PwC pide seguridad jurídica en España para evitar la fuga de las inversiones energéticas
La consultora se centra en las redes eléctricas y estima que la próxima retribución de estas debería aumentar un 26%
La presidenta de la CNMC, Cani Fernández. | Europa Press
La reputada consultora con sede en Reino Unido y Estados Unidos, PwC, lanza un recado a España en un informe al que ha tenido acceso este medio. En él muestra su preocupación por el estado de las inversiones de las redes eléctricas de nuestro país, y pide crear un marco predecible y estable que dé seguridad jurídica a los inversores para que se genere un entorno adecuado que permita llevar a cabo todas las inversiones. De lo contrario, pronostican -si no hay red y un acceso a la misma- «las nuevas inversiones que se esperan que se ejecuten en los próximos años se irán a otros países».
Los distribuidores -que son Iberdrola, Endesa, EDP, Naturgy y Viesgo- llevan tiempo esperando la nueva retribución financiera de las redes en España. Un anuncio que no llega por parte de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y que posterga el interés por invertir en estas ya que los tipos de interés están muy elevados y la inflación de los costes afecta a todos los equipos que hay que introducir en la red. Por lo que es necesario una nueva retribución ajustada a esa realidad en el tercer periodo regulatorio (2026-2032) y que, por ende, mejore el anterior (2019-2025).
La consultora avisa en su estudio de que «una tasa retributiva que no refleje el riesgo de la actividad y el actual contexto macroeconómico pone en riesgo las inversiones en redes y por tanto la oportunidad económica de la transición ecológica, así como el cumplimiento de los objetivos».
Pero subraya dos obstáculos que impiden provocar apetito inversor en las redes eléctricas de nuestro país. En primer lugar, hoy la CNMC no está reconociendo todos los costes e inversiones reguladas que las empresas distribuidoras están declarando en sus auditorías y, por lo tanto, no se les está incluyendo en sus retribuciones. En el caso de que los valores unitarios se actualizasen (inversión, procesos de operación y mantenimiento y otras tareas reguladas) en 2025, la retribución de redes aumentaría en aproximadamente un 26%».
En segundo lugar, una ley impide el pleno desarrollo de las redes. «El Real Decreto 1048/2013 limita el volumen anual de inversión de todas las distribuidoras eléctricas indicando que no puede superar el 0,13% del PIB de cada año previsto por el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital. En este sentido, resulta difícil proyectar inversiones masivas en descarbonización mientras se limita la inversión en las redes eléctricas, que son la principal palanca para electrificar y descarbonizar la economía», relata el informe.
La inversión en redes eléctricas ha ocupado el centro del debate en cada uno de los eventos de energía que se han organizado en nuestro país en los últimos meses. En cualquier acto -de cualquier sector- aparece. Así, el propio estudio las define de ser «el elemento principal del sistema eléctrico porque tiene la capacidad de integrar a todos los factores y agentes: generación tradicional, generación procedente de las energías renovables, bombeo hidroeléctrico, baterías, demanda industrial y doméstica y el suministro de puntos de recarga de vehículos eléctricos». Para ello es necesario la modernización, la automatización y la digitalización de las redes.
Inversión de 584.000 millones
Este martes, la Comisión Europea publicó un documento donde pedía destinar una inversión de 584.000 millones de euros a las redes eléctricas. La razón no era otra, según la institución, que el más que previsible aumento del consumo de electricidad en la UE, que estiman que suba un 60% hasta 2030. «Las redes tendrán que dar cabida a un sistema más digitalizado, descentralizado y flexible con millones de paneles solares en los tejados, bombas de calor y comunidades energéticas locales que comparten sus recursos, además de energías renovables en alta mar, vehículos eléctricos que recargar y necesidades crecientes de producción de hidrógeno», apuntan.
Por último justificaban dicha inversión por ser un plan troncal de la política energética de Europa: «Las redes son la espina dorsal del mercado interior de la energía de la UE y la clave para permitir la transición verde. Para ayudar a que se lleve a cabo el Pacto Verde Europeo, la Comisión ha propuesto un plan de acción con el objetivo de garantizar que nuestras redes eléctricas funcionen de la forma más eficiente y se desplieguen más y con mayor rapidez».
