Estos siete casos muestran por qué las mejores 'startups' multiplican la riqueza de España
Los emprendedores más dinámicos generan nuevos negocios y empleos e inyectan capital en el ecosistema
La figura del emprendedor en serie, muy próxima en la cultura contemporánea al rol de la estrella de rock, puede abordarse desde dos ángulos. El público más tecnófobo hablará de especulación y avaricia; los demás (posiblemente una mayoría social) se decantarán por alabar el efecto multiplicador inherente a crear una empresa, cosechar ganancias e invertirlas en nuevas compañías.
Lejos de Estados Unidos en musculatura inversora, Europa cuenta con sus propios referentes. En España, poco a poco, a golpe de hazañas y titulares, ocurre exactamente igual.
Endeavor analiza en su informe Spain Tech Map el impacto que las startups más dinámicas han tenido en el ecosistema. Ocurre que un equipo fundador, tras la experiencia adquirida, atisba un horizonte infinito de posibilidades, desde el lanzamiento de otras empresas hasta la transformación de sus miembros en mentores e inversores.
En Málaga, lejos del foco mediático del binomio Madrid-Barcelona, destaca el caso de Joaquín Cuenca, CEO actual de Freepik, cuyo banco de recursos gráficos llamó la atención del fondo sueco EQT hasta el punto de desembolsar unos 250 millones por la mayoría del capital.
Cuenca fundó en octubre de 2005 Panoramio, un georreferenciador de fotos que posteriormente adquiriría Google y también es cofundador de BeSoccer, líder mundial en información futbolera con un potente armazón de análisis de datos.
Si Cuenca es un emprendedor en serie, Óscar Pierre, José del Barrio, Miguel Arias o Carlos Blanco son emprendedores multiplicadores, esto es, empresarios de éxito reconvertidos en inversores. Pierre (Glovo) anunció ya en septiembre de 2022 la creación de Yellow VC con la mirilla puesta en startups en fases incipientes de España, Portugal, Francia e Italia.
Del Barrio (La Nevera Roja) y Arias (Carto) son piezas primordiales de dos de las gestoras de capital riesgo más reputadas del país (Samaipata y K Fund, respectivamente); mientras que Blanco, timonel de Encomenda, vivió sus días de gloria emprendedora con compañías como Pequejuegos y Akamon.
El globo de Glovo (y Cabify)
La frondosidad derivada de dos unicornios españoles, Glovo y Cabify, avala la teoría de la abundancia: directivos y empleados de ambas están detrás de startups como ThePower Business School, Last.app y Gopick (Glovo); o Human Forest, Baitz y Cocobay (Cabify).
Elegir el altruismo
Singular es sin duda la senda tomada por Antonio Espinosa de los Monteros, quien fundó Auara, la marca de agua mineral que utiliza plásticos 100% reciclados y reciclables y destina parte de sus beneficios a proyectos de potabilización en el tercer mundo. Tan fuerte fue el impacto de la pandemia que la firma casi quiebra. Se salvó y luce vigorosa gracias a una alianza con Hijos de Rivera (Estrella de Galicia), que también ha permitido a Espinosa volcarse en cuerpo y alma con LIUX, el primer fabricante hispano de coches eléctricos y ecológicos.
Pionero y súper tutor
Esta muestra quedaría coja sin la presencia de Juan Martínez-Barea, presidente ejecutivo de la biotech más relevante de España, Universal DX. Movido por el mal trago de una experiencia familiar, el ingeniero sevillano se embarcó hace 11 años en una misión homérica: diseñar y comercializar un test que permitiese anticiparse al cáncer y fuese económicamente asequible. Tras levantar hace días 64 millones de euros, esa meta parece al alcance de la mano.
Pero Martínez-Barea tampoco descuida su faceta como mentor. A través de Sputnik se propone formar a 5.000 jóvenes en las tecnologías que cambiarán el mundo junto a algunas de las voces más prestigiosas del ecosistema. La tercera edición se celebró el pasado mes de noviembre y acogió a 500 chavales becados.