudar a los agricultores de los sectores más afectados a hacer frente a sus pérdidas económicas», es su responsabilidad decidir cómo se reparte esta cantidad.
«El 14 de julio de 2023, la Comisión aprobó una ayuda financiera urgente para los sectores agrícolas afectados por problemas específicos que afectan a la viabilidad económica de los productores agrícolas. En ese marco, España recibió un importe ligeramente superior a 81 millones de euros», señala el texto, que añade que la gestión de esta cantidad «sigue siendo responsabilidad de los Estados miembros».
El aceite, el alimento que más sube
La categoría de los aceites fue, dentro de la alimentación, la que experimentó en septiembre una mayor subida de precios, según los datos de la consultora NIQ. En concreto, el incremento fue del 32,3% respecto al mismo periodo del año anterior.
Solo le seguía de cerca el azúcar, que experimentó un incremento del 30,2%, seguido de las verduras congeladas, pero ya más lejos, con un 20,7%. De media, la alimentación incrementó su precio en un 9,7%, según el informe de NIQ.
Una subida que, según la Comisión, «refleja el bajo nivel de existencias y la previsión de que la próxima cosecha será inferior a la media». Asegura que «sigue de cerca la evolución del sector del aceite de oliva, incluido el efecto de las sequías en la producción y en los precios».
Mientras, el sector olivarero, como ya contamos en THE OBJECTIVE, no tiene esperanzas de que el precio baje en un futuro próximo y apuntan a que la mejora de la situación puede llegar a partir de la campaña de 2024/2025. Eso sí, tanto la industria como el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación aseguran que no habrá desabastecimiento de este producto en esta campaña debido a que la cantidad sobrante de la campaña anterior garantiza la presencia en los lineales de los supermercados.