Antonio Espinosa de los Monteros: «Ningún partido tiene la receta para salvar el mundo»

Antonio Espinosa de los Monteros (Sevilla, 1990) es uno de los emprendedores más carismáticos de España. Su discurso sin trampa ni cartón combina la disrupción del joven empresario con un idealismo innegociable. CEO de Auara (agua mineral que financia proyectos de potabilización en 23 países) y LIUX (coches eléctricos y ecológicos made in Spain), lanza un mensaje claro: el problema de España es la educación. 

PREGUNTA.- ¿En qué momento están LIUX y Auara?

RESPUESTA.- Auara está en un momento muy bonito y experimenta al fin las ventajas de su alianza con Estrella de Galicia. Contar con semejante socio nos da mucha tranquilidad en las ventas y el desarrollo comercial y nos permite ilusionarnos con nuevos proyectos solidarios como los de Haití, Mozambique y Madagascar. 

En LIUX cada día es una novedad, pensamos y diseñamos de manera muy sofisticada valiéndonos de la IA generativa [a través de Midjourney]. De aquí a septiembre cerraremos una ronda de inversión de diez millones. El momento es durísimo para el venture capital y las startups, pero el empeño que hemos puesto ha merecido la pena. 

P.- ¿Cómo aprovechan el poder de la IA?

R.- La aplicamos primero en el diseño de conceptos, desde componentes específicos hasta bocetos del vehículo. Con la IA hay que tener conversaciones muy largas, pero a medida que la alimentamos con nuestra propia biblioteca de diseño, nos ayuda a generar variaciones de manera muy rápida y surgen soluciones cada vez más interesantes. También la usamos en la ingeniería para hacer más eficientes las piezas y el chasis.

P.- ¿Supone esta tecnología una verdadera amenaza?

R.- Al principio nos daba miedo pagar con tarjeta en un e-commerce porque pensábamos que alguien nos acabaría timando. Esta idea de frenar el desarrollo de una tecnología por sus riesgos potenciales no tiene sentido. Aunque los bienintencionados así lo decidieran, siempre habrá personas y organizaciones sin escrúpulos trabajando en la sombra para llevar la IA a su terreno. 

P.- Las elecciones están a la vuelta de la esquina y usted es un hombre audaz. ¿Qué haría si presidiese el Gobierno? 

R.- Despolitizaría por completo la educación mediante la creación de un órgano independiente integrado por profesionales del sector y responsable de implementar las leyes correspondientes. Eso nos convertiría en un país potentísimo. Huyamos de esa creencia que dice que un individuo o partido tienen las recetas para salvar el mundo; hay que pensar en la inteligencia colectiva. Una generación que sepa pensar, tenga conciencia crítica y asuma la cultura del esfuerzo puede solucionar cualquier desafío. 

P.- McKinsey sostiene que la súper productividad y la digitalización son la única manera de potenciar la economía mundial. 

R.- Esa visión es un poco pobre. Necesitamos gente que sepa distinguir el bien del mal; la salvación de la humanidad está en la educación y en que esta responda a determinados valores. La evolución tecnológica es imparable y forma parte de nuestra programación biológica, basada en la mejora continua. La hiper productividad es un hecho ya y seguirá siendo exponencial, pero la humanidad debe regresar a un plano más espiritual, humanista y filosófico. 

P.- ¿Hemos olvidado nuestra condición animal y nuestro vínculo con la naturaleza? 

R.- A medida que nos alejamos de la naturaleza, nos hacemos menos inteligentes. La década de 2010 a 2020 ha sido la primera en que el cociente intelectual medio en EEUU ha bajado desde que existen datos históricos. Mi interpretación es que tenerle tanto apego a la tecnología nos empuja a no ejercitar el cálculo mental, la imaginación y la creatividad. Es posible que acabemos convirtiéndonos en seres mucho más estúpidos, pero confío en que nos demos cuenta y haya más respeto y un regreso a ese entorno natural.