Asociaciones en Ucrania atacan a Sánchez por el liderazgo de España en la compra de gas ruso
Varias asociaciones civiles critican que el Ejecutivo no solucione este escenario, que tachan de «amoral»
Sánchez y Zelensky. | Europa Press
A finales del mes de agosto, un informe de la organización no gubernamental Global Witness aseguró que España era el segundo mayor cliente de Rusia del mundo en la compra de GNL (gas natural líquido). Un mes después, un estudio de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) corroboraba esta información y sostenía que «España, Francia y Bélgica compraron el 80% del gas licuado ruso exportado a Europa en 2023«. Una serie de hitos que en Ucrania no han pasado desapercibido. Así, varias asociaciones civiles de dicho país han mostrado a THE OBJECTIVE su malestar y han culpado al Gobierno de ser el principal responsable.
Oleg Savitsky, director de campaña de la asociación civil Razom We Stand, asegura que «el Gobierno de España, siguiendo el ejemplo de Finlandia, debería emprender acciones legales que obliguen a poner fin a todos los contratos con compañías privadas rusas cuando se aplique el nuevo paquete de gas de la Unión Europea. El 7 de noviembre, el ministro de Medio Ambiente y Clima de Finlandia, Kai Mykkanen, declaró que su país pretende prohibir las importaciones de GNL ruso a nivel legislativo nacional. Esperamos que la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, tome medidas enérgicas».
Desde la asociación ucraniana tienen pensado contactar con el Gobierno. «Tenemos previsto dirigirnos por separado al Gobierno de España sobre el transbordo de GNL ruso que se suministra desde India y China. Ninguna reivindicación de la seguridad energética europea puede justificarlo. Además, en principio no puede haber seguridad energética con dependencia del gas ruso, ya que Rusia puede cortar el suministro de forma unilateral en cualquier momento».
Por otro lado, Stepan Kushnir, director de la organización energética Energy Cluster se pregunta si «es normal cooperar con un asesino que ni siquiera oculta sus crímenes y que además los glorifica». Pregunta para la que tiene su propia respuesta: «Claramente no. Por lo tanto, todos los intentos de cooperar con Rusia deben ser evaluados. Un país que invade las vidas de personas pacíficas en la Ucrania independiente debería ser aislado del mundo civilizado».
«España utiliza el 19% de todos los suministros de gas licuado ruso, por lo que propongo calcular cuántos Kalibr (misiles de de alta precisión) por valor de tres millones de euros volarán sobre Ucrania desde la Crimea ocupada gracias a España. Esta tarea es para los españoles, que tienen que de darse cuenta de que la indiferencia sobre este tema hoy puede tener consecuencias para el mundo entero mañana. No está bien negociar con asesinos», concluye Kushnir.
Natalia Lytvyn, coordinadora de la asociación medioambiental Ecoclub, sostiene que «España podría asestar un duro golpe al Kremlin prohibiendo el transbordo de GNL ruso en los puertos europeos». Añade que tanto España como Bélgica «han aumentado las importaciones de gas en un 50% en 2023 con respecto al periodo anterior» y reconoce que «las sanciones existentes no son suficientes para detener la maquinaria militar rusa».
Por último, Bohdan Prots, ceo de la asociación Danube-Carpathian Programme, critica que «muchos países viven como si no formaran parte de la sociedad global. Y actúan de forma egoísta, aprovechándose del comercio internacional pero sin compartir responsabilidades». Prots pone el foco en España: «Los ucranianos apreciamos la ayuda que España nos proporciona, como algunas armas y el apoyo humanitario, en nuestra lucha por la supervivencia. Pero, al mismo tiempo, estamos viendo la compra de gas a Rusia que permite a Putin seguir con la matanza de ucranianos, ya que el gas ruso es un arma conocida y esa permisividad es una acción amoral del actual gobierno español«.
Mercado liberalizado
El líder de la oposición, Alberto Nuñez Feijóo, afeó en su único debate presidencial con Pedro Sánchez las continuas compras de gas a Rusia. Le pedió que dejara de comprar gas. Una petición que Sánchez respondió argumentando que él no compraba gas. Así, este mercado, al igual que ocurre con el del petróleo, está liberalizado en España. Una realidad que permite a las empresas comprar y vender el hidrocarburo en el país que se ajuste a sus intereses comerciales.
De esta forma, algunas energéticas del país, como Naturgy, tienen contratos a muy largo plazo (en este caso hasta el año 2041) con empresas privadas rusas (Novatek) para que suministren gas líquido a través de metaneros. Pese a ello, algunos Estados europeos, que también comparten un mercado liberalizado como en nuestro país, han sido mucho más proactivos en el objetivo de reducir las compras de hidrocarburos rusos.
Según los últimos datos de Enagás (de octubre de 2023), Rusia es nuestro tercer máximo exportador de gas natural líquido, solo por detrás de Estados Unidos y Argelia. Además, saca hasta cuatro puntos porcentuales al cuarto suministrador de España, Nigeria. Una tendencia que cada mes se repite.
