El precio del aceite de oliva dispara el consumo del de semillas un 54%
El aceite de oliva virgen extra vendido por las envasadoras se ha reducido un 12,62% frente a la campaña anterior
Aceite de girasol en el lineal de un supermercado. | Europa Press
La industria del aceite da por concluida la campaña 2022/2023. Una campaña marcada por los altos precios en el aceite de oliva y una caída considerable del volumen de cosecha. También por el crecimiento del consumo de aceites refinados y de semillas. Según los datos de Asociación Nacional de Industriales Envasadores y Refinadores de Aceites Comestibles (Anierac), que representa a algo más del 70% del consumo doméstico -el otro 30% lo conforman otros industriales y cooperativas locales menores-, durante la campaña -de octubre a septiembre- han salido de estas empresas hacia los distribuidores un total de 268,53 millones de litros, cifra un 12,96% inferior a la del año pasado (308,52 millones de litros en la campaña 2021/2022).
Concretamente, el aceite de oliva virgen extra puesto en el mercado por las empresas de Anierac ha alcanzado los 113 millones de litros. Esto supone un descenso del 12,62% frente a la campaña anterior. Por su parte, el aceite “suave” y el “intenso” también han presentado descensos del 16,87% y el 19,47% respectivamente. Dentro de los aceites de oliva de primer nivel, el virgen es el único que no ha disminuido. Las salidas de este producto han alcanzado los 30,24 millones de litros y son un 11,34% superiores a las de la campaña 2021/2022.
Hay que destacar que estos datos, tal y como explica Primitivo Fernández, director de Anierac a THE OBJECTIVE, no corresponden al consumo directo. «Es el volumen de producto que sale directamente de las plantas envasadoras de nuestras empresas al mercado interior, no es consumo directo, pero lo será en unos meses. En el conjunto del año sí te da una idea de la tendencia», asegura.
Tendencia creciente del orujo
Mientras, con el precio del aceite de oliva virgen extra disparado, los consumidores miran otras grasas vegetales. En este contexto, el sector aprecia una tendencia de crecimiento del aceite de orujo de oliva y del de semillas. En cuanto a las ventas del aceite de orujo, estas han sido de 19,18 millones de litros, un 5,31% superior a la anterior campaña, cuyas salidas fueron de 18,21 millones de litros.
Por su parte, el aceite de semillas -maíz, pepita de uva o sésamo entre otros- con 90,44 millones de litros ha experimentado un aumento durante esta campaña del 53,58%. «Son los dos que más crecen de una manera distinguida dentro de que su presencia en los hogares españoles sigue siendo limitada y predomina el oliva y el girasol», añade Primitivo Fernández.
Además del aceite de semillas, los datos acumulados de los principales aceites vegetales (girasol, colza y soja) que coinciden en tiempo con el periodo de la campaña de los aceites de oliva han alcanzado la cifra total de 354,52 millones de litros, un 2,96% que en la campaña anterior, que se alcanzaron los 344,34 millones de litros. En concreto, el aceite de girasol ha presentado una cifra de 259,43 millones de litros, un 6,97% menos que en la campaña anterior, según los datos de Anierac.
Siguen siendo minoritarios
No obstante, y a pesar del crecimiento, estos aceites siguen siendo minoritarios en los hogares españoles y representan una cuota, en el caso del de semillas, que no llega al 10%. En cuanto al aceite de orujo de oliva, durante los últimos diez años tenía unas ventas en el mercado doméstico en torno a los 12 millones de litros. «Estamos mejorando de manera notable», apunta Fernández.
El presidente de Anierac destaca que en estos momentos este producto tiene dos atractivos. Por un lado, su menor precio. Por otro, desde el sector llevan tres años trabajando en una campaña intensa de comunicación para defender las cualidades de este caldo. «Hemos hecho una campaña notable de investigación y comunicación sobre sus cualidades en torno a la fritura que le han puesto un poco de relevancia», apunta Fernández.
Concretamente el aceite de orujo de oliva se produce procesando los residuos de pulpa resultantes de los métodos simples de prensado para extraer el aceite de oliva. Salvo las cualidades del virgen extra, «el de orujo tiene cualidades que comparte con el aceite de oliva normal los aspectos nutricionales y saludables. Y el precio es más asequible, es verdad que está previsto más para frituras que para un consumo fresco», explica el presidente de Anierac.
